​Si nos atenemos a lo que publicó Joaquín López Dóriga ayer en su columna “En Privado”, será hasta enero cuando se decida la candidatura del PRI al Gobierno del Estado.

Comentó que ayer al regresar de su viaje a París el presidente Enrique Peña Nieto decidiría las de Yucatán y Guanajuato, luego vendrá Tabasco “y con el año nuevo, Veracruz y Morelos…”.

Unos días, pues, más de nervios para quienes tienen algún interés especial en que se defina y se sepa quién será el favorecido, aunque ya se adelantan nombres, según le conviene a cada quien.

Las circunstancias…

Nunca como ahora al yunismo azul le conviene no sólo que caiga el dedo sobre José Francisco “Pepe” Yunes Zorrilla sino que éste gane la elección. Le explico.

Corre ya más de un año del actual gobierno y nadie, por lo que se advierte, corrige el hostigamiento contra los trabajadores por parte de funcionarios, en su mayoría jóvenes inexpertos, pero prepotentes y arbitrarios.

Me sorprende que muchas personas a quienes conocí a mi paso por la administración pública se siguen acercando a mi para comentarme el mal trato a que son sometidos.

En hombres y mujeres noto no sólo desencanto con el yunismo en el gobierno, sino que advierto un resentimiento que en muchos casos ya llega al odio, al repudio, al deseo que les vaya mal. No exagero.

Pero lo que me llama la atención es que aparte de que ya toda esa burocracia se prepara para ir a votar en contra de los candidatos del PAN, en especial dicen que van a sufragar para que no llegue a la gubernatura el hijo del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.

Esa burocracia inconforme, más toda la que fue despedida por el gobierno yunista, tiene la esperanza de que el candidato del PRI sea Pepe Yunes y –también escucho ese testimonio– se disponen a ir a votar por él.

Sin embargo, lo que me dice que el rumbo puede tomar un giro inesperado de graves consecuencias para el yunismo en el poder es que los inconformes se preparan para otro escenario, de ser necesario.

Los he escuchado decirme que apoyarán la candidatura de Pepe Yunes y que están decididos a votar por él… a menos que en su campaña y en las encuestas no levante y vean que corre el riesgo de perder, de no obtener el triunfo.

“Si vemos que Pepe no va a ganar y que el chiquiyunes va arriba en la contienda, entonces todos nos uniremos y le vamos a dar nuestro voto a Morena”, es el comentario que hacen.

Si de por sí el morenismo se ha venido fortaleciendo y tiene ya el control de grandes ciudades como Coatzacoalcos y Xalapa, se volvería inalcanzable con el voto útil del priismo o de quienes simpatizan con los tricolores.

Y si Morena ganara la gubernatura, vendrían tiempos difíciles para los yunistas azules, habría ajuste de cuentas y hasta podría hacerse efectivo el dicho de que los carniceros de hoy serán las reses de mañana.

Apenas comienzan las precampañas en el Estado pero desde ya al actual gobierno del Estado lo que más le interesa es que no avance ni llegue al Palacio de Gobierno Morena.

La única forma de evitar riesgos para el yunismo azul es hacer crecer al yunista rojo y que gane la gubernatura. Fortalecerlo como candidato será la única forma de evitar que todo el voto inconforme se vaya a Morena.

El gobernador Yunes Linares se podría entender bien con Pepe, negociar con él, no así con Cuitláhuac García y con Morena.

Las circunstancias, pues, comienzan a hacer de las suyas. Se presenta un panorama inesperado para Pepe, favorable a su candidatura, pero ya se verá si aprovecha la situación o la deja pasar, si lo confirman en lugar de Héctor.

Por el lado del gobierno yunista, o el Gobernador ignora que se sigue agraviando a los trabajadores por parte de sus jóvenes colaboradores, o lo sabe pero no le interesa corregir la situación, o hasta la alienta.

