Finalmente, la dirigencia nacional del PRI, esto es, la Secretaría de Gobernación y, más arriba, la Presidencia de la República, decidió dejar fuera del manejo del proceso electoral municipal a Fidel Herrera Beltrán.
La llegada, ayer, a la presidencia del Comité Directivo Estatal de Renato Alarcón Guevara fue la confirmación de ello. El centro de las decisiones políticas dejó la conducción en el senador Héctor Yunes Landa con el aval de su homólogo José Francisco “Pepe” Yunes Zorrilla.
De todos modos, el PRI quedó dividido. Se impusieron los Yunes rojos y perdió la fidelidad. Al acto, significativo, no asistieron la dirigente del Sector Popular, Erika Ayala Ríos, ni el del sector obrero, Víctor García Trujeque, identificados con la corriente de los fidelistas.
Hecho a un lado Felipe Amadeo Flores Espinosa, presuntamente por presiones de los priistas-fidelistas, hubo varias propuestas para asumir la dirigencia estatal.
Pepe trató de impulsar la fórmula Silvio Lagos Galindo-Marilda Rodríguez Aguirre; Héctor se fue sólo con Renato; la corriente fidelista apoyaba a Erika y había propuesto a Héctor una negociación: Erika presidenta y Renato Secretario General.
El senador no aceptó. Carlos Aceves Amezcua no pudo hacer valer el poder de su tío el dirigente nacional de la CTM, Carlos Aceves del Olmo.
La fórmula de Pepe fue combatida por los fidelistas, lo que hizo que al final Yunes Zorrilla optara por revivir y fortalecer su alianza con Yunes Landa, corriente con la que comulga el grupo de Amadeo. O sea, Fidel los logró reunir… pero en su contra.
Por otra parte, también fue significativa la presencia ayer en primera fila en el auditorio del CDE del PRI de los delegados federales, quienes cerraron filas con su ahora excompañero, sumándose así al grupo de los Yunes rojos (son, además, los que manejan los recursos federales en Veracruz).
Se mantiene fiel a esta corriente el poderoso sector campesino en la persona del líder de la Liga Agraria, Juan Carlos Molina Palacios, así como el dirigente del sector obrero en el sur del Estado, Carlos Vasconcelos Guevara.
Rodó por tierra, pues, la versión de que Fidel venía en plan de salvador del PRI en Veracruz y que sería quien tomaría el control y manejaría el proceso de selección de candidatos a las alcaldías tricolores.
¿Por qué le metieron zancadilla? Es obvio que ya no tiene el capital político ni el control que ejerció cuando era gobernador y que le heredó a su hijo político Javier Duarte de Ochoa. Tampoco ya no es factor de unidad, como ha quedado evidenciado.
Pero aún para él, toda la prensa que corrompió, que compró y que controló durante su gobierno, salvo algunas excepciones, lo desconoció. Le ha llovido palo mediático y, ya se vio, no están dispuestos a celebrarle más sus ocurrencias.
De todo ello, si no fue la delegada del CEN Lorena Martínez la que lo reportó, entonces directamente de la capital del país comprobaron que el cuenqueño podría hacerles más daño que reportarles beneficios, porque pesa en su contra, y le seguirá pesando ante el electorado, que es corresponsable del desastre, junto con Javier Duarte de Ochoa, de la grave crisis económica y social en que está sumido Veracruz, y que como gobernantes priistas son los responsables también del peor y más grave crimen político: por su culpa haber entregado el poder al PAN, a la oposición, luego de 86 años.
Pero, además, con su regreso, confirma lo que todo el Veracruz político sabe: su obsesión enfermiza por el poder, que no entiende que si ya bailó, que se siente, que ya tuvo su oportunidad histórica que selló con la peor decisión: heredar el poder e imponer a quien resultó el peor gobernador de toda la historia del Estado, imposición porque quiso seguir siendo el poder tras el trono.
Los Yunes rojos tienen cuentas pendientes que ajustar con Fidel y ayer se las empezaron a cobrar no permitiendo que meta más las manos en los asuntos internos de su partido ni imponiendo dirigente ni controlando la dirigencia y menos manejando el proceso de selección de candidatos a las alcaldías.
Cuestión de recordar que en 2008, cuando Pepe era dirigente estatal del PRI e iba en caballo de hacienda rumbo a la candidatura al gobierno del Estado, viendo que crecía, Fidel, entonces gobernador, lo descabezó e impuso a Jorge Carvallo Delfín quien aspiraba a ser su sucesor y para que le empezara a pegar a Miguel Ángel Yunes Linares, quien en junio de ese año se había afiliado formalmente al PAN e, igual, iba por la gubernatura.
