No cabe duda que al PRI o por lo menos a algunos personajes del PRI les ha hecho bien no tener el poder presidencial. Dígalo si no la todavía presidenta del Comité Ejecutivo Nacional de ese partido, Beatriz Paredes Rangel, quien a raíz del cese de la periodista Carmen Aristegui por parte de la empresa MVS salió ¡en defensa del derecho a la crítica!

“México requiere tolerancia, libertad de expresión y, sobre todo, derecho a la crítica”, afirmó ante el pleno de la Cámara de Diputados el martes al referirse al despido de la periodista.

Hace poco más de una década era impensable que algún jerarca del tricolor se atreviera a semejante señalamiento, pues si algo caracterizó a los gobiernos priistas fue precisamente la censura e incluso la represión contra los medios que optaban por el ejercicio pleno de la libertad de expresión.

Quizá el caso más ilustrativo es el de la represión contra el periodista maestro Julio Scherer García, a quien el gobierno del presidente Luis Echeverría sacó con toda clase de maniobras y de la fuerza de la dirección del diario Excelsior porque no soportó la crítica a sus excesos ni las voces de hombres de pensamiento tan brillantes como don Alejandro Gómez Arias por citar a uno de tantos.

Secuela de ello fue la famosa frase del sucesor de Echeverría, José López Portillo, quien en una comida de la “Libertad de Prensa”, ante la crítica periodista también contra sus excesos por parte de la entonces joven revista Proceso del mismo maestro Scherer, para justificar el acoso contra dicha publicación dijo: “No pago para que me peguen”, en referencia al retiro de la publicidad oficial de las páginas de dicha revista, como si los recursos fueran de su bolsa personal y no patrimonio de todos los mexicanos, y el boicoteo que decretó presionando también a los empresarios y anunciantes del país para que no se anunciaran en Proceso, además de que le negó la venta de papel periódico que en ese entonces controlaba el gobierno.

Por eso debe saludarse la nueva actitud de una alta representante del priismo nacional y si es necesario hacerla rehén de su propio dicho ya que veremos si opina lo mismo cuando su partido retorne a la Presidencia de la República, que no es nada remoto que lo haga el próximo año.

"¿Por qué la circunstancia de Carmen Aristegui provocó una reacción tan amplia en comunicadores y en la opinión pública?", preguntó y agregó: "Independientemente de que el prestigio de la comunicadora tiene años de sustentación y no se ha caracterizado por ser obsecuente con el poder, cualquiera sea el signo de éste, por encima del derecho que tienen los empresarios de la comunicación de decidir sobre quienes colaboran en sus medios, lo que proyecta, lo que evidencia la reacción de tantas y diversas voces es la convicción de que la libertad de expresión es un valor irrenunciable y sobre todo lo que se aprecia es el derecho a la crítica".

Sin duda dice una gran verdad, pero esa convicción de que la libertad de expresión es un valor irrenunciable, lo que evidencia la reacción como dice ella es reflejo también de lo que piensa y quiere la sociedad no sólo en el caso de Carmen Aristegui sino de tantos y tantos casos que son abordados por periodistas de todo el país y que provocan reacciones muchas veces de hostilidad por parte de los gobernantes contra los profesionales de los medios de información.

Beatriz Paredes afirmó que el desarrollo democrático del país requiere tolerancia y que el derecho a la crítica es indispensable en regímenes políticos en transición, porque siempre hay posiciones regresivas. ¡Pues claro! Pero se quedó corta porque es indispensable tanto en regímenes políticos de transición como en los ya consolidados, es decir, como en el caso de nuestro país tanto del gobierno federal como de los gobiernos de los estados.

“En el país necesitamos que exista la crítica, la crítica objetiva, la crítica veraz, la crítica que no confunda al poder en su propio espejo", sostuvo. ¡Carajo! Escucharlo, leerlo, para creerlo.

¿Secundará esta postura con un pronunciamiento público el dirigente estatal del PRI Ranulfo Márquez Hernández? ¿Defenderá el derecho a la crítica? ¿La entenderán y actuarán en consecuencia los gobernantes de todos los niveles emanados de las filas del Revolucionario Institucional?

Pero, insisto, es saludable que haya hecho un pronunciamiento en tal sentido la dirigente nacional del partido político más grande, representativo y fuerte del país, porque refleja ya un cambio que sólo ha sido posible por la lucha de muchos años de las fuerzas progresistas del país incluso con el sacrificio de luchadores sociales víctimas de los excesos del poder presidencial. Y también, aunque indirectamente, hay que abonarle este pronunciamiento público por parte de la presidenta nacional del PRI a Carmen Aristegui.

Lo publicó el diario Reforma en su columna “Templo Mayor” del miércoles:

“ALLÁ en Veracruz le van a adelantar a los soldados su regalo por el Día del Ejército.

LA PRÓXIMA SEMANA el gobernador Javier Duarte instituirá el pago de una pensión vitalicia para los deudos de los elementos de las Fuerzas Armadas que mueran en el cumplimiento de su deber... dentro de territorio veracruzano.

SEGÚN ESTO, recibirán un pago trimestral de 150 salarios mínimos, que equivalen a unos 3 mil pesos al mes.

HASTA DONDE se sabe, la Secretaría de la Defensa Nacional se ha manifestado no sólo de acuerdo, sino también complacida, con este gesto de Veracruz, que es el único estado que ofrece este tipo de apoyo.”

Si se confirma, merecido el reconocimiento al gobernador Duarte de Ochoa por parte de ese influyente diario. Sin duda, está yendo más allá de su antecesor quien, es cierto, hizo cuanto reconocimiento pudo al Ejército y a la Marina, pero su sucesor está hablando con el lenguaje de los billetes, un lenguaje más que convincente y con lo que además sienta un precedente en todo el país. Hay que reconocérselo.

Paseando ayer en medio del frío, la neblina y la llovizna por las calles de Xalapa, la ciudad que lo vio nacer, el caricaturista Helio Flores. El famosos caricaturista, con quien alguna vez tuve la fortuna de compartir un viaje a España, se inició publicando sus dibujos en el Diario de Xalapa.