El viernes escribí en Prosa Aprisa que el secretario de Turismo del estado, Ángel Álvaro Peña, debía aprovechar todos los foros posibles para informar, anunciar, que Veracruz es muy grande y que no todo el estado está devastado, que buena parte de la entidad y sitios de atracción turística están intactos y trabajando con normalidad y que invitara a venir a pasear a la entidad y con ello a contribuir a que no decaiga la economía más de lo que ha sido impactada ya. Por lo que leí ayer en El Economista, el funcionario se está moviendo, lo cual hay que reconocérselo.
A dos páginas –la 4 y 5– ese periódico especializado en economía y finanzas puso como encabezado a la nota respectiva: “Turismo estará listo para temporada decembrina”, y si bien el crédito principal se lo dan a Pablo Azcárraga Andrade, presidente de la Confederación Nacional de Empresarios Turísticos (CNET), en un bajante o subtítulo anuncian también que: “El secretario de Turismo de Veracruz, Ángel Álvaro Peña, asegura que esa entidad cuenta con todos los servicios en operación para recibir visitantes”.
Ambos promotores participaron en el Foro Turístico del Bicentenario, organizado por la Universidad Anáhuac, que tuvo lugar en el Centro Bancomer del Distrito Federal. Ahí, el titular de Turismo de Veracruz declaró que el puerto jarocho está en condiciones de recibir paseantes. “Hablando de turismo estamos de pie, hasta el hotel de Chachalacas, donde pegó el ojo del huracán ya está de pie”. La información en El Economista está acompañada por tres fotografías a color que dan idea de que, en efecto, todo está bien para pasear.
Foro y medio son los idóneos para promover el turismo veracruzano. Ángel Álvaro aprovechó muy bien la oportunidad ya que la Universidad Anáhuac es una Casa de Estudios de élite donde y alrededor de se mueve la gente de altos recursos económicos, los que pueden pagar y gastar y siempre serán clientes potenciales a convencer, conquistar y atraer.
Y El Economista es un periódico económico y financiero –como El Financiero– que están pensados para determinados tipos de lectores: que tengan determinado nivel económico, estudios universitarios y si tienen posgrados mejor, que de preferencia sean ejecutivos de empresa, que tengan automóvil, casa propia, usen mínimo dos tarjetas de crédito, etcétera, y esto lo sé porque tomé el primer diplomado en periodismo financiero que hace –uuuyyy– muchos años ofreció El Financiero donde como parte del material didáctico se nos entregó información al respecto.
Esa es una buena forma de ayudar, de sumarse a todo el esfuerzo, el incansable esfuerzo que está realizando el gobernador Fidel Herrera Beltrán por tratar de restablecer la normalidad de Veracruz aunque se vea como una tarea titánica pues a las inundaciones que habían sufrido la cuenca del Papaloapan y provocado el río Coatzacoalcos y sus afluente en el sur y luego los cuantiosos daños que dejó el huracán Karl, los remanentes de Matthew han pegado ahora en los Tuxtlas y al extremo sur del estado, por lo que esto es el verdadero acabóse. Ya nada más falta que se inunde el norte y que luego un perro orine el mapa de la geografía estatal.
Pero es admirable, digno de destacarse, el trabajo de Herrera Beltrán. Quienes han estado presentes en las reuniones diarias del comando unificado de protección civil que tienen lugar por las noches en el World Trade Center han visto cómo el ejecutivo veracruzano se multiplica para estar en todo y con todos, y hay un elemento fundamental que es clave para el éxito del esfuerzo que se realiza: el conocimiento pleno, centímetro a centímetro, que de la geografía estatal tiene el gobernador, a lo que se aúnan sus diarios recorridos por las zonas dañadas, de tal forma que nadie lo puede cuentear.
En el sentido literal, el Ejecutivo es verdaderamente ejecutivo. No espera hasta mañana para actuar y disponer. Ordena, instruye que se vayan a atender los problemas tan pronto como se reportan, y es admirable también su fortaleza física pues en más de una ocasión hemos advertido que algunos funcionarios no pueden aguantar los bostezos mientras el mandante se nota fresco como lechuga recién cortada y no se le acaba la cuerda. Ojo avizor se mantienen los “topos” y los jefes de las cuadrillas que vinieron del D. F. a apoyar.
Un detalle digno de mencionar es que no teniendo ya responsabilidad oficial y en tanto asume su nueva responsabilidad el próximo 1º de enero, el ex titular de Comunicación Social del Gobierno del Estado, Alfredo Gándara Andrade, se mantiene cerca del gobernador y en las reuniones está atento auxiliándole en temas relacionadas con el área que manejó por más de cinco años. Yo no he visto en cambio a otros ex funcionarios en esta hora de la solidaridad, que sólo estuvieron cerca mientras cobraban en la nómina oficial y entonces sí proclamaban dar hasta su vida por servir a los veracruzanos (¡ajá!).
Pero la persistencia del gobernador, su entereza y su mejor ánimo, van dando resultados. Logró, en el mejor momento, que se modificaran las reglas de operación del Fondo de Desastres Naturales, el famoso Fonden, gracias a lo cual se han adelantado recursos, y ayer anunció que el PRI, su partido, dio marcha atrás en su pretensión de que se bajara el IVA del 16 al 15%, decisión tomada con base en sus argumentos de peso de que ahora es cuando más se necesitan recursos para la reconstrucción. Qué bueno.
Pero no quiero dejar pasar más tiempo para comentar que no fue Karl, pero sí seguramente la competencia, la crisis económica y quién sabe que otros factores, los que acabaron con lo que fue toda una institución y un referente de Xalapa: la casa o tienda Frutis, especializada en artículos fotográficos, que por años y años, desde el siglo pasado, funcionó a la entrada del pasaje Tanos. A la muerte del patriarca, ya hace un buen número de años, el señor Humberto Frutis, una especie de cronista gráfico de la ciudad, la negociación poco a poco empezó a declinar. Hace cuestión de un mes empezaron a rematar los artículos con el pretexto de que iban a remodelar. Nunca volvieron a abrir y ahora ya hay otra negociación.