(¡En la madere! Na’más eso nos faltaba. Trump se encaminaba anoche al triunfo. Si se confirma la madrugada de este miércoles, ¿rescate económico para Veracruz cuando el Gobierno federal sufrirá un tsunami económico? Anoche al cerrar esta columna, Expansión-CNN informaba, según datos de Bloomberg a las 8:25 de la noche, que el peso mexicano se hundía ya 7.37% frente al dólar estadounidense en negociaciones internacionales. La volatilidad de nuestra moneda se empezó a registrar tras las primeras encuestas de salida y luego tras los primeros resultados preliminares de las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Benito Berber, economista para Latinoamérica de Nomura, pronosticaba que la moneda verde podría llegar a 25 pesos mexicanos de aquí a fin de año, o sea, para el próximo mes. Mientras, ¿anticipándose ya al resultado final, Hillary Clinton tuiteaba: “Pase lo que pase, gracias por todo”.)
Un justo reclamo, el de los alcaldes por los recursos federales que no les entregó el gobierno del Estado, se ha politizado.
Ayer lo aprovechó el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya Cortés, para venir a hacer campaña en su pretensión de ser el candidato de su partido a la presidencia de la república en 2018.
El señor vino, habló y habló, se tomó fotos y videos, que era realmente su objetivo, pero salvo su “solidaridad” con quienes tienen tomado el Palacio de Gobierno, no trajo ninguna propuesta de solución concreta al problema, que no es su responsabilidad pero ya que se está colgando de él hubiera ofrecido alguna solución.
Las imágenes donde se le ve encobijado en el piso de uno de los corredores del Palacio es demagogia mediática pura, pues apenas el pasado 3 de noviembre el diario El Universal reveló cómo desde agosto de 2015 envió a vivir con lujos a su familia, esposa y tres hijos, a Georgia, Atlanta, Estados Unidos, donde renta una casa por la que paga 80 mil pesos mensuales (él dice que sólo son 68 mil, que de todos modos es una fortuna para un mexicano pobre) y a los retoños los tiene estudiando en una de las escuelas más exclusivas y costosas de la zona, la High Meadaws School, donde paga otros 80 mil pesos mensuales de colegiatura, más lo que cuesta vivir allá, más sus vuelos semanales que hace hacia aquel país, etcétera.
¿Alguien puede creer que al dirigente panista realmente le preocupan los pobres de Veracruz, a quienes representan varios de los alcaldes en poder del Palacio de Gobierno y de la Casa Veracruz?
Anaya, una vez puesto al descubierto por El Universal, alegó que es que quiere que sus hijos aprendan inglés, como si en México no hubiera buenas escuelas para hacerlo. Simple y sencillamente han huido del país, al que le dan la espalda, el país al que quiere gobernar pero al que le hace fuchi cuando saca a su familia y la aleja de él. Si Javier Duarte tiene su Woodlands, en Texas, Ricardo Anaya tiene su Bishop Lake Road, en Georgia, la exclusiva área donde renta casa de 5 dormitorios con acceso a un lago.
¿Qué dijo ayer en Xalapa? Cayó en lugares comunes. Vino a decir lo que ya todos sabemos: que Duarte se robó el dinero, que todos tenemos que participar en la solución, que es gravísima la situación financiera, y bla bla bla, pero en concreto nada, cuando él como dirigente nacional de un partido puede presionar en la Ciudad de México ante el Gobierno federal para que en una decisión política, que no legal porque no se puede, dé una aportación extra a Veracruz para salir del hoyo.
¿Y los títeres del PRD? Ellos fueron los que iniciaron la toma del Palacio de Gobierno y pronto el PAN les arrebató y se apoderó del movimiento y le está sacando raja política. Hoy ya son sólo una comparsa y su voz ni se escucha pero, además, ni cuenta.
Y para todo esto, ¿alguien se acuerda de Javier Duarte de Ochoa? Finalmente, la toma del Palacio y de la Casa Veracruz, más el ruido mediático de los alcaldes panistas y perredistas, está sirviendo para distraer la atención de lo que verdaderamente importa a los veracruzanos: que se detenga a Duarte así como a sus cómplices y que se les haga devolver lo que se robaron. Resulta insólito que hasta ahora, cuando Julen Rementería habla ya de una deuda heredada por Duarte que alcanzaría el monto de 182 mil 895 mil millones de pesos, no hay un solo detenido, ni uno solo.
¿Por qué en lugar de venir a hacer su show a Xalapa Anaya no fue mejor a la PGR a exigir que se intensifique la búsqueda de Duarte?
No tiene nada que ver con los Macías-Tubilla
El domingo pasado, a través de un comunicado, el ayuntamiento de Coatzacoalcos informó que José Tubilla Letayf renunció a su cargo como secretario de Desarrollo Económico municipal.
La salida se había dado el viernes, cuando el alcalde Joaquín Caballero Rosiñol le aceptó la renuncia. El ahora exfuncionario es tío de la expresidenta del sistema estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Karime Macías Tubilla. Su retiro fue por motivos personales, se dio a conocer.
