Lo comentó con toda la preocupación que el caso ameritaba la periodista Luz María Rivera en su columna “Desde el puerto mítico” que se publica en el diario Notiver,  pero lamentablemente, tal vez por la época vacacional decembrina que se vivía cuando se hizo la denuncia periodística (el 17 de diciembre), el tema se perdió. Lo retomo y comparto la preocupación y la denuncia por la gravedad que reviste.

Con la agudeza periodística que la caracteriza, la compañera advirtió que en el número 16 de la revista Sociedad & Deporte correspondiente al mes de diciembre y cuya distribución es de cortesía, revista editada a todo lujo y color cuya directora es Jenny Morales Hernández, se publicó que en el exclusivo Club de Golf Villa Rica de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, el pasado noviembre se otorgó el primer lugar “de conjunto” a un grupo de niños que vistieron ¡como ku klux klanes!

(“Ku Klux Klan [KKK] es el nombre que han adoptado varias organizaciones en los Estados Unidos, creadas desde el siglo XIX, que promueven principalmente la xenofobia, así como la supremacía de la raza blanca, la homofobia, el antisemitismo, el racismo, el anticomunismo y el anticatolicismo. Con frecuencia, estas organizaciones han recurrido al terrorismo, la violencia y actos intimidatorios como la quema de cruces, para oprimir a sus víctimas.”, dice esta referencia que tomo de Wikipedia)

Según el comentario que hizo la periodista, siempre basada en lo que se publicó en Sociedad  & Deporte, los niños premiados “vistieron” como patíbulo su carrito de golf y pusieron un muñeco de tamaño natural colgando de él (en una foto tomada de la citada revista que reprodujo Notiver se ve al muñeco colgando “ahorcado”). “Los niños posaron vestidos con túnicas largas y capirotes (también se publica la foto ilustrativa) en color rojo, sin olvidar poner las ‘cruces’ blancas tanto en las túnicas como en los capirotes y en el propio carrito de golf habilitado como patíbulo y cuyo muñeco de tamaño natural y de ‘cuerpo entero’ da escalofríos sólo observarlo.”

Según la colega, el diario nunca pudo localizar a la directora de la publicación Jenny Morales Hernández para conversar sobre el contenido y la reseña de la fiesta en el exclusivo club de golf enclavado cerca de Antón Lizardo, en el municipio de Alvarado, que congregó a lo más granado de la sociedad empresarial y política porteña, boqueña “y del resto de la entidad y de otras partes del país”. También la evadieron el presidente del club y algunos de los que aparecen en las fotografías que se publican.

“Hoy que el país se debate en la irracional guerra del gobierno calderonista contra el crimen organizado, celebrar una fiesta netamente extranjera, en principio debería cuestionarse, y si en ella se exaltan los valores de la violencia, el crimen de odio y el racismo, la situación está para entrar en pánico. ¿Qué se les está inculcando a los niños? Porque es evidente que en la decisión del ‘disfraz’ de estos niños intervinieron los adultos”, escribe y pregunta la también columnista.

En su escrito, al que acompaña otra fotografía donde aparecen los que se suponen son los padres de los menores, Luz María insiste en sus interrogantes: “¿Qué tipos de adultos son los papás y las mamás de estos niños, que permitieron que sus hijos se disfrazaran de integrantes del Ku Klux Klan? ¿Qué les dijeron de que este grupo está proscrito y perseguido en Estados Unidos? ¿Qué les enseñaron de los crímenes cometidos por los encapuchados hace menos de siglo y medio? ¿Les dijeron que el Klu Klux Klan perseguía con perros en sus ‘temporadas de caza’ a seres humanos cuyo único ‘delito’ era ser de raza negra? ¿Les detallaron la forma en cómo los ‘cazaban’ y finalmente los torturaban y mataban? ¿Les hablaron de los colgados? ¿De los quemados vivos? ¿De los echados a los perros como si fueran menos que animales?”

La periodista reproduce la entrada a la “crónica” de la fiesta cuya autoría es de Johnny López: “Se convierte en la convivencia ideal. Un acierto del Club de Golf Villa Rica reunir a sus socios en este torneo caracterizado por la convivencia, el ingenio y la osadía. Pretexto para pasarse una tarde y noche de miedo rodeados de toda la familia y los buenos amigos gustosos de la fiesta Halloween…”

Sobre la premiación, reproduce: “A continuación les dejamos unas imágenes que son las mejores pruebas de esta jornada de niños y adultos puestos a prueba en sana convivencia. Alfredo e Ingebord Lara Pichardo, junto a sus hijas Renata y Regina, tuvieron una excelente logística, como ha sido su costumbre. Se sacaron un diez en todo el suceso, desde la competencia en el campo como en la organización del concurso de disfraces.”

“Alfredo González Parcero destacó con su carrito de Ku Klux Klan que lleva a un ahorcado. Esta idea original y atrevida fue fundamental para ganar el primer lugar de disfraz en conjunto…”

 La columnista se sorprende que el resto de adultos concursantes y disfrazados nada dijeron sobre el disfraz del racismo y la xenofobia. Yo me sorprendo que hasta la fecha no sólo esos adultos participantes sino la sociedad en general, los grupos de masones, la propia Iglesia Católica, los famosos “colectivos” de mujeres y otros guarden silencio y no se haya alzado una sola voz para protestar y denunciar el fomento que estos ricachones hacen del odio, el racismo y la xenofobia (seguramente comparten la represión contra los migrantes que hacen las autoridades y grupos racistas norteamericanos), pero, peor y aún más grave, la semilla del odio, del racismo, de la xenofobia, de la supremacía de la raza blanca, que están sembrando en sus hijos, del daño mental que les están provocando al convertirlos en verdaderos monstruos en potencia a futuro sin que seguramente los pequeños así lo quieran. En Estados Unidos el FBI ya estaría investigando a los organizadores y a los padres, sus nexos, etcétera, acá, como si no hubiera pasado nada.

¿Veracruz, cuna del Klu Klux Klan en México? Triste pero cierto, en pleno siglo XXI y en un estado que presume de liberal.