¡En la madere! Como si el gobernador Javier Duarte de Ochoa no tuviera ya suficiente con la crisis económica que heredó y de la que su administración trata de salir no sin muchas dificultades y sacrificios para todos los veracruzanos y como si no fuera grave el problema que representa para Veracruz –y para su gobierno y para toda la población– la presencia de la delincuencia organizada (aceptada públicamente por el propio Ejecutivo), un peligro inesperado, serio, severo, grave, de cuidado y grandes proporciones para la administración estatal y contra el que no hay remedio cuando se presenta, amenaza con desestabilizar su política económica y financiera de recuperación: Cupido.
Ayer, en primera plana, teniendo como fuentes agencias informativas y TvNotas, el diario porteño Notiver publicó que Tomy Ruiz, mejor conocido como Tomás Ruiz González, sí, el mismísimo secretario de Finanzas y Planeación, ¡está enamorado! y ¡vive un idilio con la actriz veracruzana Ana de la Reguera! (uso las interjecciones para ponerme a tono con el estilo de TvNotas).
“Ana de la Reguera estrena romance con el secretario de Finanzas de Veracruz.
Se da una nueva oportunidad en el amor. Nosotros los descubrimos muy cariñosos”, dice la nota informativa, en un estilo muy propio de la revista de chismes de la farándula.
“Así los cachamos al salir de un restaurante de Polanco. Sorprendimos a Ana de la Reguera y al secretario de Finanzas y Planeación del Gobierno de Veracruz, Tomás Ruiz, saliendo de un restaurante en Polanco, en la Ciudad de México, después de la media noche. Mientras esperaban su automóvil, él la abrazó tiernamente y luego se susurraron palabras al oído”.
¡Quién se iba a imaginar a este verdugo de los causantes veracruzanos en plan tierno, romanticón, cariñoso, hecho un corderito, un dulce, un caramelo, una perita en dulce, un algodón de azúcar, un muñeco de peluche, un bombón, un cuchi cuchi! ¡Ana, paisana, amiga, cuatacha!, hazle pagar algo de lo que nos ha atornillado (alza en el costo de las licencias de conducir, ajuste presupuestal en las dependencias con el consiguiente despido de personal, retiros voluntarios a fuerza, rebaja de sueldos, cobro de tenencia por un coche de mediano pelo, etcétera).
“Disfrutando de la soltería y de las libertades que esta etapa puede darle, Ana de la Reguera platicó que su corazón se encuentra muy bien en estos momentos y que fue el buen humor jarocho que tiene lo que la ayudó a superar la época complicada que vivió a finales del año pasado cuando terminó su relación con el periodista Jorge Ramos”. “Un rompimiento va pasando por etapas y ahora ya estoy en la etapa de quedarme con las cosas buenas”.
Va mi porra para la pareja: “¡¡¡Beeessso, beeessso, beeessso!!!” (los causantes veracruzanos todos deben seguirme a ver si así hacemos que su embeleso sea tanto y a tal grado que al momento de armarse el presupuesto de ingresos para el 2012 esté flotando en una nube de amor, escuchando perdidamente música celestial de arpa, de clavicordio –como en el óleo de Nicolas Poussin, que se exhibe en el Museo del Prado, en Madrid, donde se ve a Santa Cecilia cautivando con su música de clavicordio a unos niños y a unos angelitos–, y se le pase o se le olvide subirnos los impuestos).
Pues un serio problema más tiene enfrente el Ejecutivo. Ahora, cuando más necesita a su estratega económico y financiero totalmente concentrado en ver cómo y de dónde se sacan más recursos; cuando requiere que nada ni nadie lo distraiga; cuando lo requiere despejado, ¡se atraviesa Cupido!, y contra Cupido no hay defensa, como pasa en el beisbol con la base por bolas.
Por si las dudas, seguramente los miembros del gabinete empezarán a hacer sus ahorros para el esmoquin, para el regalo de bodas o a preparar su tarjeta de crédito comercial para ir la mesa de regalos de Liverpool.
¿Estrategia de Tomás y de Ana y del PRI para restarle impacto al romance de Marcelo Ebrard y Rosalinda Bueso y el PRD? Por adelantado, una cosa si tenemos que agradecerles a nuestros paisanos: por un día, por algunas horas, con su romántico romance, nos han hecho olvidarnos de la violencia, de la delincuencia; nos han dado el relax que tanto necesitábamos. Todo sea por ¡el amore!, ¡el amore!, como dirían los italianos. Y ¡salud!
Muchos se siguen preguntado qué quiso decir o por qué dijo el rector Raúl Arias Lovillo el lunes pasado en Ixtaczoquitlán, sede del campus Cordoba-Orizaba-Ixtaczoquitlán, que: “Nuestra Universidad (Veracruzana) no improvisa ni juega con su futuro”.
Ello lo mencionó durante la inauguración de cursos ante casi dos mil estudiantes de nuevo ingreso. Sus palabras las expresó dos días después de que se informó que la plantilla estudiantil de la nueva Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV) antes IVES se incrementó de 20 mil a 48 mil estudiantes en todo el estado. Seguramente una cosa no tuvo que ver nada con la otra; seguramente, pues no debe olvidarse que la nueva UPAV es un proyecto del también nuevo gobernador, ¿o sí?
En Xalapa, en el área del parque de Los Berros, vi ayer a trabajadores del Ayuntamiento podando árboles. Sierra en mano mochaban grandes ramas. Ojalá y hayan estados seguros que verdaderamente representaban un peligro y no se esté desforestando con el pretexto de una “bella” Xalapa.
Se ha dicho que muchos árboles, como la araucaria que derribaron frente al mercado y la iglesia de San José, estaba añosa y representaba un peligro. Creo que a todos nos hubiera gustado saber la opinión de verdaderos expertos y especialistas reconocidos. Que sea para bien.
En Guanajuato he visto protestas públicas y me ha llamado la atención que los grupos salen con sus pancartas y sus gritos y sus reclamos, pero siempre procuran no entorpecer la vialidad, con lo que de paso no molestan sino que sorprenden a los visitantes como los de Xalapa. Guanajuato tiene calles estrechas y una comunidad estudiantil como las de nuestra capital. Ayer, verdaderos estudiantes de Humanidades salieron a protestar de nuevo por el alza al transporte, pero ahora lo hicieron sin bloquear calles ni secuestrar autobuses ni causar desmanes y se deslindaron de los que se decían sus líderes. Tiene que reconocérseles.
Sus demandas no están fuera del alcance: freno al alza, rebaja a los sueldos de los funcionarios y que no se ponga en marcha lo de un día sin camión porque motivará que haya menos unidades. Protestar es un derecho, reclamar también.
Si se hace en forma pacífica, las autoridades tienen que escuchar y dar una respuesta. El clima que se vive no está para más desencuentros. Ojala prive el diálogo y el entendimiento. Sí a todas las causas justas.