Pero ya antes, en 2006, Pepe fracasó en su primer intento de llegar al Senado porque no obstante que alcanzó la candidatura, el Tío Fide no le cumplió a la mera hora con todos los apoyos que le había ofrecido. Era obvio que trabajaba sólo para los cinco lobitos: Javier Duarte, Erick Lagos, Jorge Carvallo, Alberto Silva y Salvador Manzur. Al primero lo llevó a la gubernatura y su proyecto era que siguiera el otro y el otro y el otro.
Pero también a Héctor lo hizo morder el polvo en 2010 cuando éste aspiró a ser el candidato a gobernador disputándole la gubernatura a Javier Duarte. Entonces Fidel se convirtió en su peor enemigo y desató una cacería en su contra cerrándole las puertas con todos los diputados locales y federales, los presidentes municipales, los dirigentes de sectores y organizaciones e incluso páginas, micrófonos y cámaras de la prensa que tenía comprados.
Fidel cerró las puertas también a viejos priistas, políticos toda su vida, para beneficiar a los llamados “jóvenes de la fidelidad”, un grupo de títeres suyos, inexpertos, soberbios pero, eso sí, buenos para los negocios y el dinero al amparo del poder de cuya máxima figura estelar Javier Duarte es el mejor ejemplo e incluso a nivel internacional.
El oriundo de Nopaltepec llegó al grado de llegar a vociferar en 2009 que mientras que él viviera ningún Yunes –ni Miguel Ángel, ni Pepe y ni Héctor– llegaría a ser gobernador. El panista ya lo logró. Los priistas aspiran a serlo, pero primero van a ajustar cuentas. Ya comenzaron.
Conociendo como se conoce al Tío, indudablemente que no se va a quedar quieto. Él controla y maneja el Partido Verde y por ahí tratará de imponer sus candidatos a alcaldes dado que ese partido irá en alianza con el tricolor, además de que tratará de hacer candidato a la gubernatura o al Senado a su hijo Javier, el otro Javier hijo suyo.
Ayer, las viudas de Fidel, que no pudieron hacerse de la dirigencia, amenazaban con irse del PRI. No entienden que tienen el rechazo y el repudio de la mayoría de los veracruzanos. Ya le causaron mucho daño a Veracruz. Ya tienen llenas las alforjas pero no se llenan y quieren más.
Por lo que hace a Renato Alarcón, fue claro y contundente ayer luego de asumir la dirigencia, en cuanto a Fidel: “Es exgobernador de Veracruz. Como tal lo respeto, es un cuadro importante del PRI, como tal lo respeto; pero el presidente del partido soy yo”.
En 2012 fue dirigente municipal de su partido en Xalapa y en el gobierno del licenciado Miguel Alemán Velasco formó parte de la dirigencia estatal que encabezó Adolfo Mota Hernández. En los últimos años y meses ha hecho una intensa labor de cabildeo con la prensa de la capital del Estado.
¿Los acalambró con César del Ángel?
Preguntó el reportero José Topete al dirigente de la Sección 32 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Lázaro Medina Barragán, si quitarían una denuncia que hicieron el 8 de agosto de 2016 ante la PGR en contra del entonces gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares.
“Bueno, si los trabajadores así dicen, los que están implicados, nosotros con mucho gusto lo haríamos. No fue un asunto de nosotros, fue una petición de los trabajadores (...), si así lo deciden se tendría que analizar por parte del Departamento Jurídico y nosotros accederíamos a hacer eso”.
Según Medina Barragán, todo fue como “una respuesta a la situación que vivíamos en ese momento”. Ajá. Como se ve que el miedo no anda en burro.
De que los líderes magisteriales están llenos de pecados, quién lo duda. Quién sabe cuántas cosas habrá documento ya el gobernador panista como para echarles el guante cuando quiera.
Se ve que funcionó el calambre con César del Ángel, a quien en 1992 siendo “la mano del rey” (como se le llama al brazo ejecutor en Game of Thrones, Juego de Tronos) de Patricio Chirinos, Miguel Ángel ejecutó su detención cuando el líder agrario tenía 52 años de edad.
Chirinos era candidato a la gubernatura y Del Ángel había ordenado a sus huestes una “recuperación” y ocupación de tierras en varias partes de la entidad. Hasta el 17 de mayo de ese año, cuando fue detenido en la Ciudad de México, llevaba instalados 11 “campamentos” de un total de 28 en terrenos que pensaba invadir.
Tres días antes, precisamente en Soledad de Doblado, la tierra natal de Yunes, Patricio había advertido: “Conmigo no prosperará la industria de la invasión.
Voy a hacer valer la ley”. Cuatro días después lo respaldó el presidente Carlos Salinas de Gortari, quien al clausurar una asamblea de la Confederación Nacional Ganadera dijo que no toleraría más invasiones de tierras.
A César lo procesaron por los delitos de homicidio, robo, despojo, daño en propiedad ajena, abuso de confianza y abigeato.
Los sentistas de la 32 piden ahora fumar la pipa de la paz antes de que ¡pas pas! los lleven a chirona. No, sí, así por la buena sí.