¡Ahora sí, chiquititos! ¡Agárrense que ahí les viene! ¡Pa’ que vean lo que es verdaderamente el twitterterrorismo! ¡A agrandar todas las prisiones! ¡A alertar a toda la ciberpolicía!
Cuando sigue en su apogeo la polémica por la detención de dos presuntos twitterroristas, que a juicio de casi todos no lo son, surge lo inesperado, que amenaza con desestabilizar, eso sí, a toda la sociedad y alterar la paz pública: ¡llega a México la red social Second Love!, que en una traducción libre –por lo menos yo así lo quiero traducir– bien se puede interpretar como “segundo frente”.

El portal informativo de Excelsior lo dio a conocer el pasado 30 de agosto: “México es considerado por Carla Couto como un país caliente y, por esa razón, decidió traer su red social Second Love, que permite tener contactos extraconyugales a personas con pareja o ya comprometidas, para que puedan vivir una aventura con otra gente que está en busca de encuentros sin compromisos o buscan un nuevo amor”.

¿Cómo la ven desde ahí? Nada más eso nos faltaba. Crimen organizado. Violencia. Crisis económica y ahora, de pilón: “En México iniciamos operaciones el 30 de agosto, y nuestra meta es llegar a 500 mil usuarios en el primer año. La finalidad es que las personas puedan entrar en contacto con perfiles afines, gente que está en la misma situación, y puedan hacerlo con seguridad, discreción y anonimato”, asegura la señora Couto.

¿México un “país caliente”? ¿En México con discreción y anonimato? Pues si hasta hay un dicho de que lo único que no se puede ocultar en nuestro país y acaso en el mundo entero es el amor y el dinero (y lo ratero).

Leamos lo que  dice la señora Carla Couto: sostiene que, en general, en una red social exclusiva como Second Love las personas encuentran “una comunidad segura, respetuosa y discreta”, ya que los responsables de la web hacen “un control del lenguaje usado, y de las fotos”.

“No estamos incitando a la infidelidad (no, pa’naa), quien busca encuentra. Hay muchos motivos para que una pareja busque otra, como la monotonía, las peleas, la incomprensión y el separarse previo al divorcio. Sí, vemos en ello un negocio. El costo de las cuentas premium, que es donde está nuestra ganancia, se dará a conocer el 30 de agosto, pues aún se analiza el costo final”, dijo Couto.
¡Urge! ¡Urge la tarifa! Lo que sea. Lo que cueste. ¡Al diablo la monotonía, las peleas, la incomprensión!

“En este país hay cincuenta millones de personas separadas, divorciadas o solteras que buscan conocer gente, enamorarse, formar pareja o sólo divertirse. Aquellos que ya tienen una relación, tienen que mentir en los sitios de citas tradicionales, en Second Love no”, señaló Couto. ¡Cómo! ¿De veras?

“La infidelidad no está implícita en esta red de ‘dating”’ (salir con alguien), ya que puede servir para encontrar parejas ocasionales, lazos de largo plazo o amistades sin que haya una relación física”. Sobre todo esto último, no, qué va. Ni pensarlo (aquí los del PAN se ponen a darse golpes de pecho).

“Según Second Love, datos de un estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) indican que 51 por ciento de los mexicanos rehúyen la infidelidad por temor a ser descubiertos y abandonados por su familia”.

“En tanto, un análisis de Consulta Mitofsky señala que 71% de los mexicanos se divorciarían en caso de enterarse de la infidelidad de su pareja”.

¡Vezzz! (con acento de chico de la Ibero). ¿Te imaginas al 51 por ciento de los sumisos, abnegados, sufridos, martirizados maridos mexicanos abandonados por su familia? ¿Y todo por una de esas cochinas nuevas redes sociales? ¿Te imaginas? ¿Acaso no es eso twitterterrorismo y del bueno?
“Más que hablar de infidelidad, la promotora de Second Love piensa que la red social permite hacer más feliz a la gente que se acerca a ellos”. ¡Vezzz qué provocación! ¡Y uno dedicado a su hogar, a su familia, a su trabajo y a la iglesia! ¡Vezzz!

“Sin dar más detalles, la empresa asegura que  encuestas aplicadas a sus usuarios indican que ‘su autoestima había mejorado’ y que se sentían ‘más satisfechos con sus vidas”. ¡Vezzz!

 “El perfil de los afiliados es el de varones y mujeres de entre 31 y 40 años de clase media alta, con estudios superiores y en muchos casos con hijos, que buscan nuevas emociones en sus vidas”. Nuevas y muchas emociones, sin duda.

Ya nomás por no dejar, porque no creo que a nadie le interese: “La red permite un registro gratuito de datos al que pueden acceder otros usuarios, enviarles mensajes y recibirlos”.

“En la ‘cuenta premium’ se  requiere una cuota de uso. Ésta permite buscar a personas afines en el portal, acceder a sus perfiles para conocerlas y contactarlas, así como responder a los mensajes recibidos”.

“La infidelidad empieza con la humanidad, es un tema de libre elección”, concluye Couto. ¡Vezzz qué filosofía! ¡Second Love ya, plis, plis”.

¿500 mil usuarios en un año? ¿500 mil nuevos ciberterroristas?
Pero, ya volviendo al caso de los encarcelados en Pacho, quien sabe si se habrá advertido que el daño puede ser mayor, grave y de largo plazo si se toma en cuenta que la detención ha inhibido a muchos usuarios que tienen temor a enviar mensajes mediante sus cuentas de twitter no los vayan a acusar de algún delito.

Me preguntó qué pasaría si un día cualquiera de veras se presentara una situación de emergencia y hubiera que alertar o avisarle al mayor número de personas y ante la ineficacia o insuficiencia de los medios tradicionales no quedara  más que el recursos del twitter o del facebook.

Acabo de comprobar en una oficina pública cómo había necesidad de transmitir información para prevenir sobre algunas posibles contingencias pero las personas lo pensaban mucho y lo primero que sacaban a relucir era que las podían meter también a la cárcel.

Cuando concluya la disputa legal por este asunto nadie responderá por los daños psicológicos que le han causado a los usuarios, que viven ahora con el temor de ser acusados de twitterroristas. No cabe duda. Debió haber habido responsabilidad de parte y parte.