¡Vaya! De veras que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez no se puede quejar por falta de respaldo del gobierno federal.
En los primero seis meses de su gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha venido en cinco ocasiones al Estado, al centro, al sur y al norte, y en forma abierta y a todo pulmón lo ha exaltado, incluso por encima de héroes patrios como ocurrió el 21 de abril en Antón Lizardo.
En esa fecha, cuando todos los presidentes anteriores se habían apegado en forma estricta al protocolo de la Marina Armada de México para conmemorar la gesta heroica de 1914 del pueblo veracruzano y de los cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar (el equivalente jarocho de los niños héroes de Chapultepec), así como para ocuparse en sus mensajes de algún tema toral para el país, AMLO rompió con la solemnidad, ignoró a José Azueta, a Virgilio Uribe, a Estaban Morales y a otros héroes, para proclamar en cambio un ¡Que viva Cuitláhuac!, y todavía lo adornó con: “es un gobernador inteligente, con convicciones y, sobre todo, honesto, un hombre bueno, no de malas entrañas. Y eso importa mucho para garantizar la paz y la tranquilidad a mis paisanos veracruzanos y en todo el país”.
El respaldo es más que manifiesto si se toma en cuenta que todavía no hay una obra significativa del gobernador de Veracruz que justifique tanto chocholeo, pero además del respaldo institucional tanto elogio presidencial sugiere que además le tiene cariño personal, algo de lo que ningún otro gobernador del Estado había gozado respecto del presidente en turno.
López Obrador se apresta a regresar por sexta ocasión dentro de doce días para conmemorar el Día de la Marina, pero antes, el viernes pasado, estuvo en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero para cumplir diversas actividades, entre ellas presidir la llamada Mesa de Seguridad para la Construcción de la Paz.
Nuevamente el gobernador recibió otro apoyo pues él mismo informó que doña Olga instruyó acciones concretas operativas que se aplicarán en el Estado contra la inseguridad, además de que la alta funcionaria reiteró el respaldo del Gobierno de México a Veracruz con la Guardia Nacional. ¿Cuáles fueron esas “instrucciones concretas operativas”? Seguramente las vamos a saber o a ver con el paso de los días.
A la visita de la titular de la Segob la precedió otra masacre, esta vez en Tuzamapan, municipio de Coatepec, que dejó un saldo de cinco muertos y cinco lesionados. La versión de la Fiscalía General del Estado es que se encontraron 115 casquillos percudidos, o sea hubo una verdadera lluvia de balas en un lugar relativamente cercano a la capital del Estado. El 21 de abril a la visita de AMLO la había precedido otra masacre, la de Minatitlán, que dejó catorce víctimas fatales.
¿O encabezó personalmente la secretaria Sánchez Cordero la Mesa de Seguridad y dio instrucciones precisas para evitar que una nueva masacre reciba al presidente el 1 de junio? ¿Más que respaldo político al gobernador se trata de ayuda institucional para que pueda sacar adelante a Veracruz ante la ineficacia de su equipo de seguridad, el más grave e incesante problema?
Lo que está a la vista de todos es que el gobierno federal no ha dejado solo al gobernador, lo apuntala con cada visita presidencial o, ahora, de la titular de la Segob, y de pilón (como diría Vicente Fox) a partir de este lunes inicia el reparto masivo de los Programas de Bienestar en toda la geografía estatal. ¿Qué más necesita Cuitláhuac para convertirse en el mejor gobernador que haya tenido Veracruz en su historia? Hasta ahora, sin duda, es un hombre con suerte.
Bateó el tema Winckler
Algo notorio durante su visita fue que la Secretaria de Gobernación no se enredó y bateó el tema Winckler, que es el asunto principal en el que están ocupados en Palacio de Gobierno.
Entrevistada por los reporteros dijo que la dependencia a su cargo se mantendrá al margen” y que del balón se encargará la Fiscalía General de la República, “que tiene ya alguna posición”. Se declaró respetuosa de la autonomía del gobierno del Estado como del fiscal.
Otra cosa notoria también fue la ausencia en la Mesa de Seguridad tanto de Jorge Winckler Ortiz como de Namiko Matzumoto Benítez, la presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, a los que el propio gobernador Cuitláhuac García desinvitó a estar y quienes, como para no quedarse atrás, se empezaron a pelear entre ellos, haciéndoles el juego a quienes los excluyen, quienes aplicaron, y muy bien, la estrategia de Julio César y Napoleón de divide y vencerás.
