Porque conozco suficientemente el área puedo opinar sin temor a equivocarme que una de las medidas verdaderamente justicieras que ha tomado el nuevo gobierno del estado en su arranque es estar promoviendo a trabajadores que han dejado casi toda su vida profesional en la administración y que permanecían en al olvido.
Concretamente se trata del caso de las reporteras de la Dirección de Prensa de la Dirección General de Comunicación Social, que luego de que durante varios sexenios esperaron ser tomadas en cuenta para ser promovidas con base en su experiencia, no ha sido sino hasta ahora cuando por fin les están dando lo que se merecen.
Seguramente interpretando una decisión del gobernador Javier Duarte de Ochoa, la titular del área Gina Domínguez Colío ha nombrado como enlaces (jefas) de prensa en diversas dependencias a quienes hasta hace días eran reporteras oficiales, que tienen todo el oficio y la experiencia para estar al frente de una responsabilidad mayor como lo están ahora.
Ellas son mujeres que durante años han viajado día y noche, sin descanso, todos los días del año incluyendo sábados, domingos y días festivos, llueva, truene, haya inundaciones, haga heladas o sol, nieve, dejando a sus familias, casis todas ellas a sus hijos pequeños, para cumplir con un deber.
Siempre se quejaron que de pronto llegaran a los puestos de enlace gentes sin ningún mérito (con sus excepciones, claro está), algunas que medio redactan, otros que de plano no son capaces de armar un solo párrafo, además con elevados sueldos, mientras que ellas permanecían marginadas.
Esta es una medida de las más acertadas de la nueva política de comunicación oficial, con un profundo sentido social y que bien puede dar la pauta para decir que el buen juez ha comenzado por casa y que empieza predicando con el ejemplo. En este caso concreto, mis respetos y reconocimiento para el nuevo titular del ejecutivo y para su responsable de comunicación social, y a mis antiguas compañeras de trabajo toda mi felicitación y mis deseos de que tengan todo el éxito. Se lo merecen. Y que el ejemplo cunda en otras dependencias.
Pero si a ellas les hago todo el reconocimiento a que son merecedoras, a otras les ofrezco todas mis disculpas por lo injusto que pude haber sido con ellas, aunque esa no fue mi intención.
Aquí comenté (“Reinventar el periodismo en Veracruz”) que ante la nueva política de comunicación social del gobierno del estado había que aprovechar la poca exposición a los medios que se está teniendo para volver a los géneros periodísticos, uno de ellos la nota investigada, y dejar la comodidad de recoger declaraciones en los sitios públicos sin el mayor esfuerzo.
Sé que mis compañeras reporteras aquí si no han estado de acuerdo conmigo y dan sus razones, la principal y decisiva, los bajos sueldos, cuando les pagan, que tienen en sus medios.
Tienen toda la razón. Muchas de ellas son madres de familia con niños pequeños y ante lo mísero (en algunos casos) de los que le pagan, si es que se pueden llamar pagos, tienen que emplearse en dos, tres, cuatro, cinco y hasta seis medios (aunque parezca increíble) para sacar para medio comer y, claro, qué tiempo van a tener para investigar alguna información. Tratan de sacar el día y tener algo para llevar a sus hogares. De acuerdo. Mis disculpas y mi solidaridad, aunque de todos modos ojalá y cuando haya tiempo, condiciones y recursos, vuelvan o vayan a los tradicionales géneros periodísticos. Seguramente los lectores se los van a agradecer.
Para seguir en el tema, la que está a punto de concluir su responsabilidad es la colega Sheyla Fuertes Lara, titular de Comunicación Social del Ayuntamiento de Xalapa. En un área tan compleja, supo transitar con los menos tropiezos posibles y se constituyó en uno de los pilares del trabajo del alcalde David Velasco Chedraui. Es un activo que pasará a las filas de las reservas y cuya experiencia podría ser aprovechada.
Y a propósito del alcalde, es de los pocos que dejarán el cargo sin los sobresaltos que viven otros colegas suyos en otros municipios del estado. Algo que seguramente le agradecerá su sucesora Elizabeth Morales García es que no le hereda deudas ni obras inconclusas, lo que habla de su responsabilidad y de su sentido político de la previsión.
Ya con motivo de su informe y a través de los medios se ha venido dando cuenta del trabajo material, social, político y económico que realizó para beneficio de Xalapa y de los xalapeños, lo que se refleja en que la capital vive en medio de un clima de paz social que seguramente debe valorar bien el nuevo gobernador cuya residencia está precisamente en la capital del estado.
David Velasco Chedraui hizo frente con éxito a varios retos: uno, demostrar que contra lo que opinaban muchos cuando fue postulado como candidato es un buen político además de un buen empresario; dos, que seguramente por esto último supo cómo enfrentar las crisis económicas generadas por condiciones del entorno mundial, nacional y estatal; tres, que tuvo sensibilidad para tratar a sus paisanos y hoy se va en medio del reconocimiento general, y cuatro, que supo honrar los apellidos de su familia, algo tan grave como la misma responsabilidad política.
Tampoco se le puede regatear ningún mérito al apoyo que tuvo de su esposa Mariana Munguía, quien se convirtió en una eficaz colaboradora y quien le allanó el camino en muchos casos, en mucho debido a la sencillez con que se condujo y a la cercanía que tuvo con la gente, en especial con las de las colonias populares y los sectores más necesitados.
En fin, que en el caso de Xalapa por segundo trienio consecutivo los hombres de empresa demostraron ser buenas autoridades, pues a David Velasco Chedraui le antecedió también con todo el éxito el ahora diputado federal Ricardo Ahued Bardahuil, por lo que su gremio debe estar complacido con ellos, como lo estamos los xalapeños por el desempeño que tuvieron.
Y por este año bajo la cortina para dejar descansar a los lectores y desearles que disfruten esta época decembrina, no sin dejar de reconocer al gobernador Javier Duarte de Ochoa por otra medida del todo acertada que tomó y que no tengo duda que redituará un eficaz y ejemplar servicio de atención a las familias veracruzanas más indefensas: la del nombramiento de la doctora Adelina Trujillo Landa como Procuradora del Menor, la Familia y el Indígena, quien seguramente entregará también las mejores cuentas a la presidenta del DIF señora Karime Macías de Duarte. Nos vemos en enero.