Los hechos violentos de Isla, ocurridos el lunes, pusieron al desnudo la preocupante falta de previsión de los responsables de la seguridad pública del Estado y la frivolidad con la que se conducen.
Gracias al trabajo profesional de reporteros de la zona, víctimas tanto de policías como de delincuentes, quienes arriesgando su vida dieron cuenta de los hechos en vivo, pudimos ser testigos del nivel de violencia que prevalece en varias regiones de la entidad.
Hay confusión en las versiones de cómo se iniciaron y sucedieron los hechos, pero hasta ayer lo único claro era que no se trató de un enfrentamiento entre miembros de algún cartel delincuencial y policías, sino de pobladores y elementos de la Fuerza Civil.
Me pregunto si la famosa “inteligencia”, de la que presumen en ocasiones cuando por casualidad detienen a alguien, no tenía información de lo que se preparaba y las consecuencias que podía tener, ante lo que pudo haberse realizado alguna acción preventiva para evitarlo.
Mientras las ráfagas de ametralladoras retumbaban y provocaban zozobra entre gran parte de la población, o en toda porque los hechos estaban siendo transmitidos en vivo, el titular de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, con una gran frivolidad se dedicaba a condecorar a un perro (el “agente” Gadafi) en El Lencero, cerca de Xalapa.
¿Y qué hizo el señor ante la clara evidencia de que no está donde debe estar, de que descuida su responsabilidad, de que no está preparado para reaccionar de inmediato movilizándose hacia cualquier punto del Estado donde estalle un hecho violento? Hizo como que hacía.
Se subió a la parte trasera de su camionetota y desde ahí pidió que lo videograbaran dando su versión de los hechos, tratando de dar idea de que estaba en movimiento, cuando para entonces ya se había difundido que se dedicaba a presumir al “agente” Gadafi al gobernador Cuitláhuac García Jiménez (en el video se ve claramente que fue pura pose, pues no se ve ningún chofer conduciendo).
Según su versión, había un operativo policíaco cuando de pronto un grupo de personas atacó a los elementos con armas de fuego. Según los testigos, que sí estuvieron en el terreno de fuego, policías de la Fuerza Civil dispararon para tratar de dispersar a un centenar de personas que protestaban por los abusos policíacos.
Quien debía dar la versión más creíble con base en las investigaciones de sus agentes, la fiscal encargada Verónica Hernández Giadáns, ¡también estaba aplaudiendo a Gadafi! y hasta ayer no había salido a dar una versión sólida y creíble, profesional (está convertida en solo una dama de compañía del gobernador).
Pues en manos de estos señores está la política de seguridad preventiva y de investigación ministerial, quienes se entretienen, en horas de trabajo, admirando a un perro inteligente y con muchos méritos, según la versión oficial, pero que al margen de que se le otorguen los cuidados necesarios y merecidos, no puede estar por encima del interés que los responsables de la seguridad en el Estado deben dedicar a la población.
Al menos el gobernador Cuitláhuac García Jiménez reaccionó de inmediato y ayer viajó a Tuxtepec, Oaxaca, donde se reunió con su homólogo de aquel Estado para acordar medidas de seguridad en forma conjunta, algo que ya se hacía necesario.
Corre ya el segundo mes de doce que se fijó para este año, para devolver la tranquilidad a los veracruzanos, y hasta ahora no hay ninguna duda de que la meta está muy lejos de ser alcanzada.
La noche del mismo lunes el noticiario más visto de la televisión, el de Denise Maerker, abrió con el video de la balacera en Tierra Blanca, pasto suficiente para ahuyentar a turistas e inversionistas. Pero en Veracruz puede más la frivolidad que el desempeño profesional.
Puro cuento que ya habrá medicamentos
Primero fue en el puerto de Veracruz, luego en Xalapa y ahora es en Orizaba donde surge la inconformidad de familias por la falta de medicamentos para tratar el cáncer que padecen familiares suyos.
Ayer el problema se tornó peor cuando los afectados denunciaron que en el Hospital Regional de Río Blanco comenzaron a cobrarles hasta 20 mil pesos por los tratamientos cuando antes no había sido así.
Hablan de 60 niños con leucemia y no les ha quedado otra más que buscar un amparo para que les den las medicinas sin costo y en forma oportuna.
El problema de la falta de medicamentos lleva ya más de un año y el actual gobierno no ha sido capaz de resolver la situación; por lo contrario, se han dedicado a engañar a los afectados diciéndoles que ya van a tener las anheladas medicinas, pero todo ha sido una mentira.
¿Dónde está el dinero del presupuesto aprobado para el sector salud, que debe incluir la compra de medicinas? Muchas fallas y omisiones se pueden tolerar, pero nada que atente contra la salud, menos cuando se ponga en riesgo la vida de personas, en el caso que nos ocupa de niños y adolescentes.
¿Qué hacen, dónde están los diputados, dizque representantes del pueblo, que no salen en defensa de los veracruzanos afectados?