Escribí el martes hace una semana (“El hermanamiento”) a propósito de la visita ese día del gobernador Enrique Peña Nieto: “El hermanamiento de este martes como quiera que sea significa la alianza política entre el gobernador de Veracruz y el futuro presidente de México con lo que, de paso, queda totalmente en claro que no hay apoyo ni para Fidel Herrera Beltrán, aunque ya se descartó para la «grande», ni para Manlio Fabio Beltrones, con lo que hoy también puede iniciar el principio del fin de la dirigencia priista que encabeza Héctor Yunes Landa, cuya abierta simpatía es con el sonorense, y acaso a eso se deba que le hayan cerrado ya la llave de los recursos (que de por si casi no se la han abierto), de lo que se están quejando en el CDE tricolor. Seguramente para la presidencia priista preparan o tienen listo ya a un duartista-peñanietista, en lo que constituiría una verdadera sorpresa, y no sería raro que al actual presidente priista en el estado le den una salida digna con una candidatura a diputado federal”.
En efecto, el principio del fin se inició casi en automático. Fue sintomático que al todavía presidente priista no lo invitaran ni al acto formal ni a la comida con motivo de la visita del mexiquense. Héctor se va. O lo van. O los “sectores” o la “base” o la “militancia” pidieron ya su salida. O se cumplió su ciclo. O presentó o presentará “su renuncia” para atender asuntos personales o “por motivos de salud” como se suele pretextar. Acaso su salida fue uno de los primeros acuerdos entre Peña Nieto y Duarte de Ochoa con motivo del “hermanamiento” de Toluca y Xalapa. Desde el viernes pasado el movimiento sucesorio está en marcha y tentativamente se manejan tres fechas probables para la reunión del Consejo Político Estatal extraordinario que formalizará el cambio: el 20 de septiembre o el 3 o el 8 de octubre próximos o cualquier fecha de finales de este mismo mes o bien de octubre pero que no pasará de la primera quincena.
Héctor Yunes Landa asumió la dirigencia estatal el 13 de marzo pasado –hoy hace seis meses– en un acto en el que reconoció al gobernador Javier Duarte de Ochoa que “Como hombre de Estado que es usted, sabe bien que en el ejercicio de la política los acuerdos y los compromisos son herramientas fundamentales. Celebro que además de saberlos construir los sepa usted cumplir”.
Todo mundo interpretó esas palabras como un reproche al ex gobernador Fidel Herrera Beltrán porque cuando el ex diputado local por La Antigua expresó públicamente su deseo de contender dentro de su partido para alcanzar la candidatura a gobernador siendo el líder del control político en la Cámara de Diputados, al cuenqueño no le gustó y le quitó la escalera para dejarlo colgado de la brocha pidiéndole que le entregara ese control, la representación, a cambio de la presidencia del CDE del PRI que, le ofreció, asumiría en forma inmediata. Aceptado el cambalache, el oriundo de Soledad de Doblado se fue del Congreso pero el entonces Ejecutivo no le cumplió y por el contrario desató una terrible campaña y persecución en su contra. Héctor aguantó y terminó entendiéndose en forma directa con el entonces candidato Javier Duarte de Ochoa a cuya campaña se sumó y recibió en reciprocidad el ofrecimiento de que sí llegaría a la presidencia priista como eran sus deseos, lo que se le cumplió como lo reconoció aquel 13 de marzo. Pero desde entonces también en el interior del gobierno se dijo –se ha dicho– siempre que el compromiso era llevarlo a la presidencia del CDE tricolor, lo que ya se le había cumplido, pero que no se le ofreció nunca otra cosa más.
Aquel 13 de marzo Yunes Landa dijo también: “Por mi parte, teniendo este tamaño de testigos de honor (los priistas congregados en la sala grande del Teatro del Estado), quiero que sepa señor gobernador que tengo perfectamente claro, que no me confundo, que no me hago bolas, que hoy asumo sólo la responsabilidad de la operación política del Comité Directivo Estatal, pero que el liderazgo del partido, ese solo lo ejerce usted, señor gobernador”.
Y lo sigue ejerciendo, tanto que ha dado el visto bueno para el relevo.
A favor de Héctor debe decirse que por lo menos lo que reflejan las fotos que ha pagado para que se publiquen en algunos medios, sus actos con la militancia por todo el estado han estado concurridos y que ha podido reactivar el priismo que de por sí nada más está queriendo, como comúnmente se dice, pues ahora que se ve seguro el triunfo priista con Enrique Peña Nieto todos quieren ser candidatos y participan sin que los llamen; pero Yunes Landa tiene dos pesados lastres que ahora gravitan en su contra: ostenta el fierro de otra ganadería política, la beltronista, y es aspirante al Senado, por lo que se pone en duda su imparcialidad para conducir el proceso electoral interno.
Se da por hecho también que ahora sí una vez que se haga el cambio en el CDE vendrá el de la dirigencia juvenil y el de la Liga Agraria en donde Bertha Hernández ha desempeñado un excelente papel como secretaria general, pero en ambos casos se han vencido los periodos estatutarios.
Bertha tiene abiertas las puertas para emigrar al Distrito Federal a continuar haciendo política con su cuasi hermana Beatriz Paredes Rangel, quien ya en una ocasión la hizo titular de una de las delegaciones del gobierno del Distrito Federal, aunque tampoco se descarta que reciba una invitación del gobernador Javier Duarte de Ochoa para integrarse a su equipo de gobierno, pero casi podría asegurarse que optará por quedarse en Xalapa y que se alejará de ajetreos, además para cuidar su salud y estar con su familia, cosas que, bien hecho, ella pone por encima de todo y de todos (apenas el jueves pasado desmintió que se resista a abandonar el cargo que ostenta e inmediatamente se puso a la disposición del Consejo de Desarrollo Rural para que se inicie el proceso de renovación de la Secretaría General de la CNC en el momento en que los miembros del consejo lo propongan).
De esa forma, el Revolucionario Institucional en Veracruz empieza a encauzar los trabajos para el proceso electoral de 2012.
Algo en lo que nadie ha reparado: a partir de ya, en el estado se va a empezar a vivir otro tipo de violencia, la política electoral interna priista, porque en ese propósito de querer ser todos candidatos, más ahora cuando se ven mayores las posibilidades de triunfo, la cubeta para darse con ella va a ser poco y todos los días van a amanecer decapitados… políticos por donde quiera. Informativamente, la cosa se va a poner buena. Esperemos programas.