En forma por demás preocupante para la vida democrática del país, el miércoles el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ordenó el retiro de los spots del Partido del Trabajo (PT) en los que Andrés Manuel López Obrador aborda un (su) decálogo de proyecto de nación.
De esa forma, ese máximo tribunal atendió favorablemente una queja presentada por el Partido Acción Nacional en el sentido de que el tabasqueño estaba difundiendo en forma anticipada su imagen de cara al proceso electoral de 2012. Al respecto, previamente el Instituto Federal Electoral (IFE) a través de su Comisión de Quejas había considerado improcedente la petición panista. Ya se ve que las presiones y los intereses políticos panistas han podido más.
Si se recuerda, hace cuatro años López Obrador estuvo a punto de alcanzar la Presidencia y fue tal la fuerza que alcanzó entre el pueblo que el gobierno de Fox, coludido con los grandes empresarios del país, tuvo que orquestar una campaña publicitaria en la que lo presentaba como un peligro para México, logrando minar su base popular, no obstante lo cual quedó la percepción de que el PAN y su candidato Felipe Calderón Hinojosa perdieron la elección pero, como en el caso de Carlos Salinas de Gortari con respecto a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, manipularon los resultados electorales para alzarse con la victoria.
Cuatro años después los hechos plantean la duda y dan la respuesta de si en verdad López Obrador era un peligro para el país, porque por los resultados del actual gobierno federal bien se puede afirmar que el verdadero y real peligro para México han resultado el panismo y su Presidente Calderón, quienes han perdido ya el control de buena parte del territorio nacional que está en manos de la delincuencia organizada, que controla alcaldías y policías municipales, pero también instituciones estatales y hasta federales, como leemos a diario en la prensa, amén de las crisis económicas recurrentes, del aumento de la pobreza, de la entrega del manejo de bienes y servicios de la nación a grupos empresariales monopólicos, etcétera.
¿Por qué el miedo a López Obrador de nuevo si es evidente que el propio presidente Calderón hace proselitismo a diario en la televisión con miras al 2012 y que el gobernador priista Enrique Peña Nieto está en abierta campaña con el apoyo y al servicio de Televisa? Precisamente porque con el tabasqueño se acabarían todas esas ilegalidades recubiertas de legalidad.
¿Por qué el PAN se empeñó en bloquear los spots de López Obrador? ¿A qué le teme si el político de Macuspana no es el que lleva la delantera para la renovación presidencial ni tiene ahora la preferencia mayoritaria de los mexicanos? Los spots que han puesto a preocupar y a temblar ya al panismo contienen “Diez puntos para transformar a México”.
¿Qué contienen que a dos años de la elección los de la derecha ya los combaten? A continuación presento un resumen muy resumido válgaseme la expresión:
1. Rescatar al Estado. Sobre este punto, en su spot AMLO hace una amplia explicación de cómo el país está en unas cuantas manos.
2. Democratizar los medios. Aquí el tabasqueño también argumenta como los medios de comunicación están concentrados en unos cuantos y que la oligarquía es dueña del país, que es la que manda. Da nombres de los dueños, grandes empresarios.
3. Crear una nueva economía. Denuncia que la actual no funciona porque es sólo para beneficiar a los potentados, a la oligarquía, que por eso no quiere que haya un cambio.
4. Combatir las prácticas monopólicas. Su alegato tiene como interés central la defensa de los consumidores.
5. Abolir los privilegios fiscales. Con base en cifras y una queja del propio Felipe Calderón, el precandidato petista denuncia como los de “arriba” no pagan impuestos y cuando lo hacen el gobierno se los devuelve.
6. Austeridad republicana. Gobierno rico pueblo pobre. Gobierno bueno para nada y muy costoso, dice al respecto.
7. Fortalecer el sector energético. Sostiene que no es posible importar gasolinas y propone destinar más recursos a la exploración y que se construyan 3 ó 4 nuevas refinerías.
8. Alcanzar la soberanía alimentaria. Lo mueve la idea de producir lo que se consume y dejar de importar alimentos.
9. Establecer el estado de bienestar. Propone la pensión justa y universal para todos los adultos mayores, becas para que el cien por ciento de los jóvenes llegue a las universidades públicas así como para los discapacitados.
10. Promover una nueva corriente de pensamiento. Cambiar el estilo de vida con base en los valores que se han perdido.
Sus spots los termina con lo que bien puede ser ya un grito de guerra: “Sólo el pueblo puede salvar al pueblo”. ¿En dónde está el peligro? ¿Cuál es el riesgo? ¿Dónde está el proselitismo anticipado si estos puntos son una demanda permanente de la población y lo único que hace López
Obrador es recogerla y sistematizarla?
Ante la decisión del TEPJF, AMLO reaccionó expresando: “Es una injusticia, el Tribunal no está actuando de conformidad con la ley, jurídicamente no hay proceso electoral y no se puede hablar, si se refiere a cuestión de equidad en términos estrictamente legales, a que yo esté siendo beneficiado con estos espacios limitados que me da el Partido del Partido del Trabajo”. Pues claro. “No estoy llamando al voto, no estoy promoviendo mi candidatura, estoy planteando mis ideas para transformar el país”, dijo y tiene razón.
¿Por qué al PAN no le conviene que pudiera crecer López Obrador? Porque no permitiría la corrupción como la de Néstor Moreno Díaz, que era director de Operación de la Comisión Federal de Electricidad, o sea un funcionario panista que recibió un yate de 1.8 millones de dólares y un auto Ferrari de 297 mil dólares, más de 170 mil dólares a una tarjeta y otros pagos por 600 mil dólares, por otorgar contratos de arrendamiento de plantas de emergencia a la empresa Azusa, de California, según quedó al descubierto y publicó la prensa. Y mientras que en Estados Unidos ya hay una pareja procesada por ese acto de corrupción, en México el gobierno federal panista no ha actuado. ¿Quién es entonces el peligro para México?