Ya es mucho tiempo como para que la hostilidad hubiera cesado y lo único que ganan, parejo, es el repudio, que se suma a todo el malestar y descontento que existe en la calle en contra del llamado gobierno del cambio, situación que, sin duda, se va a ver en las urnas.

Meade inicia en zona indígena

Ayer se confirmó que José Antonio Meade iniciaría en los primeros minutos de este jueves su precampaña presidencial en San Juan Chamula, Chiapas, en el parque central.

Posteriormente sostendrá un encuentro con simpatizantes del PRI y del PVEM en el Centro de Convenciones y Poliforum Chiapas, en el municipio de Tuxtla Gutiérrez.

Por su parte, Andrés Manuel López Obrador iniciará en la Ciudad de México donde presentará a su virtual gabinete.

Creo que mediáticamente interesará más el resultado de Meade en uno de los estados con más zonas pobres del país y con un alto índice de población indígena que lo que haga y diga AMLO en una ciudad donde tiene altos niveles de simpatía.

O sea, los estrategas del priista le han ganado el brinco inicial al moreno, y ahora será interesante saber lo que digan o anuncien en su contacto con el electorado de sus partidos.

Sedesol federal, otra delegación que quedará vacante

Todavía cobrarán su última quincena del año y su aguinaldo los miembros del staff de la delegada federal de la Sedesol en el Estado, Anilú Ingram Vallines, quien tiene listas las maletas para irse de esa dependencia en enero, ya sólo dentro de unos días.

La joven política de origen jarocho tiene pensado inscribirse para buscar la candidatura del PRI al Senado de la República y hasta donde se sabe ha preparado ya a su personal para que no les agarre de sorpresa su salida.

Quienes la conocen bien y están cerca de ella comentan que la ven muy segura por cuanto a su futuro político, lo que toman como un indicio de que ha recibido ya la bendición desde las alturas… políticas tricolores.

Inician precampañas pero…

Oficialmente hoy inician las precampañas en todo el país para que los partidos políticos y coaliciones busquen sus candidatos.

En Veracruz no se sabe que, en el caso de la gubernatura, vaya a haber contienda interna en los partidos para decidir a su respectivo abanderado.

Ya es más que sabido que el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares ejerció dedazo fulminante para que su hijo Miguel Ángel sea el candidato del PAN-PRD, que el “dedito” de Andrés Manuel López Obrador determinó que contienda por Morena Cuitláhuac García Jiménez, y que el presidente Enrique Peña Nieto, con el visto bueno del candidato presidencial José Antonio Meade, determinará quién irá por el PRI, que los momios favorecen a José Francisco Yunes Zorrilla, aunque Héctor Yunes Landa hace hasta el último esfuerzo porque la bendición de Los Pinos recaiga sobre él.

De hecho, los cuatro aspirantes andan ya desde hace buen rato en campaña encubierta, Miguel Ángel Yunes Márquez recorre el Estado por instrucciones de su papá, Cuitláhuac igual se mueve por la geografía estatal en su calidad de diputado federal y sin hacer mayor ruido, mientras que Pepe y Héctor tienen mucho que van y vienen, suben y bajan en función de su representación como senadores.

Pero mientras que en el PAN-PRD y en Morena ya se perfila un candidato único, es en el PRI donde todavía Héctor disputa el honor a Pepe, aunque el hecho de que ninguno de los dos inicie ni realice precampaña formal es clara señal de que cuando venga el dedazo fulminante, dentro de pocos días, también habrá candidato único.

Lo que sí se es que al menos en el establo de Héctor Yunes Landa, por aquello de las dudas, tienen ya una lista, su lista de candidatos a diputados locales, y otra de candidatos a diputados federales. 

Con motivo del arranque de las precampañas, el presidente Enrique Peña Nieto convocó ayer a todos los gobernadores a trabajar para que la elección del próximo año se realice con plena normalidad democrática. Habrá que ver cuántos lo escuchan y cumplen.