Al inicio del gobierno de Miguel Alemán Velasco, el entonces titular de Seguridad Pública, Alejandro Montano Guzmán, una noche cualquiera, acompañado sólo por Norberto Galván, quien era director de Televisión, y por mí, que era director de Prensa, decidió salir a recorrer colonias, a visitar y a platicar con los vecinos de Xalapa para preguntarles por los servicios de vigilancia, por los problemas que enfrentaban en materia de seguridad y para saber qué querían y que esperaban del nuevo gobierno por lo que hacía a su área. Fuimos sin escoltas, sin cámaras, sin una “cola” de carros atrás, de la manera más discreta.

En algunas casas donde ya estaban encerrados, al oír el toquido en la puerta, los vecinos se asomaban y se asombraban cuándo Montano se presentaba de la manera más sencilla y en forma directa y les decía quién era. Y platicaban con él y se expresaban agradecidos y reconocidos porque se les atendiera y enviaban las gracias al gobernador Alemán. Tuvo tanto éxito la medida que Alejandro nos comentó que la extendería a todo el estado.

Lamentablemente, me imagino que debido a sus compromisos por tantas exigencias del área aquello no duró mucho ni se extendió, pero comprobamos cómo los ciudadanos están deseosos de que se les escuche, de que se les atienda y que se les ofrezcan buenos servicios, y cómo ofrecen su colaboración cuando así sucede.

Esto lo traigo a colación porque el fin de semana que concluyó ayer, el nuevo secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, dio cumplimiento a lo que anunció el martes pasado en el sentido de que “Xalapa va estar blindada, va estar mucho mejor atendida” y de que la capital va ser la ciudad modelo en cuanto a seguridad ya que fueron instrucciones del gobernador Javier Duarte de Ochoa de que así sea. Anduve caminando por el centro histórico y, en efecto, vi policías en sitios estratégicos o caminando con perros policías, vigilando la seguridad de los comercios pero también de los transeúntes.

También se pudo ver en parques y en sitios públicos a los cadetes de la Academia de Policía acercándose a los ciudadanos, poniéndose a su servicio, e igualmente en fraccionamientos y en colonias hubo diversos operativos de la fuerza pública en especial donde más quejas ha habido de hechos delictivos del fuero común (robos en casas, asaltos a personas, robo de vehículos, agresiones de pandilleros, etcétera).

Un hecho a resaltar es que esta vez, por lo menos en  áreas del centro de la capital, no se escuchó el constante ronroneo de los helicópteros que en ocasiones pasadas nos habían alarmado a todos pues ya se estaba tomando el sonido de esos aparatos como sinónimo de acciones de enfrentamientos con la delincuencia organizada. No. La acción, por lo que se vio, fue verdaderamente preventiva y se ha dicho que se continuará operando así en forma permanente.

Ojalá y así sea y el entusiasmo no se apague pronto o los compromisos de servicio no hagan que esta acción sea flor de un día, pues luego de la ineficacia de las autoridades municipales los ciudadanos están urgidos y deseosos de recibir buenos servicios por los que puntualmente pagan sus impuestos. Los resultados siempre redundarán en beneficio de la imagen del Gobernador y de su administración. Y ojalá y esta acción se extienda a las demás ciudades de la entidad.

La fotografía que publicó ayer el diario Notiver en su primera plana y en sitio destacado ofrece varias lecturas. Se ve al precandidato presidencial del PAN Santiago Creel acompañado por su esposa Paulina Velasco bajando las escaleras de uno de los interiores del edificio y como escenario se ve una pared con el logotipo del periódico. Uno, la imagen muestra la importancia que ese político destacado da a ese rotativo que acaba de sufrir la muerte de dos de sus reporteros. Dos, se evidencia que el panista anda haciendo trabajo político y buscando acercamiento con los medios.

Tres, refleja que Santiago Creel actúa con inteligencia pues aprovechó la visita para expresar su solidaridad con el diario por lo ocurrido recientemente y para extender sus condolencias a los familiares de los deudos, algo que se ve tan natural e irreprochable de que haya aprovechado el luto para medrar políticamente, aunque en el fondo haya podido ser así o fue así.

Cuatro, la gráfica es indicativa de que el vacío que se dejó tanto en el priismo como en el Gobierno del Estado al no ir ningún personero de importancia del partido o de la administración pública a solidarizarse con Notiver y a expresar sus condolencias al director así como a las familias lo aprovechó y lo llenó un político de oposición, un panista destacado, y con su persona, de paso, llevó agua al molino del PAN. Cinco, ante la inacción política estatal les ganó el brinco pues ahora, si es que todavía alguien de Xalapa quisiera ir a remediar lo que se tiene que remediar, dará a pensar que fue obligado por el paso que dio el precandidato presidencial blanquiazul.

Creo que al Gobernador le urgen operadores políticos o un buen operador político, que esté pendiente, que tenga visión, que cuente con experiencia y sensibilidad, que lo ayude. El día del primer asesinato de un reportero del diario en mención, el propio Ejecutivo, tan pronto tuvo noticia de lo ocurrido, se trasladó para hablar personalmente con el director maestro Alfonso Salces.

Fue un paso correcto, oportuno, necesario. Cuando ocurrió el segundo, se preparaba en el sur del estado para recibir al Presidente para una gira de trabajo y luego cumplió compromisos para salir enseguida a Brasil a fin de cumplir una visita acordada con meses de antelación. Ante sus ocupaciones, no hubo nadie que operara el caso con sentido político. En rigor, con o sin consultar, con o sin autorización (al gobernador se le sirve bien no diciéndole sí a todo aunque esté equivocado, sino diciéndole también no cuando haya que decirle no), tan solo guiado por un deber oficial, la iniciativa debió haberla tomado el secretario de Gobierno Gerardo Buganza.

No lo hizo, y ante la reacción del diario también se quedó quieto. Se vio que está verde. Que no tiene experiencia. Que no sabe operar en estos casos. Que su nivel es sólo para entretenerse en sacar taxis y urbanos de la circulación. Buganza también debió haber operado para evitar que el Procurador saliera a cometer una grave imprudencia (Reynaldo Escobar como secretario de Gobierno sí lo hubiera hecho).

Ante la complejidad del estado y sus problemas, el Ejecutivo necesita a alguien con experiencia, cuajado políticamente, con mucho colmillo. La administración es muy joven y crisis seguramente se van a presentar muchas y el gobernante necesita quien le ayude ante tantas ocupaciones y compromisos que tiene, y además él no puede hacerlo todo y solo.

Acaso con la próxima salida de Erick Lagos para irse de candidato por el distrito de Acayucan se vuelva al viejo esquema de tener a un Subsecretario de Gobierno fuerte, más que el propio Secretario, a un político con experiencia y habilidoso, a menos que al señor Buganza se le quiera dar otra comisión. Pero de que hay que ayudar al Gobernador, hay que ayudarlo.