La presidenta municipal de Xalapa, Elizabeth Morales García, lo que necesita es que la apoyen y la ayuden, no que le carguen lastres que tarde pero también temprano, desde ya, van a gravitar en contra de su administración y de su persona.
Ahora, muy temprana su gestión, le ha surgido otro cuestionamiento de la prensa: la inclusión que hizo en su equipo de trabajo del señor Jesús Espinoza Villiers, quien en 2009 fue cesado como director del entonces penal Ignacio Allende del puerto de Veracruz luego de que trató de obtener una visa norteamericana presentando en la embajada de los Estados Unidos en la ciudad de México una cédula profesional falsa, por lo que después estuvo preso en el penal de Pacho Viejo en cumplimiento a una orden de aprehensión por el delito de uso de documentos falsos que giró en su contra el Juez Primero Menor, además de que carga con otra grave acusación: la de haber entregado a una mujer presa en el mismo penal una bebé hija de una ciudadana gringa, lo que requirió nuevamente la intervención de la sede diplomática de las barras y las estrellas en nuestro país y sobre lo que se abrió una indagatoria que sin embargo nunca caminó.
Yo recuerdo todo el escándalo que se armó sobre el tema luego de que el diario Reforma hizo público el engaño que el ahora flamante director de Comercio del ayuntamiento de la capital del estado pretendió hacer a las autoridades norteamericanas, lo que seguramente llevó a las instancias estatales de entonces a dimensionar de inmediato la gravedad de la falta tratándose de un funcionario de la administración y de los enredos diplomáticos que ello podría provocar, y lo cesaron fulminantemente.
Ahora se lo recomendaron o se lo impusieron a la joven, quien seguramente por el tamaño o el peso del recomendador, aun a expensas de su imagen y la de su administración, no sólo lo aceptó y le dio un nombramiento, sino que antenoche metió las manos al fuego por él: según la reportera Jessica López del portal informativo
www.alcalorpolitico.com no sólo reconoce los malos antecedentes de su colaborador sino que lo defiende diciendo que está trabajando y que si no da resultados se va a ir.
No, presidenta. No lo piense dos veces. Céselo de inmediato y en forma fulminante. ¿Ya reparó en todo el daño que le hace a su administración y a su persona? Sin caer en ningún chovinismo, el señor Espinoza Villiers ni siquiera es de la capital, toda su vida la ha hecho en el puerto de Veracruz donde lo conocen de sobra o ¿por qué no en todo caso lo contrató la administración del puerto jarocho?, ¿porque lo conocen de sobra? Desde el momento en que la prensa cuestiona el nombramiento ya hay daño a la imagen de la nueva administración municipal, pero, ¿no ha pensado en que si lo mantiene su gobierno perderá toda credibilidad y autoridad, la primera ante los comerciantes del municipio pues siempre lo verán con sospecha y con él a su administración y la segunda ante todos sus colaboradores pues cómo les va a poder pedir usted honestidad y probidad si sostiene y tiene como colaborador a un indiciado? ¿No ha advertido que con ello les está dando armas a sus enemigos para que la cuestionen? ¿No se da cuenta que este tipo de colaboradores menguará la credibilidad y confianza que depositaron los xalapeños en usted? ¿No percibe los alcances negativos que ante las autoridades norteamericanas (por alguna gestión que quiera hacer) pueden llegar a tener su persona y su gobierno? Finalmente usted ya cumplió, ya dio muestras de agradecimiento, de lealtad, de obediencia, de pago de facturas, acaso de amistad, pero ante el cuestionamiento público avalado por señalamientos y hechos concretos libérese de cualquier compromiso, sacúdase cualquier presión o injerencia externa si es que la hay o la pretende haber, vea para adelante, vea por usted y su administración si pretende que sea histórica, actúe sin titubeos y con decisión y tenga usted la seguridad que si lo hace todos los xalapeños por nacimiento o adopción la respaldaremos plenamente.
En todo caso, si el señor Espinoza Villiers es o fuera inteligente debiera ayudar a quien pretendió ayudarlo renunciando de inmediato. Pero allá los involucrados.
Pero, en otro tema, ¿cómo interpretar la visita que acaba de hacer la señora Rosa Borunda de Herrera al puerto de Veracruz? Con el encabezado: “Vino tía Rosita!”, el diario Notiver informó en su edición de ayer que la ex presidenta del DIF Estatal “reapareció” en la ciudad de Veracruz en un encuentro de basquetbol, deporte del que ella es fanática y que impulsó durante su paso por la gestión estatal.
Tratándose de quien se trata, no dejó de llamarme la atención que sólo la acompañaron amistades, entre ellas el director de TAMSA, mas no así nadie de la actual administración estatal, que si bien no es obligación por no tener la señora ya ninguna representatividad oficial, tal vez por cortesía, por el cargo que recién ocupó y por la maternidad que es fama que ejerció o ¿ejerce?, bien pudo alguien de buen nivel, oficial o familiar, haberla acompañado.
¿A alguien se le pasó el detalle? Pero tampoco dejó de llamarme la atención que la señora lució un vestido rojo –¿le dice algo el color?– como en los mejores tiempos. ¿Acaso se trató de un mensaje subliminal? Cosas veredes, mío Cid.
Con la discreción y con la eficacia de siempre, la dirigente estatal de la Liga Agraria (CNC) del estado, Bertha Hernández Rodríguez, organizó el acto recordatorio de la promulgación de la primera Ley Agraria del país, la de 1915, que tuvo lugar en el World Trade Center de Boca del Río, una concentración masiva que revivió los buenos viejos tiempos del sector agrario tricolor y en el que brillaron el gobernador Javier Duarte y la dirigente nacional del PRI Beatriz Paredes.