El mes pasado, una nota de Noé Zavaleta, de la agencia Proceso, había informado que la Dirección de Recursos Humanos del ayuntamiento porteño había dado a conocer que a diversos directores de área, todos parientes de Karime, esposa del exgobernador Javier Duarte, se les había rescindido el contrato como trabajadores de confianza por instrucciones del presidente municipal.
“De acuerdo con un integrante del Cabildo porteño, la ‘limpia edilicia’ ocurrió un día antes de que Javier Duarte fuera expulsado del PRI, y seis días después de que la Procuraduría General de la República (PGR) liberara una orden de aprehensión en su contra por los presuntos delitos de delincuencia organizada, lavado de dinero y desvío de recursos”.
Sin embargo, el propio alcalde Joaquín Caballero Rosiñol salió a desmentir la especie, con lo que de hecho aceptó que toda la parentela de la entonces primera dama del Estado estaba en la nómina porteña. Ahora, ya ha salido un miembro del clan.
Al respecto, Guillermo Ibarra Macías me remitió copia de la carta-aclaración que envió el pasado 28 de octubre a la revista Proceso sobre la mención que se hizo de su nombre involucrándolo entre los familiares de la familia Macías-Tubilla. Transcribo textualmente el texto:
“Respetuosamente me dirijo a ustedes y con la seriedad que el caso amerita, para exigir de acuerdo a lo invocado en el artículo sexto de la Constitución General de la República, mi derecho de réplica a efecto de aclarar algunos puntos, respecto de la información publicada por ustedes en su edición digital, bajo la firma de su corresponsal en Xalapa, Veracruz, Noé Zavaleta, el pasado 25 del mes en curso, cuyo encabezado dice: ‘Cesan en ayuntamiento de Coatzacoalcos a todos los familiares de la esposa de Duarte’.
Al respecto es mi deseo hacer las siguientes precisiones:
1.- Rechazo categóricamente relación de parentesco con las personas que consigna la información de su corresponsal asignado en Veracruz.
2.- No tengo relación comercial, empresarial, de negocios, ni afinidad de proyectos de ninguna especie con la familia relacionada en la nota publicada (http://www.proceso.com.mx/460099/cesan-en-ayuntamiento-coatzacoalcos-a-todos-los-familiares-la-esposa-duarte).
3.- Efectivamente me separé del cargo de Director General de Infraestructura y servicios municipales del Municipio de Coatzacoalcos, Ver, el día 20 de Octubre del presente año, pero es vital aclarar que fue una decisión voluntaria y exclusivamente por cuestiones relacionadas con mi profesión y de común acuerdo con el Presidente Municipal, el ing. Joaquín Caballero Rosiñol, amigo personal desde hace 40 años. A quien agradecí la confianza del mando encomendado durante el periodo de mi ejercicio público (1 de Enero 2014 – 20 de Octubre 2016).
4.- El día de ayer comparecí de manera voluntaria ante personal de la Procuraduría General de la República a fin de mostrar mi total disposición a someterme al escrutinio de la autoridad, ante quien manifesté los mismos puntos arriba señalados.
5.- En tal virtud y sin ánimo de cuestionar la trayectoria profesional de su medio de comunicación, ruego a ustedes hacer pública esta carta aclaratoria, por el daño colateral que esto pudiera ocasionarme”.
¿Sergio Hernández, inexperto?
Cuando la dirigencia estatal del PAN determinó que el joven Sergio Hernández Hernández fuera el coordinador de su bancada en la LXIV Legislatura, hubo quienes de inmediato lo acusaron de no tener experiencia.
Pero vaya que se ha anotado ya dos buenos tantos, primero al lograr que la diputada Mariely Manterola Sáinz, de su partido, fuera elegida como presidenta de la Cámara de Diputados por 37 votos, o sea la de todos salvo los de Morena, y ahora le asestó un duro gancho al hígado al partido propiedad de Andrés Manuel López Obrador al lograr que desertara de sus filas el diputado coatzacoalqueño Sebastián Reyes Arellano, quien se declaró “independiente” aunque horas antes se había echado en brazos del propio Sergio y del alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, o sea, del PAN, que de esa manera sumará ya hasta 38 votos más que suficientes para tener mayoría calificada como, por ejemplo, para echar de su cargo al fiscal Luis Ángel Bravo Contreras.
El joven diputado es callado, discreto pero efectivo y con esas características dialoga, negocia y obtiene resultados. Ya está demostrando que no hay necesidad de estridencia mediática para tener éxito.
No hay democracia… para ir al baño
En el PRI, en el PAN y en el PRD, los jodidos son los jodidos. Lo mismo los acarrean que los utilizan de carne de cañón y, tristemente, siempre los discriminan.
Así, mientras los señores alcaldes y los dirigentes panistas y perredistas que tomaron la Casa Veracruz disfrutan de la comodidad que hay en el interior del inmueble, a los necesitados hombres humildes que llevaron para “apoyarlos” los tienen afuera y ni siquiera les permiten entrar al baño, por lo que mejor optaron por ponerles uno portatil afuera, en la calle Guillermo Prieto, como los que utiliza el PRI para sus acarreados (¿se los habrá prestado?).