Ha llegado a tanto la inseguridad en Veracruz que ya ¡hasta al Congreso local secuestraron!
La pregunta pertinente, obligada, es: ¿qué poderosa razón de fondo mueve al PAN estatal a aferrarse y a apoderarse, como en las peores dictaduras, del control de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso del Estado?
Porque resulta irrisorio, por no decir que insultante para la inteligencia de los veracruzanos, el pretexto que dio el “espurio” (como lo han calificado los diputados de Morena, el PRI y Juntos por Veracruz, aunque creo que más bien le queda el adjetivo de usurpador: Apoderarse de un derecho que legítimamente pertenece a otro, define el Diccionario de la Real Academia Española), diputado panista Sergio Hernández de que se queda en el cargo de presidente de la Jucopo porque a su bancada se brincaron dos o tres mercaderes de la política, que militaban en otros partidos, indignos de pertenecer al cuerpo legislativo (uno de ellos fue señalado por el mismísimo Secretario de Seguridad Pública panista de encubrir y proteger a un presunto traficante de madera, familiar suyo, además).
¿Es que puede haber algo más determinante que la voluntad ciudadana expresada en las urnas, de manera democrática, por voluntad propia? ¿Es que los 809,954 votos de veracruzanos que sufragaron por la izquierda y los 689,412 que lo hicieron por el PRI en 2016, esto es, casi un millón y medio, no cuentan para el golpista legislativo? (el PAN obtuvo 859,278 votos).
Me pregunto si ya se le olvidó al diputado Hernández aquel mensaje que les dirigió su jefe político y correligionario de partido, entonces gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares el 5 de noviembre del año pasado cuando se instaló la LXIV Legislatura.
El Gobernador proclamó y celebró la alternancia
Le refrescamos la memoria, señor diputado. El nuevo gobernador calificó como histórica la instalación de esa diputación y manifestó: "Ningún partido tendrá mayoría, se acabaron esas mayorías que le aprobaban todo al Gobernador del Estado y no se preocupaban por la gente, no se preocupaban por el pueblo de Veracruz".
Fue contundente: "Hoy será distinto, la alternancia trajo la democracia al Poder Legislativo, les deseo mucho éxito a todas las diputadas y diputados de todos los partidos, hoy lo que nos debe interesar no son los colores, lo único que nos debe interesar es Veracruz".
Por si le hace falta al diputado, seguramente en la oficina del gobernante deben tener el texto íntegro de aquel mensaje, para que lo pida, lo lea con cuidado y actúe en congruencia.
¿Alega Sergio Hernández que su partido tiene mayoría? El propio gobernador, ante la nueva realidad mostrada en las urnas aquel 5 de junio de 2016 reconoció que ningún partido la tendría.
Es más, y creo que es bueno que no lo olvide, su jefe, entonces y ahora, proclamó que se habían acabado esas mayorías “que le aprobaban todo al gobernador”. Más claro no pudo haber sido.
El gobernador, un gran demócrata, un hombre respetuoso del derecho y la legalidad, incapaz de cometer un atropello y faltar a su palabra (los insidiosos de siempre lo acusan que él fue quien dio la orden directa a Sergio Hernández de no entregar la Jucopo y que puso a operar para ello al Secretario de Gobierno, Rogelio Franco Castán), con aquellos conceptos prácticamente sentó jurisprudencia política-legislativa, por llamarla de alguna manera, una tesis para las futuras generaciones de políticos y gobernantes, sobre todo luego de que diputados agachones, serviles, arrastrados y títeres le aprobaron todo a Javier Duarte y ayudaron con ello a darle en la ma…ceta a Veracruz, y seguramente Yunes no quiere que se vuelve a repetir eso nunca.
Pero por si eso no le bastara al golpista legislativo, su jefe político proclamó la “alternancia” y dijo que con ella había llegado la “democracia” al Poder Legislativo. ¿Se enteró usted, señor diputado?, ¿supo de ese mensaje? ¿Alguien le dijo, o alguien le ha dicho que además su jefe proclamó también que ya no debían interesar más los colores partidistas, sino Veracruz? ¿Por qué se empeña en dejar mal al gobernador? ¿Por qué le complica el escenario legislativo a un hombre tan ocupado y preocupado por crear más empleos, que se duele porque se despiden a trabajadores del gobierno, que no duerme pensando en cómo ser más austero?, ¿por qué?
