La intención es buena, la improvisación no. Por eso –y no es para celebrarse sino, al contrario, para lamentarse dado los graves problemas viales que padece Xalapa– se anticipa que el programa piloto (así se le calificó cuando fue presentado) “Un día a la semana este taxi No circula”, que iniciará el domingo, no funcionará, será un fracaso porque, de hecho, la criatura nace muerta.
Con bombo y platillo, trombón y corneta, confeti y espanta suegras, el pasado 15 de junio se anunció, en conferencia de prensa, que a partir del 28 de agosto dejarían de circular diariamente por las calles de la capital un promedio de 1,685 taxis de los 8 mil que circulan en la región, o sea un 20 por ciento de ellos, con el propósito, entre otras cosas, de disminuir los congestionamientos viales en la zona conurbana Xalapa-Banderilla-Tlalnelhuayocan-Emiliano Zapata.
En específico, se señalaron cuatro objetivos: disminuir los problemas de congestionamiento vial; mejorar la calidad del aire; otorgar un día descanso a los choferes “para que eleven su calidad en el servicio” y enviar los vehículos a servicio para que se encuentren en buenas condiciones.
Cuando el 1 de mayo el secretario de Gobierno anunció por primera vez la medida, se generó de inmediato la inconformidad por parte de los taxistas, que armaron una ruidosa manifestación por el centro de la capital poniendo como principal argumento que dejarían de percibir automáticamente entre 1,200 y 1,500 pesos al mes, y que unos dos mil conductores dejarían de percibir de 600 a 750 pesos mensuales.
Esta semana, a punto de cumplirse el plazo, las protestas volvieron de nuevo. Contrario a ese argumento, el funcionario afirmó –no explicó con base en qué estudio o parámetro– que la medida provocaría un incremento de 20 por ciento en las ganancias de los taxistas que sí circularan.
Con esas cuentas alegres y sin conocerse los resultados del programa piloto que iniciará este domingo, el 19 de julio se anunció que la medida se aplicaría también para los camiones de servicio urbano; que, igual, el 20 por ciento de estas unidades dejaría de circular a partir del 28 de agosto, unos 280 camiones diariamente.
Cuando ya veíamos resuelto en gran parte el congestionamiento vial de Xalapa y una ciudad con aire puro y sin contaminación; cuando notábamos choferes bien descansados, sonrientes, hechos una amabilidad prestando un excelente servicio, de calidad, y cuando esperábamos que todos los taxis estuvieran en buen estado, el pasado 19 de este mes el nuevo director de Tránsito, Fidel Demuner Pitol, salió a decir que en el citado programa participarán sólo 1,685 taxis y que el promedio que dejará de circular será de sólo 337 unidades por día (ni siquiera en la cifra se pudieron poner de acuerdo).
La pregunta obligada es qué objeto tiene aplicar un programa y hacer una medición, si es que de verdad se hace, donde no participarán todos o la mayoría, es decir, ¿se podrá ver si hay mejora dejando de circular 337 taxis pero sí haciéndolo en cambio más de 6,300, que son los que no participarán en el citado ensayo?
Cuando se hizo el anuncio se dijo que la prueba duraría sólo ocho semanas, o sea un mes y medio, y que si se probaba la eficacia se extendería a otras ciudades del estado. ¿Dejará de haber contaminación si circulan 6,300 taxis contra sólo 337 que no lo harán, más las 140 mil unidades privadas que están registradas en la ciudad que lo seguirán haciendo? ¿Suena lógico? En qué cabeza cabe. ¿Mejorará así la vialidad?
Este argumento de la no contaminación lo echó por tierra el martes el delegado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Manuel Molina, quien manifestó que su dependencia hace monitoreos en diversas partes del estado, pero admitió que desconoce el dato más reciente sobre los índices de calidad del aire para Xalapa, pero que, de todos modos, por su misma orografía, la ciudad no presenta problemas de contaminación ambiental, pues está en la parte alta de las montañas.
Para qué esperar ocho semanas. El programa piloto nace muerto. Ahora se amenaza a choferes de taxis y de camiones urbanos con sancionarlos administrativamente si no dejan de circular. Risible porque ni siquiera han podido –o no han querido– hacer respetar el cobro de 7 pesos en unidades de transporte urbano de modelos atrasados, lo que hace preguntar dónde está la seriedad de las autoridades, dónde su autoridad, dónde su credibilidad.
Lo que ocurre en este caso refleja, a todas luces, que se trabaja sin planeación en algunas áreas de gobierno, que se improvisa, y lo grave es que en este asunto doméstico, que debieran haberlo enfrentado las autoridades municipales, lo asumió directamente el responsable de la política interna de la administración estatal, el segundo de a bordo después del Ejecutivo, que debiera reservarse para atender asuntos de verdadera relevancia e importancia para la vida de Veracruz, quien que, de esa forma, con un asunto menor para el estado –si bien de interés para Xalapa y los xalapeños–, se expuso a hacer un verdadero oso.
A menos que nos salgan dentro de un mes y medio con que el programa fue un exitazo –son capaces, son capaces–, creo que en algunas áreas del gobierno estatal deben replantearse sus objetivos, sus prioridades, para no exponer su credibilidad y de paso la de todo el Gobierno, de la institución.
Pero también esto que pasa, a escasos poco más de dos meses y medio de que el gobernador rinda su Primer Informe de Gobierno, debiera servir para observar qué funciona y qué no y darle una buena sacudida al árbol, de tal forma que inicie el segundo tramo de su gestión con un equipo renovado, experimentado, capaz, cierto, a la altura de los retos de Veracruz.
De todos modos, con el mayor optimismo y con el deseo de que Xalapa sea verdaderamente bella, por el bien de quienes aquí vivimos y de los que nos visitan, es de desearse que haya éxito. Mucho éxito.
Me despido por ahora enviando un abrazo solidario a Gustavo “Tavo” Cadena, viejo compañero, paisano y amigo mío, por el fallecimiento de su hermana Josefa Trinidad, cuya pérdida también siento. Que Dios reconforte a la familia. Que ella descanse en paz.