Entre tantas cosas, me ha gustado la sinceridad de la alcaldesa de Xalapa, Elizabeth Morales García, pues la mañana del sábado, cuando llevó a cabo un recorrido por diversas colonias de la ciudad y escuchó los reclamos ciudadanos, como en la Represa del Carmen, donde familias enteras perdieron enseres, ropa, autos, su respuesta fue: “A lo mejor en la primera lluvia no hemos sido tan capaces como ustedes lo necesitaban, pero es un momento en que la ciudad completa se nos complicó”.
O sea, aceptó que hubo incapacidad oficial. Un día después, en la Colonia Plan de Ayala, donde se dispuso derruir once casas luego de que un alud de tierra semidestruyó ya siete, a los afectados de plano les dijo: “No quisiera venir a decirles una mentira y luego me estén reclamando, sino decirles que no es una responsabilidad sólo del ayuntamiento, que se deben tocar puertas del Estado y la Federación (para lograr ayuda) y que vamos a empezar.
Vamos a buscar otros terrenos, a buscar la forma de ayudarles. No es sencillo y no puedo decirles que mañana ya estará resuelto pero sí lo vamos a buscar”. O sea, en parte ha rehuido responsabilidad y se la ha tratado de pasar a otros. En principio, qué bueno que por lo menos no ha mentido ni ha dado falsas esperanzas. Ayer, ante la falta de rescatistas en caso de contingencias, señaló que “es bueno que los ciudadanos sepan cómo reaccionar ante las emergencias”.
O sea, se puede decir que dio a entender que nos rasquemos como podamos. Quién sabe qué va a decir en los días por venir cuando las condiciones climáticas empeoren y la emergencia en colonias aumente.
El ciudadano cuando vota y elije una autoridad y cuando paga puntualmente sus impuestos y los aumentos que le imponen en el cobro de los servicios, lo hace con el deseo, con el propósito y la esperanza de que empeña su futuro en alguien que le va a resolver sus problemas, a satisfacer sus necesidades, sus carencias, de que lo va a atender con efectividad y resultados, de que le va a ofrecer buenos servicios públicos.
Ahora aceptará la presidenta municipal que en lugar de florecitas y macetitas, de un Xalapa “bello”, lo primordial es un Xalapa seguro y con buenos servicios. Pero algo tienen que hacer las autoridades de todos los niveles por ayudar a los afectados. No se valen lamentaciones ni justificaciones. No se les puede dejar solos.
La alcaldesa debiera ser o buscar ser creativa y ver cómo ayuda a toda esa gente en desgracia. En mucho ella está ahora como primera autoridad gracias a un programa de radio y televisión que gestionaba y otorgaba ayuda a los necesitados.
Me pregunto, si no hay recursos, por qué no invierte parte de su tiempo en organizar maratones como los que hacía para pedir la ayuda ciudadana. Algo se tiene que hacer y algo tiene que hacer porque corre el riesgo entonces de que si no actúa con resultados entonces la misma ciudadanía la va a rebasar como rebasó la sociedad al presidente Miguel de la Madrid cuando no supo reaccionar bien y a tiempo ante el sismo que semidestruyó la Ciudad de México y dejó un saldo de muchos miles de muertos.
Tal como lo ofreció, el ex candidato del PAN a la gubernatura del estado y ex director general del ISSSTE, Miguel Ángel Yunes Linares, salió ayer a dar respuesta a las acusaciones que enderezó en su contra la dueña del SNTE y del Panal, Elba Esther Gordillo. Al tiempo que desestimó las acusaciones de la lideresa magisterial, reviró diciendo que la señora Gordillo intentó corromper al ISSSTE. “Yo lo impedí y me siento orgulloso de haberlo hecho”.
También dijo que su ex mentora le entregó una lista de personas a quienes pretendía que les dieran cargos importantes en la estructura del Instituto, y también que le entregara 20 millones de pesos para el Partido Nueva Alianza. Se dijo abierto a cualquier investigación. Tan lamentable es que la señora Gordillo haya hecho la acusación a destiempo como que ahora el político de Soledad de Doblado también denuncie lo que no dijo en su momento. Lo grave y preocupante es que en medio de todo, el ISSSTE agoniza víctima de intereses políticos y que los derechohabientes sufren las consecuencias.
Independientemente de todo lo anterior, se ve difícil que Ernesto Cordero, precandidato presidencial del PAN, para quien está o estaba operando en Veracruz, quiera tener cerca ahora al ex titular del ISSSTE cuando sabe que de por medio estaría un reclamo o enfrentamiento con la poderosa lideresa magisterial de cuyos representados necesitaría su voto, aliada además de su mentor Felipe Calderón, según ha confesado públicamente.
Pero el que me llama la atención cómo va cambiando de parecer es el dirigente estatal del PRI, Héctor Yunes Landa, pues primero declaró, como en su oportunidad lo comenté en este espacio, que los candidatos a diputados federales de su partido serían seleccionados mediante encuestas, pero en días pasados, leí en el Diario de Xalapa que ahora dijo que será mediante consulta ciudadana. A ver mañana si no sale con que serán elegidos mediante convención de delegados, que en poca palabras no es otra cosa que mediante el clásico dedazo, como se ha venido acostumbrando y como continuará siendo por los siglos de los siglos.
Se anuncia para hoy un recorrido del gobernador Javier Duarte de Ochoa por los municipios de Pánuco y El Higo, donde hay muchos veracruzanos en albergues a causa de las inundaciones y miles están incomunicados en sus comunidades. No se les puede dejar solos.
Es plausible no sólo que vaya sino que lleve ayuda efectiva. Por su parte, el titular de la Secretaría de Educación estatal, Adolfo Mota Hernández, declaró que la tormenta Arlene dejó 62 escuelas dañadas. Alejado de los reflectores, el domingo pasado por la noche no dejó de sorprenderme gratamente enterarme en forma casual que encabezaba una reunión de trabajo y evaluación con todos los titulares o representantes de las distintas dependencias y que daba instrucciones de actuar en consecuencia.