¿Cinthya dio la clave del por qué?
¿O acaso no quiere soltar el poder del Poder Legislativo, el hueso, para seguir disfrutando de lo que lo acusó su compañera de partido la valiente diputada Cinthya Lobato Calderón, aquella noche del 7 de junio pasado cuando además le recriminó por faltar a un pacto que habían hecho –también a ella le falló– y terminó desconociéndolo como coordinador de su bancada?
¿Le recuerdo parte de lo que le dijo, de lo que se dijeron aquella noche?
Luego de qué usted prácticamente la estaba corriendo de su partido:
“–Tengo la puerta abierta, claro, por eso te desconozco a tí como coordinador, pero no voy a dejar de ser panista por tí, quién te sientes o quién te crees (…).
–Toma las distancias (o instancias) correspondientes que necesites y determines (…), yo he hecho las cosas con transparencia, con honestidad (…) ¿uno contra 18?
–No, no hay distancia (o instancia) correspondiente (…), qué, cómo es la transparencia, ¿poniendo a tu amigo Chico (Fuentes), un tratante de mujeres que están llevando a tus fiestas, borracheras y drogas, ¿eso, eso es? No me digas Sergio, por favor, ya habla y sé un hombre, ya no eres un mocosito.
Si te dio la vida una oportunidad asúmela como tal, conviértete en un hombre, por favor Sergio, y deja de robarte el dinero de Veracruz y de nosotros los diputados, por favor, con esa falta de transparencia que haces nada más a tu modo.
Porque sí hay dinero para el Velódromo, para tus casas de enlace (156), sí hay dinero para lo que te da la gana y para tus fiestas; sí hay dinero para que le lleves a Pepe Mancha, para eso sí hay dinero, lo que no hay dinero es para el autismo, para el foro que se está haciendo aquí, para eso no hay dinero”.
¿Para eso y por eso se aferra al cargo cuando ya no le corresponde? ¿O cuál es la verdadera razón?
¿Dónde quedó aquel joven prometedor?
Este viernes 15 hará un año que cené con Sergio Hernández. Lo acababan de designar coordinador de la bancada de su partido aunque todavía no se hacía público, sería, por lo tanto también, presidente de la codiciada Jucopo.
Encontré a un joven prometedor, sencillo, con las mejores intenciones de hacer bien las cosas en su nuevo cargo.
Recuerdo que me habló de su origen, de su familia (su madre, una digna y esforzada mujer veracruzana; su padre un panista honorable, con una sólida formación religiosa, que me merece todo el respeto), de su formación juvenil como panista, de su trabajo ya como pequeño empresario, en realidad merecía el cargo, creo.
Lamentablemente se perdió en el camino. Hoy los diputados opositores no confían ni creen en su palabra y está pasado a la historia de Veracruz como quien no supo estar a la altura de la responsabilidad que le tocó vivir. La sombra de su golpe legislativo lo va a perseguir y le va a pesar toda su vida. Triste y lamentable.
Avergüenza a los panistas de cepa
Mientras que los funcionarios del PRD dizque de izquierda y defensores de la democracia incrustados en la nómina del gobierno panista guardan silencio ante el atropello legal y avalan el golpe propio de una dictadura, en cambio los panistas panistas, de cepa, que todavía creen en los principios de Manuel Gómez Morín, el fundador del PAN, uno de los llamados Siete Sabios de México, se sienten avergonzados por la actitud de Sergio Hernández.
En corto lo dicen y en reuniones internas que tienen lo han expresado. Afirman que la dirigencia, en manos de un grupo de jóvenes, los marginó y está ahora secuestrada, que ya no queda nada de la esencia del PAN por el que tanto lucharon y que tenía como principios la verdadera democracia y el respeto a la ley.
En general, no aprueban el agandalle que ha hecho su representante en el Congreso, dicen que no representa para nada los principios ni los valores del verdadero panismo. Creen incluso que más temprano que tarde los dirigentes de su partido se van a arrepentir de haberse dejado secuestrar y que les impongan todo lo que tienen que hacer y que decir.