El pasado fin de semana fue nombrado como nuevo director de Tránsito Municipal del puerto de Veracruz un verdadero viejo lobo de mar, Felipe Capitaine Rivera, quien en su primer contacto con los chicos de la prensa lució sus prendas. “No soy improvisado. Tengo muchos años de conocer este tema y también de la seguridad”, dijo al compañero y amigo Raymundo Zúñiga Ortiz, de www.alcalorpolitico.com, otro viejo lobo de mar del gremio periodístico. Le recordó que en el gobierno de Agustín Acosta Lagunes realizó labores de seguridad personal del ex mandatario y que estuvo al frente de grupos policiacos.

 

Capitaine, como es más bien conocido por la flota, ex alcalde de Nautla y todavía presidente del Comité Estatal de Salud Vegetal (de este tema también sabe bastante el hombre, pues aprendió mucho cuando le cuidaba los mangales al ahora ex gobernador Miguel Alemán Velasco en su  finca Sayula, en Paso de Ovejas), de que sabe mover el abanico cuidado que sabe y empezó su nueva responsabilidad –como dice Lewis Carrol en Alicia en el país de las maravillas– por el principio, ofreciendo un desayuno a los líderes de las 30 organizaciones de taxistas, o sea, se fue duro y a la cabeza, adonde tenía que ir y golpear, en forma precisa, concisa y maciza Tiene tanto colmillo que seguramente ahora invirtió y pagó el desayuno de su bolsillo.

 

Ya tendrá tiempo de recuperar la inversión incluso multiplicada quién sabe por cuánto. Le encanta el son montuno ¡y le dan maracas! En efecto, las nuevas generaciones seguramente no conocen a Capitaine e ignoran que muy joven fue secretario particular del gobernador Acosta Lagunes, un buen viejazo, excelente gobernador, constructor como gobernante, inteligentísimo, culto,  financiero y economista de verdad, previsor, pero, por lo menos en su tiempo de gobernante, qué chinchoso, qué gruñón, qué irónico, qué sarcástico, que castroso o, para ponerme a tono con el arzobispo Juan Sandoval Íñiguez, con la magistrada Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros o  con el ex técnico del Puebla José Luis “Chelís” Sánchez Solá (“¿A ustedes les gustaría que los adopten una pareja de maricones o lesbianas?";  “cualquier pendejo puede ser magistrado”; “que se quede su madre, yo no me quedo”, dijeron respectivamente), qué chingaquedito; el caso es que era fama, por ser cierto, que don Agustín, a quien se le motejó como “don disgustín”, no había día en que no pusiera como camote a su entonces imberbe secretario particular, con quien se desquitaba de todo y lo regañaba una, dos, tres, diez, quince, veinte veces al día o más (Capitaine ¡llevaba la cuenta diaria de cuántos regaños recibía!), y entonces, los contemporáneos de Capitaine nos compadecíamos de él.

 

Pero éste, en lugar de mostrarse acongojado, con una sonrisa de oreja a oreja respondía que nadie se preocupara porque por cada regaño le “chingaba” ¡mil pesos! del cajón a su entonces jefe, ¡mil de aquéllos! Y ahí sigue, poniendo su experiencia al servicio de Veracruz. Con él en el puerto jarocho, no se va a entender quien no quiera y seguramente van a disminuir los problemas.

 

Porque creo conocerlos algo o por lo menos tengo referencias de su trayectoria y de su trabajo, varios nuevos diputados locales plurinominales van a elevar y enriquecer el nivel de discusión en el Congreso local y seguramente habrán de ofrecer buenos resultados.

 

Eduardo “Lalo” Andrade Sánchez, de Coatzacoalcos, es un verdadero parlamentario, experto en derecho y experimentadísimo político, ex locutor de radio, ex cronista deportivo de Televisa (para cualquier emergencia, él sería una persona idónea para participar en la organización de los Juegos Centroamericanos y del Caribe cuya sede será el estado), ex articulista, ex legislador federal y ex dirigente partidista; Concepción Olivia Castañeda Ortiz, del puerto de Veracruz, aunque su nombre no es muy conocido en el estado, fue mucho tiempo a nivel nacional secretaria general del Sindicato de Trabajadores del Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y ha sido también legisladora federal; Olga Lidia Robles Arévalo, panuquense, fue una de las novedades jóvenes a las que apoyó don Fernando Gutiérrez Barrios, fue alcaldesa de su ciudad natal (renunció y se tuvo que ir exiliada cuando se negó a someterse a los dictados del entonces secretario de Gobierno Miguel Ángel Yunes Linares) y también tiene una larga trayectoria política; José Enrique Levet Gorozpe, el famoso “Papo”, de origen misanteco, como dirigente de los trabajadores académicos de la Universidad Veracruzana y como dirigente nacional de los sindicatos de trabajadores académicos sabe muy bien el arte de negociar y seguramente contribuirá a conciliar con los oponentes; Anabel Ponce Calderón, panuquense también, cómo se le había negado llegar a un cargo de representación popular; es trabajadora, formal, con mucha experiencia política de campo y muy atenta y respetuosa y no se duda que será una gran gestora, de esa lista, todos del PRI, pero de Convergencia, Armando Méndez de la Luz, ex compañero de muchas lides políticas de los antes mencionados antes en el PRI y luego en el Congreso federal ya como convergente, ex alcalde de Xalapa y uno de los secretarios de despacho más queridos por don Fernando Gutiérrez Barrios.

Sus amigos han estado deseando pronta recuperación al regidor primero del Ayuntamiento de Xalapa, Ricardo Ruiz Martínez, ya que la semana anterior fue sometido a dos cirugías. De él destacan que como servidor público siempre atiende con una sonrisa y con mucha atención y respeto a los xalapeños, por lo que lo consideran un valioso activo y un positivo aliado del alcalde David Velasco Chedraui, y quienes lo conocen bien le auguran un gran futuro político dentro de su partido, el PRI, del que ya fue dirigente municipal en la capital del estado.

 

Se le desea pronta recuperación. Pero a propósito de regidores, otro servidor público que goza de buena fama como trabajador y responsable es el regidor tercero también de la comuna de Xalapa, Roberto Carlos Carvajal Hernández, militante del Partido Verde Ecologista de México, quien igualmente se empeña en ayudar al presidente municipal a enfrentar de la mejor forma los múltiples problemas de una ciudad capital como la de Veracruz. Bien.