En su primera reacción luego de que su partido (el PRI) lo puso en la antesala de su expulsión al suspenderle sus derechos, un sonriente Javier Duarte de Ochoa respondió ayer que son “grillas”.
Dijo que él responde con trabajo, con resultados, con una agenda seria, importante, a las distracciones de la “agenda de la política, de las grillas, de los dichos, de los dimes y diretes”.
“Lo otro queda en el anecdotario”, minimizó indirectamente a la acción que ejerció en su contra el lunes la Comisión de Justicia Partidaria de su casi expartido político.
Sonriente, con una serenidad digna de admirarse porque tiene encima al mundo político de su partido y de la oposición dispuesta a juzgarlo por presuntos actos de corrupción, Duarte daba muestras de que no se rendirá fácilmente.
Cuando se pensaba que se enclaustraría para no dar la cara al público y a la prensa, el gobernador programó acto en el patio central del Palacio de Gobierno y se le vio con un ánimo que bien reflejaría el dicho de que a él el viento le hace lo que a Juárez, casi retador se podría decir.
Así respondía también a lo dicho por la mañana por el dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, quien en entrevista radiofónica había declarado que colaboraría con la PGR si ésta solicitara a la Cámara de Diputados una declaración de procedencia para llevarlo ante la justicia.
Calificó de histórico el proceso que se llevó en contra de Duarte. “Por primera vez en la historia del PRI se han quitado sus derechos de militancia a un gobernador en funciones”.
Igualmente respondía al líder de la bancada priista en el Senado, Emilio Gamboa Patrón, quien había expresado que en el PRI no se va a tolerar la corrupción del gobernador, ni de él, ni de nadie, y que la decisión de suspenderle sus derechos fue la adecuada, porque su actuar ha dañado la imagen del Revolucionario Institucional.
Amadeo le da la espalda y apoya a Ochoa Reza
Ayer, por fin, el dirigente estatal del PRI, Felipe Amadeo Flores Espinosa, fijó su postura a nombre del priismo veracruzano haciendo público su respaldo al presidente del CEN, Enrique Ochoa Reza, y dándole, así, la espalda al gobernador de extracción priista pero ahora suspendido en sus derechos.
En lugar de intentar hacer una defensa de Duarte, de quien fue Procurador General de Justicia en su gobierno, mediante un boletín de prensa dijo que el PRI en Veracruz había tomado nota de la decisión de la Comisión Nacional de Justicia Partidaria y que “las reglas y estatutos del partido aplican para todos, más allá de nuestro cargo o responsabilidad pública”.
“Sin duda, la suspensión de los derechos de algunos de nuestros militantes es una decisión histórica, pero responde al compromiso que ha hecho Enrique Ochoa Reza por garantizar la legalidad y combatir la corrupción”, expresó en clara alusión a Duarte y a los otros seis implicados en el castigo.
“Todos debemos rendir cuentas. Así lo debemos entender los priistas y así lo deben entender otras fuerzas políticas que han actuado en la opacidad”. Amadeo estuvo el lunes por la mañana en el edificio del CEN en la Ciudad de México donde se reunió con Ochoa Reza horas antes de que procedieran contra el gobernador. Allá fechó su boletín de prensa.
Con su actitud evidenció la división que priva en el PRI veracruzano, pues dirigentes de sectores y organizaciones firmaron un desplegado de apoyo a Duarte, aunque sólo el de la CNC Juan Carlos Molina Palacios y la de la OMPRI Martha Montoya Barradas se deslindaron.
Fidel, muy campante en España
Mientras, el padre político de Duarte, Fidel Herrera Beltrán, quien le heredó la gubernatura, parte de la deuda y muchos problemas, así como su encono contra Miguel Ángel Yunes Linares, se mantiene muy campante y disfruta de lo lindo en España.
