Ha dicho Fidel Herrera Beltrán, el priista, respecto del proceso electoral en marcha, una gran verdad, que no por serla a veces no se valora o no se valora lo suficiente y que debe ser un llamado de atención, una campana de alerta para los candidatos y la militancia de su partido: “No podemos festejar antes de la fiesta. Faltan poco más de 30 días (se publicó su declaración el día último de mayo en el diario La Jornada) para que llegue el 4 de julio. La realidad es que no tenemos ganado nada. Hay percepciones y encuestas que nos dicen que nuestros candidatos van por muy buen camino, pero los sondeos no votan, sufragan los ciudadanos, y ahí es donde tenemos que concentrar toda nuestra capacidad”.

Son palabras de un político completo, profesional, que ha hecho de la política militante, de la política legislativa y de la política administrativa-gubernamental, el motivo central de su vida. Lo dice un hombre que hace seis años arañó el triunfo electoral que lo elevó a la gubernatura no sin dificultad, que ganó por un mínimo de votos pero que además su triunfo en las urnas lo tuvo que validar el tribunal federal en la materia. Sabe pues, perfectamente, lo que dice.

Al deslindarse de las especulaciones de que le gustaría relevar a Beatriz Paredes Rangel en la dirigencia nacional del PRI y señalar que sería inadecuado un cambio en este momento, Fidel apuntó lo que el sentido común político aconseja: hay que redoblar el esfuerzo y seguir trabajando para proponerle a la ciudadanía las soluciones que el gobierno federal no ha sido capaz de darle. “Tenemos que enfrentarlo en lo electoral y especialmente ahora que está utilizando todos los programas sociales para beneficiar a sus candidatos”.

Un llamado de atención a tiempo tanto para la dirigencia de su partido en el estado como para los propios candidatos, los cuales han encontrado ahora otro escenario, cuando se ha diluido totalmente la inercia ganadora que tuvo el PAN a partir de la novedad y esperanza que representó la llegada de Vicente Fox a la Presidencia de la República y que acabó de sepultar ya aun antes de que concluya su gestión su sucesor Felipe Calderón; un escenario, ahora, de un  priismo fuerte, muy fuerte, como en sus mejores tiempos, en Veracruz gracias al trabajo, a la buena administración de su gobernador, pero que no es como para confiarse y echarse a la hamaca a esperar que por sí solo llegue el triunfo.

Es cierto que a partir de la llegada al poder del político de Nopaltepec se inició una tendencia ganadora del priismo, que logró revertir el bache en el que había caído su partido y que las encuestas también dan ventaja a los tricolores, pero el resultado de las encuestas no son la votación misma sino apenas un índice para saber en qué situación se está, cómo marchan las cosas y sirven precisamente para planear estrategias y tomar decisiones para mejorar el estado de las cosas, si se está o va mal para tratar de estar o ir bien  y si se está y va bien para buscar estar e ir mejor, que siempre habrá la forma y oportunidad de ascender si se quiere, aunque solo con trabajo.

Pero, decía ayer el mismo Fidel Herrera Beltrán durante una amplia entrevista radiofónica que le hizo Oscar Mario Beteta para Radio Fórmula, que transmitió desde Xalapa, nada está resuelto, “en la democracia –como decía Churchill– lo único cierto es lo incierto de los resultados electorales. Estamos a 30 días de una prueba de fuego, el 4 de julio hay muchas elecciones y hay que trabajar para ellas con un gran sentido de responsabilidad, gran movilización y un gran respeto a la sensibilidad de los electores, con propuestas de solución a sus problemas, eso es algo que hay que tener en mente”.

Dijo también durante esa entrevista algo que los priistas, si quieren obtener el triunfo que desean, deben tener muy presente: “La unidad es el instrumento, junto con la disciplina, fundamental del éxito de los planteamientos político-electorales de los partidos”.

(Aprovechando el viaje dio su pronóstico, “deseo, aspiración y sueño” para el 4 de julio, aun cuando se cuidó para que no lo acusen de que viola la ley electoral: “Yo sueño que los mexicanos resuelvan en los sitios a donde tienen que ir a votar el 4 de julio por un proyecto de nación incluyente, democrática, de justicia social, de libertades y justicia y de energía por la seguridad y los empleos”).

A todos los interesados en la política les queda claro que Fidel Herrera Beltrán ha hecho la mejor campaña a favor de su partido: cumplir con creces con su deber. Pero ahora él no es el candidato ni puede sustituir la voluntad de los 5 millones y pico de electores veracruzanos. Los aspirantes tienen que trabajar y ganarse la voluntad ciudadana y el triunfo en las urnas, y no olvidar que, como dice Fidel Herrera Beltrán, no se tiene todavía nada ganado. El 5 de julio se verá quién hizo la tarea y quién no.

Y no quiero que pase más tiempo para felicitar a la joven Carla Rodríguez por su cumpleaños 26 el pasado martes, pero también por su relevante papel como secretaria general del Comité Directivo Estatal del PRI. Por las referencias que tengo, su trabajo destaca por su estilo diferente, juvenil, fresco y de paso con toque femenino, un trabajo totalmente alejado de la grilla tradicional. Sensible, ha abierto las puertas del CDE tricolor al trabajo de los jóvenes y emprendido con ellos una tarea no sólo política política sino también cultural y deportiva. Algo que poco se sabe de ella es que tiene licenciatura y maestría en Administración Pública y estudios de apreciación de cine. Es una joven sana, con valores y principios y con un perfil que le depara un gran futuro político y profesional. Qué bueno que no le ha fallado a sus compañeros jóvenes ni tampoco a sus compañeras mujeres. Generación y género, bien representados. Un acierto haberle dado la oportunidad.