De una cosa podemos estar ciertos: contrario al plano político, donde la democracia es una simulación –por lo menos en nuestro ámbito–, en el terreno de las comunicaciones, en especial gracias a las modernas herramientas de la súper carretera de la información, vivimos una democracia plena, total, absoluta, pero además muy activa y participativa en materia de comunicación social no oficial.

Hasta hace relativamente poco, los ciudadanos nunca nos imaginamos que llegaría el momento en que podríamos decir lo que quisiéramos, con plena libertad, en el lugar donde estuviéramos y en el momento en que lo decidiéramos, pero que además podríamos cuestionar a nuestras autoridades, que si no nos escuchan, por lo menos sabemos que miles y miles sabrán lo que pensamos de ellas.

En el caso concreto de quienes escribimos porque escogimos el periodismo como profesión además de como oficio, antiguamente sólo teníamos las páginas primero, luego los micrófonos y más tarde las cámaras televisivas, para dar nuestra información, nuestra opinión, nuestro comentario.

 

Si nos cerraban páginas, micrófonos o pantallas, prácticamente nos silenciaban. Hoy tenemos las páginas web, que podemos crear nosotros mismos, los blogs, nuestros correos electrónicos, herramientas como facebook y el famoso –ahora de moda– twitter, que además nos permiten una circulación y una penetración que no conocen fronteras.

Lo maravilloso, además de su tecnología, es que están al alcance de todos; herramientas de las que pueden hacer uso lo mismo ricos que pobres, clasemedieros que marginados geográficos y sociales, ancianos que adultos, jóvenes y niños, alfabetos y analfabetos, e incluso, triste y lamentablemente, hasta delincuentes. Ahí sí hay democracia.
No por saberse sobra recordar que esa triple www que acompaña el método de acceso, el dominio y los ámbitos administrativo y geográfico, es decir, que completa la dirección de acceso a páginas de la internet, significa “telaraña mundial de la información” (world wide web) y que la internet (de International Network) son miles, millones de computadoras interconectadas entre sí a través de la red, o sea, en palabras muy simples y sencillas, que hoy día el usuario, el internauta, el ciudadano del mundo, no está solo, nunca, en ningún momento está solo, por lo que un concepto en especial cobra significativa relevancia: solidaridad; hay, existe la solidaridad entre esa nueva sociedad, esa nueva comunidad mundial que es la de los cibernautas.

Hoy, una manifestación de esa telaraña mundial, de las modernas herramientas, ha sacudido a Veracruz, ha dado un terrible coletazo para llamarnos la atención y recordarnos que ya está aquí, que desde hace mucho tiempo llegó pero que no se le ha prestado la debido atención ni se le ha dado, por parte de los gobiernos, la importancia que tiene y que se merece: la de las redes sociales.

Lo ocurrido en la ciudad y puerto de Veracruz el jueves marcará un hito, un antes y un después. El rumor difundido, repetido, multiplicado a través de twitter de que se estaban llevados niños de las escuelas (presuntamente por parte de delincuentes) y que generó el pánico colectivo que desató la histeria de madres, padres y alumnos y estudiantes (que no psicosis, como bien dijo a Notiver el psicólogo Salvador Sarmiento Vega, porque, explicó, la psicosis es una enfermedad mental donde se pierde el contacto con la realidad), ha puesto en relieve sobre la mesa el poder que ahora tienen los ciudadanos, la población, para expresarse aunque en los medios tradicionales no les abran espacio, y la urgente necesidad que tiene el gobierno de actualizarse –el boletín tradicional, el comunicado, el spot, ya no son suficientes, ya huelen a viejos, pronto sabrán a rancio– para hacer uso de las nuevas herramientas  a fin de contrarrestar rumores que alteran la paz social, entre otros usos, si no quiere verse rebasado en materia de comunicación social como se vio ese histórico 25 de agosto de 2011.

El día de los hechos, sólo el gobernador Javier Duarte de Ochoa metió la mano a la sobaquera, sacó su poderoso blackberry cuerno de chivo y comenzó a disparar para tratar de aniquilar a los rumorólogos y de paso defenderse y defender a su gobierno. Pero estaba solo, estuvo solo frente al fuego contrario, que no necesariamente enemigo, frente a cientos de twitteros que disparaban a diestra y siniestra sin pararse a pensar que habría cientos de víctimas colaterales, de civiles adultos, jóvenes y niños.

 

Pero, que se sepa, nadie más de su gobierno lo acompañó, lo acuerpó, lo protegió, lo secundó, se le emparejó y menos se puso enfrente para recibir la metralla twittera y protegerlo, defender la causa y defender a su jefe y de paso abatir a los malosos del twitter. Nadie.

En abril pasado Alejandra Sota, coordinadora de Comunicación Social de la Presidencia de la República, anunció en rueda de prensa que el gabinete del gobierno federal sería el primero en el mundo en tener una cuenta de Twitter “para establecer contacto permanente con la sociedad”.

 

Entonces se hicieran públicas las direcciones y se colocaron en el portal de la Presidencia: @FelipeCalderon, @FBlakeM, @PEspinosaC, @ErnestoCordero, @GGalvanG, @MarianoSaynez, @BrunoFerrariG, @HeribertoFelixG, @MMoralesI, @GenaroGarciaL, @SalvadorVegaC, @DionisioPerezJ, @JLozanoA, @JuanElviraQ, @JoseAMeadeK, @FMayorgaC, @LujambioAlonso, @JACVillalobos, @GGuevaraM, @AbelardoEscobar.

Del gabinete estatal sólo están activas, aunque las direcciones no están en el portal oficial, las cuentas de los secretarios Erik Porres Blesa (@erikporrres), Leticia Perlasca Nuñez (@PerlascaLety), Raúl Zarrabal Ferat (@raul_zarrabal) y de la ¿ya de nuevo oficialmente Coordinadora de Comunicación Social” Gina Domínguez Colío (@ginadomc). Tienen cuenta pero no han twitteado todavía Marcelo Montiel Montiel (@MontielMarcelo), Adolfo Mota Henández (@Adolfo_Mota_Hdez) y Tomás Ruiz González (@TomasRuizGlz). Gerardo Buganza tiene la dirección @buganza2010 pero la última vez que twitteó fue el 3 de julio de 2010 cuando escribió: “Todo en orden para que Javier Duarte sea electo Gobernador de Veracruz”.

 

José Tomás Carrillo tiene la dirección @JoseTomas_C y su útimo tweet fue el 1 de junio de 2009 (eso sí, abajo aparece la dirección de la página http://www.fidelidad.com.mx). No hay registros ni de Pablo Anaya Rivera ni de Iván López Fernández como tampoco de Reynaldo Escobar Pérez.

 

Pero no hay un solo tweet que registre que  alguien del gabinete trató de desmentir los rumores del jueves, de defender a Javier Duarte (dos de las preocupaciones de Erik Porres se pueden leer en su cuenta: “Me acostarè temprano ya que maÑana será un dia que se lo dedicarè a mi cuerpo! Haré mucho ejercicio” y “Se acerca la tmporada de Americano y la quiniela ya esta lista!”, ¡hágame usted el refavor cabrón!

Él afirma, me lo han dicho y yo no dudo que el gobernador Javier Duarte hace un esfuerzo por poner orden, por resolver los problemas, por enfrentar las carencias, por vencer los retos. Pero creo que, prácticamente, está solo en su gobierno. No se lo merece. Pero él, solamente él, tiene el remedio, la solución.