No. No todo ha de ser política. También la salud importa y cómo no pues sin salud nada es posible. El viernes leí que el subsecretario de Salud del gobierno del estado, Orlando Uscanga, está alertando sobre las consecuencias del sobrepeso que padece un alto porcentaje de veracruzanos lo que hace que incluso Veracruz esté por arriba de la media nacional en padecimiento de diabetes y dijo que por ello en todas las jurisdicciones sanitarias de la entidad y en las oficinas centrales en Xalapa se están realizando todas las mañanas acciones para tratar de disminuir el problema, una de las cuales consiste en que en cada oficina de la dependencia el personal dedica media hora de su jornada laboral a hacer ejercicio. Y, claro, como médico recomienda además una buena dieta, consumo de agua y medirse en la comida. No está mal. Sin duda, el ejercicio, en efecto, es efectivo, díganlo si no los integrantes del movimiento llamado de los 400 Pueblos que, por ejemplo, el fin de semana pasado se pasaron baila que baila y brinca que brinca en la avenida Enríquez frente al Palacio de Gobierno y no, no vi ningún gordo.

También, creo que no hay mexicano que no esté enterado que hay ahora un debate sobre la llamada comida chatarra y cuando en un principio las autoridades federales dijeron que iban a prohibir su consumo en las escuelas, parece que ya les llegaron al precio y se han echado para atrás y se hacen de la vista gorda para no afectar los intereses de Bimbo, Sabritas y muchas marcas más.

Pero ante un problema de la magnitud de que se trata, creo que debemos ser propositivos y, para el caso de los adultos, señalar que hay otras formas de atacar el sobrepeso, la pérdida de calorías, según  me llamó la atención un artículo de Vivianne Hiriart que como parte del servicio del diario Reforma se nos envía a quienes somos suscriptores del servicio informativo del portal de ese influyente periódico.

Hay que decir que Vivianne Hiriart desde hace 13 años imparte cursos y conferencias de educación sexual a púberes, adolescentes, padres de familia, maestros y profesionistas  y prácticamente está convertida en una sexóloga muy bien informada, es autora de varios libros sobre el tema, cuando escribe cita siempre su fuente bibliográfica, además de que ha ganado varios premios incluso internacionales. Es, pues, una persona seria y especializada en el tema.

En su columna “Vida Sexual” del pasado 21 de julio, hizo un extracto del libro Cómo adelgazar haciendo el amor, de Richard Smith, publicado por la editorial Mondadori, y fíjese usted que cosas más interesantes cita en su colaboración de esa fecha que tituló: “Sexo y calorías”:

«En los últimos años, estar en forma se ha vuelto moda y saber cuántas calorías se consumen y cuántas se queman en las diversas actividades cotidianas, para algunos es casi una obsesión. El objetivo de hacer ejercicio, más que disfrutarlo y mantenerse sano, se centra en quemar la grasa que sobra y moldear el cuerpo según se desee. Eso sí, mientras menos esfuerzo haya que hacer, mejor.

Las relaciones sexuales no han quedado exentas de la visión de la pérdida de peso, y existen hoy investigaciones que nos dicen cuántas calorías perdemos durante una relación sexual, al  besar o abrazar a alguien, comparado con los ejercicios aeróbicos o trotar.

Si tú eres de las personas que se fija en cuántas calorías contiene lo que comes y qué puedes hacer para quemarlas, seguramente te interese saber cómo la actividad sexual te puede ayudar a mantener el equilibrio entre lo que ingieres y lo que gastas, de una manera divertida y con beneficios para la autoestima y el estado de ánimo:

Con 14 minutos de besos, caricias y abrazos puedes quemar el equivalente a una porción chica de mousse de chocolate.

Con 53 minutos de besos apasionados puedes olvidarte de las calorías de una hamburguesa con queso y catsup.

Ahora, si además de las calorías quemadas en una relación sexual propiamente dicha, agregamos las que se consumen en actividades que pueden preparar el ánimo y el ambiente para el encuentro, el número de calorías que perderás y que quizá podrás percibir como un cambio en tu figura, van en aumento:

Bañarse juntos es una actividad disfrutada por muchas parejas. Hacerlo en la regadera lleva a perder 12 calorías, mientras que con el baño de tina sólo se queman 5 (y se gasta más agua), claro que si se frota la espalda del compañero(a) son un poco más.

Preparar un ambiente sensual o simplemente al preocuparse por que todo salga bien durante la cita, también se consumen calorías. Si platicas o no con tu pareja, el tema que escoges, las sensaciones que experimentas, los recuerdos, fantasías y lo activo que te muestres antes, durante y después de un encuentro sexual, visto desde esta perspectiva, puede ayudar a perder esos kilitos de más.

Pero déjame te digo que, a veces son justamente los momentos frustrantes o desagradables en la relación los que pueden consumir más calorías. Con la frustración de un mal encuentro se queman 20 calorías, al contener la rabia que te puede haber generado un mal comentario, por ejemplo, quemas 25 calorías y si manifiestas tu enojo, quemarás hasta 65.

Aunque en todo caso, es importante tomar en cuenta las consecuencias que puede tener el estar pensando en los kilos de más y las calorías cada vez que se tiene un acercamiento íntimo a la pareja, para la relación. Quizá lo mejor sería simplemente disfrutarlo, dejarse llevar por el momento sin pensar en las grasas acumuladas en lugares indeseados.

Eso seguramente te dará como resultado una mayor satisfacción, te sentirás más contento(a) y buscarás que la situación se repita. Y quién quita, probablemente una vez que te sientas bien con tu cuerpo, lo disfrutes tal y como es y te sientas querido(a), empezarás a bajar de peso sin tanta dificultad hasta lograr la figura que esperas además de disfrutar más tu relación de pareja.»

Ahí está Uscanga, a dejar también tarea en casa desde este mismo inicio de semana. Todo sea por la salud y la disminución de peso.