Se cumplió la visita del presidente Calderón, quien vino acompañado por su esposa Margarita Zavala para conocer de cerca los daños que dejó el huracán Karl. Como le dijo el gobernador Fidel Herrera Beltrán durante la reunión de evaluación en la base aeronaval de Veracruz, en horas como las que vive buena parte del estado, alienta su presencia, su visita, su solidaridad y que haya conocido los problemas de Veracruz. Ahora, como también le dijo el Ejecutivo estatal, se espera su instrucción para empezar a trabajar en un plan hídrico para enfrentar problemas que aún persisten. Es de desearse que la visita se traduzca en hechos.

Pero tiene que reconocerse la presencia de la máxima autoridad del país pues seguramente sus colaboradores se habrán dado cuenta de la preocupación que mostró y también habrán de actuar en consecuencia y en forma inmediata. Lamentablemente pero el jefe del Ejecutivo federal vivió en carne propia el riesgo de las circunstancias, en este caso de su trabajo, del cumplimiento de su deber, cuando el helicóptero en el que había sobrevolado la zona dañada falló, en tierra por fortuna, en la explanada del 83 Batallón de Infantería.

Resulta que el Presidente había bajado para recorrer por tierra, en un vehículo, un área afectada, y ya arriba del aparato de  nuevo, cuando se disponía trasladarse a la base aeronaval, la nave arrojó humo por las turbinas y ya no pudo despegar. Felipe Calderón y su comitiva, entre ellos el gobernador Fidel Herrera, se tuvieron que cambiar de aparato en forma inmediata. Ya se puede uno imaginar todo lo que habría pasado si la falla hubiera ocurrido en pleno vuelo.

Este lamentable y a la vez afortunado sucedido porque no dejó ninguna consecuencia que lamentar, sirve, sin duda, para dimensionar el riesgo a que ha estado sometido el gobernador, quien desde el mes pasado ha estado recorriendo un día sí y otro también las zonas dañadas del estado para disponer las acciones de auxilio, para coordinar las tareas de rescate y para organizar el trabajo de las distintas dependencias. Y ahí sigue y tiene que reconocérsele por ello.

En medio de todo lo que ha estado ocurriendo, habría que ver si ahora en Televisa exhiben al Presidente porque no se quiso mojar y no se bajó del vehículo en el que hizo un breve recorrido por tierra (por agua, más bien) y proyectan, como contraste, alguna imagen del gobernador en medio del agua y el lodo como lo ha estado haciendo repetidamente.

El gobernador Fidel Herrera no se anduvo por las ramas y dijo lo que tenía que decir como, por ejemplo, que se necesita dinero, recursos del presupuesto federal (el estado depende en poco más del 95 por ciento de los recursos federales) para la reconstrucción, recursos que tienen que asignarse y aprobarse en el presupuesto para el 2011, recursos que ya no le va tocar ejercer pero que responsablemente demanda para la continuidad de la tarea que ha iniciado y a fin de restablecer todo lo dañado, pero más que nada para volver a la normalidad la vida de miles y miles de veracruzanos hoy en desgracia.

Y claro que tiene razón el mandatario veracruzano cuando  apunta que la mejor lección que ha dejado Karl es que si los gobiernos trabajan unidos, sin distingos ni diferencias, se pueden dar los resultados que los mexicanos, y ahora en especial los veracruzanos, esperan. El Presidente escuchó ayer en vivo los reclamos de la gente que está desesperada, que le demandaba agua y todos los apoyos necesarios.

En los días por venir veremos el tamaño de su sensibilidad, que se tiene que reflejar en los hechos, que traducirse en acciones, que materializarse, porque de palabras y de apoyo moral la gente ya no quiere saber nada.

De todos modos seguramente el gobernante estatal no bajará la guardia ni se atendrá y en las horas siguientes lo continuaremos viendo de un lado a otro, de arriba abajo, ahora ya con más respuesta de muchos sectores de la población, pero también con el trabajo sin descanso de muchas dependencias como Radiotelevisión de Veracruz, que ha hecho una cobertura impecable y ha estado cumpliendo con su función social al informar oportunamente a los veracruzanos de las medidas que se van tomando, así como servir de vehículo para la recolección de apoyo, por lo que no se debe regatear ningún reconocimiento a su director el periodista David Cuevas y a todo el gran equipo de ese canal televisivo, como tampoco puede dejar de reconocerse, así como aquí le hemos hecho señalamientos, a la comunicadora y ahora presidenta municipal electa de Xalapa, Elizabeth Morales García, quien se ha sumado también a las tareas de apoyo.

Karl impactó y ha comprometido el futuro, a largo plazo, de la administración que viene. Rehacer lo hasta ahora dañado, porque se esperan otras tormentas tropicales y huracanes que quién sabe qué otras graves consecuencias dejarán, llevará acaso dos años y eso si se tienen los recursos suficientes.

Qué bueno que el gobernador Fidel Herrera Beltrán ya trabaja con los mismos afectados y con todas las dependencias estatales y el apoyo de algunas federales en la limpieza de lo que se puede limpiar y rehabilitar casi de inmediato, y seguramente dispondrá también, si no es que ya lo hizo, el apoyo sicológico a los damnificados, a muchos de los cuales les quedarán, no se duda, secuelas permanentes y no es para menos.

Un detalle que podría parecer intrascendente pero que habla del compromiso de muchos trabajadores del Gobierno del Estado es que de algunas dependencias todos andan en las tareas de auxilio, como los de Eventos Especiales (antes Acción Social) que ni tiempo tuvieron siquiera de desmontar parte de la escenografía con que se celebró El Grito la noche del 15 y que todavía luce en el patio interior del Palacio de Gobierno. Pero lo primero es lo primero. Hay que continuar apoyando.