Cosas de las que uno se entera y que no dejan de sorprender. Como la declaración que hizo ayer la secretaria de Protección Civil del Gobierno del Estado, Noemí Guzmán Lagunes, de que hace apenas unos días se enteraron que existen adeudos con lancheros del sur del estado por trabajos de apoyo que realizaron durante las inundaciones del año pasado en los municipios de Coatzacoalcos y  Minatitlán y que tan solo a la empresa de uno de ellos se le deben tres millones de pesos. Por lo menos la ex alcaldesa de Teocelo reconoce el compromiso y ofrece que aunque sea poco a poco se les irá cubriendo lo que se les debe. Pronto, dentro de cuatro meses hará ya un año de esas inundaciones y siguen apareciendo más pendientes.

A propósito de “Prosa aprisa” de hace una semana: “¿Y el plan estatal de emergencia por sequía, lluvias e inundaciones?”, me escribió el maestro Sergio Muñoz Melgarejo, de la Universidad Veracruzana: “Desconozco si existe un plan estatal de emergencia por sequía, lluvias e inundaciones, pero sí puedo decirle que existe un Programa Veracruzano ante el Cambio Climático, el cual considera varios de los puntos comentados en su artículo. Este programa se elaboró durante el sexenio anterior gracias a la participación de un amplio grupo de académicos e investigadores de varias instituciones de educación superior e investigación, pero también desconozco si el actual gobierno estatal sabe de su existencia o, si la sabe, lo ha tomado en consideración. El programa puede consultarse en diferentes páginas web, por ejemplo en la siguiente: http://publicacionesatm.blogspot.com/”.

Pero si no se ha pagado a lancheros, entonces seguramente menos se ha podido atender una serie de apuntamientos que el doctor Adalberto Tejeda Martínez, especialista en climatología aplicada, con estudios en la República Federal de Alemania, llamó “primeras lecciones” y que publicó en pleno septiembre de 2010 apenas había pasado el huracán Karl por el estado. 

El investigador de la UV señaló entonces que los pronósticos de avenidas y crecientes de ríos (encima de Karl había causado grandes estragos la tormenta Matthew) no fueron suficientemente precisos porque no se contaba con redes observacionales en tiempo real ni con modelos computacionales adecuados a nuestras cuencas, “ambas cosas tecnológicamente posibles y factibles”. Señalaba que era urgente dotar a Veracruz de una red hidrometeorológica suficiente y habilitar modelos de escala estatal.

Apuntaba también la necesidad de realizar estudios serios que normaran el crecimiento de los asentamientos humanos y que sus resultados se aplicaran “sin la blandura que imprimen la politiquería y la corrupción” con lo que, afirmaba, se podría si no abatir cuando menos evitar que creciera el número de víctimas en posteriores contingencias. “¿Cuántas viviendas anegadas no debieron haberse construido ahí si la voracidad de los fraccionadores fuera menor?”, preguntaba.

Sobre este punto anotaba: “Las invasiones de tierras bajas por parte de colonos pobres y de fraccionadores millonarios y sin escrúpulos, ambos al amparo de la corrupción oficial –a cambio de votos o de sobornos– son la principal causa. Desde luego, la geografía y el cambio climático agravan la situación”.

Adalberto Tejeda Martínez, licenciado en Ciencias Atmosféricas por la UV, especialista en Saneamiento Ambiental graduado en Alemania, maestro en Geofísica y doctor en Geografía por la UNAM, además de articulista en el semanario Punto y Aparte y en el diario Milenio, señalaba algo harto interesante: “… dicen los teóricos de la gestión de los riesgos que si no somos capaces de enfrentar los embates meteorológicos presentes, menos lo seremos de adaptarnos al cambio climático. Dicho sea de paso, los extremos meteorológicos de estos días (septiembre de 2010) no necesariamente son producto del llamado cambio climático; quien así lo afirma (lo afirmaban las autoridades de entonces) simplemente quiere eludir culpas o hacer demagogia: la variabilidad natural del clima junto con asentamientos en zonas vulnerables, son suficientes para causar este caos y otros peores”.

En su artículo “¿Un Veracruz sin inundaciones?” publicado el 6 de septiembre en el diario Milenio El Portal, era directo: “Por lo anterior es que el Programa Veracruzano ante el Cambio Climático (al que remite también el maestro Muñoz Melgarejo) –documento que elaboraron como 80 académicos para el Gobierno del Estado y que inexplicablemente duerme el sueño de los justos al tiempo que el Ejecutivo envía una iniciativa de Ley sobre la materia completamente improvisada y banal– propone que una estrategia frontal sería el fortalecimiento y tecnificación del Centro de Estudios del Clima de la Secretaría de Protección Civil, con un consejo científico y ciudadano que dé seguimiento y orientación. Eso es preferible a seguir viendo el espectáculo anual de funcionarios con el agua a las rodillas haciendo obras de caridad, pero menos visible para la rebatinga electorera”.

Obvia decir que el investigador, a quien en un principio habían ofrecido jugar un papel importante en el manejo de la política climática del estado, por hacer un diagnóstico real y crudo fue marginado y no se le volvió a tomar en cuenta. Y eso que no denunció que ni siquiera se pagaba a los lancheros a los que se había contratado.

Estamos ya en el mes de las lluvias, que se pronostican intensas para el estado, y a menos de treinta días de que inicie la temporada de huracanes. Lo deseable, por las consecuencias en víctimas humanas que luego hay, es que el doctor Tejeda Martínez hubiera herrado en sus “primeras lecciones” y estuviera equivocado con su diagnóstico. Pronto veremos y sabremos qué tanta razón le asiste.

Pendiente, sin desconectarse nunca del estado, el periodista Miguel Molina me acaba de escribir desde Londres. Le ha llamado la atención el Curso-Taller de Redacción para Medios que ofrecerá el próximo miércoles el STIRT Xalapa. Pendiente de lo que escribo, su compadre, el también periodista Sergio González Levet, subdirector general de Milenio El Portal, igual me escribió porque me pescó un “encausar” que escribí cuando debió haber sido un “encauzar”. Por su parte, otro periodista y escritor (Miguel es también poeta y Sergio escritor), José Homero me invita el sábado a la celebración del sexto aniversario del periódico cultural Performance, que será a partir de las ocho de la noche en el Centro Recreativo Xalapeño, música y coctel de por medio, festejo en grande en el que sin duda se dará cita la comunidad cultural de Xalapa dado el respeto y aprecio de que goza el también reconocido poeta. Otra invitación me la hace mi queridísima compañera de letras Andrea Leticia Ramírez Campos, quien mañana viernes a las

ocho de la noche presentará en la Galería de Arte Contemporáneo el libro Una educación emergente para la era planetaria que escribió junto con Elba Alvarado Cuervo, Cristina Díaz González, Arturo Guillaumín Tostado, María Reyna Hernández Colorado y Laura Rodríguez Pérez, todos valiosos académicos de la UV.