Ayer en su cuenta de Twitter publicó tres fotografías de su visita a Josep Puig, alcalde de Valldoreix, en la provincia de Barcelona, para agradecer el apoyo en la 1er Bienal de Escultura ganada por la artista mexicana Miriam Pérez, según consignó, y una hora después otras tres fotografías de la inauguración de un restaurante mexicano en Sant Cugat, también en la provincia catalana, a la que asistió.
Duarte se va, según López Dóriga
De acuerdo a lo que publicó ayer Joaquín López Dóriga en su columna “En Privado”, Duarte no concluirá su mandato.
Luego de que el lunes la Comisión de Justicia Partidaria le suspendió sus derechos como militante tricolor, de acuerdo al famoso periodista, ahora viene la licencia para dejar el cargo.
El martes 20, en su noticiero por internet LOPEZ-DORIGA TV, había dicho que era el principio del fin. “Va a tener que renunciar, ¿para qué?, para facilitar la investigación de las dos averiguaciones de la PGR”.
Se refería a la atracción que hizo la PGR de dos averiguaciones que llevaba la Fiscalía General del Estado en contra del gobernador y que se las quitó porque filtraron información que no debían.
Normalmente, López Dóriga está bien informado tanto por la Presidencia de la República como por la Secretaría de Gobernación, por lo que cabe pensar que los días de Duarte al frente del gobierno de Veracruz podrían estar contados.
Si se confirma sería un triste final para el todavía gobernante, quien en privado debe vivir los peores días de su vida, además de que debe sufrir ya el discreto acoso de los agentes de la PGR que lo deben tener vigilado las 24 horas, porque así se actúa desde el poder en estos casos.
Igual debe ocurrir con los otros seis implicados a quienes el PRI suspendió también sus derechos, o sea José Antonio Chara Manzur Beltrán, Arturo Bermúdez Zurita, Gabriel Deantes Ramos, Juan Carlos Rodríguez García, Israel Ramos Mange y Daniel Cordero Gálvez.
De los siete, incluyendo al gobernador, el único que está amparado es Deantes, quien, según sus allegados, habría sido llamado a declarar a la PGR por las denuncias de la Auditoría Superior de la Federación pero habría mostrado documentos de que había solventado las observaciones y entregado de conformidad los cargos que tuvo, aunque ahora presuntamente lo implican en el caso de las empresas fantasmas que investiga el SAT.
¿Por qué el PRI actuó sólo contra esos siete y no contra otros, muchos más, incluyendo a diputados federales a quienes también se señala por actos de corrupción y el desvío de multimillonarias sumas?
Se entendería que la Comisión de Justicia Partidaria del tricolor actuó en los casos concretos porque primero consultó con las autoridades del SAT, lo que llevaría a pensar que su responsabilidad ya no está en duda, que les tienen comprobados hechos y que los van a enjuiciar.
¿Vendrá ahora sí Ochoa Reza?
Suspendido en sus derechos, Duarte no puede participar en sesiones del PRI, tener cargos partidistas, ejercer sus derechos como representante de su partido en ninguna instancia, así como tampoco participar en el tricolor.
En Veracruz está pendiente el relevo de la dirigencia estatal. Felipe Amadeo Flores Espinosa ha dicho que se va en octubre, aunque hay voces priistas que urgen el cambio ante la cercanía del inicio del proceso electoral para renovar los 212 ayuntamientos y se necesita al nuevo presidente del CDE que lleve los trabajos correspondientes.
El dirigente nacional Enrique Ochoa Reza, quien casi enseguida que asumió la presidencia del CEN decidió iniciar una gira por todo el país, se ha negado venir a Veracruz con el argumento que no quiere que asista Javier Duarte a ningún acto que encabece.
Pero dada la nueva situación que impide al gobernador participar en algún acto de su partido, ¿se animará Ochoa Reza ahora sí a venir a tomarse un lechero y disfrutar de las canillas, los huevos tirados y las bombas de La Parroquia?