Nacho Morales los llama “tontos”
¡Uf! Y el que reapareció el viernes luego de muchos años de no hacerlo, al menos mediáticamente en el Estado, fue el pozarricense exsecretario general de Gobierno en la administración del gobernador Agustín Acosta Lagunes, Ignacio Rey Morales Lechuga.
El también ex Procurador General de la República, de hecho llamó “tontos” tanto al gobernador Cuitláhuac García Jiménez como al fiscal Jorge Winckler Ortiz por estarse peleando.
"Solamente los tontos se pelean. La política es el arte de ponerse de acuerdo y que ha sustituido a la guerra; que hagan gala de su calidad política, aparte de su calidad y cariño por el Estado" (nota de Alejandro Ávila/alcalorpolitico.com).
A “Nacho” Morales (como era conocido por los veracruzanos) le tocó enfrentar al lado de don Agustín otra etapa violenta de Veracruz: la de la famosa “Sonora Matancera” que lideraba en el centro del Estado el famoso pistolero Felipe Lagunes, la de Toribio Gargallo “El Toro” en la zona de Córdoba, y en el sur el cacicazgo también violento de Cirilo Vázquez Lagunes.
Él vivió también la vendetta política que ha caracterizado a los políticos locales, pues siendo Miguel Ángel Yunes Linares poderoso secretario general de Gobierno estuvo a punto de detenerlo cuando viajaba con su esposa Jaqueline, detención que al final se frustró. Luego llegaría a ser Procurador General de la República pero, que se sepa, nunca intentó tomar represalia contra Yunes.
Ahora, con la madurez y la experiencia que tiene, el viernes pasado manifestó que en política se deben hacer a un lado las disputas y trabajar unidos por el bien común, en este caso, el estado de Veracruz, “ya que eso es lo mejor”.
Reconoció que todos tienen diferencias políticas y de opinión, pero, la realidad, expresó, es que todos deben estar inspirados en el interés supremo, que es brindar seguridad, paz social y justicia a los veracruzanos. Totalmente de acuerdo con él.
Y la violencia no para
Continúan incontenibles la violencia y la inseguridad en el Estado. Tan solo el sábado se contabilizaron 14 víctimas en diferentes puntos de la entidad.
En su comunicado dominical la Arquidiócesis de Xalapa y el propio arzobispo Hipólito Reyes Larios expresaron ayer su “total rechazo al ambiente de inseguridad y violencia que estamos viviendo en el estado de Veracruz”.
Lamentaron “profundamente” lo sucedido el sábado en la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe en Fortín donde dos personas fueron asesinadas prácticamente a la entrada del atrio de la capilla.
“No se puede ocultar la violencia desbordada que estamos sufriendo los veracruzanos; deseamos vivir en paz y en un ambiente de seguridad, oramos por la conversión de quienes olvidan que somos hermanos y causan luto y dolor. Esperamos que las autoridades fortalezcan las medidas de prevención y procuren justicia pronta y expedita”.
Es responsabilidad del gobierno garantizar la seguridad de los veracruzanos, en sus vidas y en sus bienes, pero no se ven resultados positivos.
Los ríos de sangre, las montañas de cadáveres y la multiplicación de fosas clandestinas opacan cualquier logro oficial pues nada es más valioso que la vida de las personas y si estas se pierden lo demás ya no importa.
Lamentablemente ayer al gobernador Cuitláhuac García lo que le preocupaba y en lo que estaba ocupado era en supervisar los preparativos para el festival de salsa de Boca del Río, algo que podría haber realizado cualquier otro funcionario.
Ahued, casa llena
Como viene sucediendo ya con regularidad, el pasado sábado el senador Ricardo Ahued tuvo casa llena atendiendo a veracruzanos en su casa de gestión de la calle Juárez del centro histórico de Xalapa. No se sabe de ningún otro legislador veracruzano, de cualquier partido, que haga el mismo trabajo ni que tenga tanta audiencia, tampoco de ningún funcionario de gobierno que esté haciendo igual labor. Ejemplar, sin duda, al maestro Ahued.