Simple y sencillamente –y hablo sólo por mí mismo, pero creo que interpreto a muchos– yo quedé hasta la madre de la guerra de lodo que muy localizados rojos y azules protagonizaron en el sexenio estatal pasado y lanzo un ya basta ante el reinicio con filtraciones de conversaciones que quiérase o no son una forma de violencia como si en el estado no tuviéramos ya suficiente con todo lo que ha pasado.
Ya basta, porque ni esos azules ni esos rojos son precisamente un dechado de honestidad, de honradez. Tan corruptos han sido unos como otros. Las acusaciones, los señalamientos públicos y los desfalcos en las respectivas responsabilidades que tuvieron son del dominio público e incluso en algunos casos autoridades fiscales superiores han hecho denuncias formales. Tanto unos como otros debieran estar en la cárcel.
Ya basta porque usan a Veracruz como pretexto. Ya convirtieron durante seis años al estado en el ring para dirimir sus diferencias personales. Sólo causaron división, rencor, odio y con su retorno causan daño. Si tienen pruebas de lo que acusan debieran presentarlas junto con la respectiva denuncia formal ante la autoridad judicial competente. Todos se los reconoceríamos.
El veracruzano no es ningún tonto y nadie lo engaña. Sabe bien que este reinicio de guerra de lodo, de filtraciones, tiene como objetivo sólo descalificar al adversario ante la llegada del nuevo proceso electoral y que únicamente les interesa hacerse del poder para abusar de él, para medrar y acrecentar sus riquezas mientras el pueblo, el contribuyente sigue igual de jodido o peor. Mentiras que les preocupen de verdad las condiciones de la población.
Unos y otros debieran aclarar al pueblo de donde obtuvieron sus riquezas o cómo, de dónde salieron sus mansiones en el extranjero de las que se acusan, de sus aviones, de sus yates, de sus inmensas propiedades, de sus negocios, porque es claro que del sueldo que han ganado no.
Debieran devolver lo que se llevaron y que le pertenece a los veracruzanos. Los ciudadanos debiéramos castigarlos o desquitarnos no votando ni por unos ni por otros, por sus partidos, por sus intereses. Debieran dejar al estado en paz.
Con la violencia de la delincuencia organizada ya tenemos suficiente. Tengan vergüenza. No los queremos más. Ya han causado mucho daño. Disfruten de la impunidad de la que gozan, de sus riquezas mal habidas. Déjennos a los veracruzanos luchar por recuperar nuestra tranquilidad. No distraigan. Váyanse lo más lejos que puedan y no vuelvan nunca.
Y a otra cosa.
Es muy sencillo. Sólo hay que decir la verdad. Sin andar con rodeos dijo ayer el contralor Iván López Fernández que no han pagado a los empresarios a los que les deben –35 millones de pesos– porque no hay flujo de efectivo, es decir, porque el gobierno no tiene dinero. Para qué ocultar la triste situación económica oficial. Para qué tratar de justificar lo que no tiene justificación.
Creo que a los empresarios y a todos quienes leímos la declaración nos quedó ya muy claro que al Gobierno del Estado aplica perfectamente el clásico debo no niego pago no tengo. Para mi gusto, su primer informe debiera tomarlo el gobernador Javier Duarte para explicar cuál es la situación económica verdadera, que serviría a todos para saber a qué tirarle. Pienso que incluso es la gran oportunidad que tiene para que se deslinde de la responsabilidad que no le toca. Creo que si no lo hace, entonces, a partir de entonces, toda la responsabilidad será suya.
Compruebo que no sólo a mí me quedó la buena impresión que me quedó del Hay Festival. Leí ayer en el diario La Jornada que debido a su éxito se queda en Xalapa por lo menos los próximos cinco años. Peter Florence, director de los Hay Festival, que tiene varias sedes en el mundo, dijo que nuestra capital se sumará a ellas.
“Para ser el primer Hay Festival en la ciudad «ha sido muy exitoso, hemos tenido más de 18 mil personas, mucho más de lo que habíamos anticipado; al parecer ellos (se supone que los xalapeños) entendieron de lo que se trata: los jóvenes lo hicieron suyo y participaron. El Hay Festival, que prácticamente es el mismo alrededor del mundo, es una mezcla de ideas, de historias, de energía, muy difícil de describir; lo sabes hasta que lo ves. Aquí esto funcionó, hay una energía mágica entre los invitados nacionales internacionales. Es muy pronto para decirlo, en cinco años diremos cómo ha sido y qué ha pasado, pero hasta ahora luce bastante bien»”.
Dijo el señor Florence: “Queremos tenerlo aquí por los próximos cinco años, desarrollarlo, hacerlo crecer. Es una aventura; podemos decir que este parece ser el lugar perfecto para esta aventura: el contexto es bueno, hay simpatía y, lo más importante, es que la gente es adorable, no pudimos haber pedido una mejor bienvenida”.
Decía ayer que aunque las autoridades no asistan deb
erían apoyar este tipo de actividades y que: “Si son inteligentes, habrán comprobado o habrán de comprobar que no hay mejor forma de proyectar la imagen positiva de Xalapa y de Veracruz. Más ahora cuando lo necesita urgentemente.” Parece que esto lo avala Cristina Fuentes La Roche, directora de Hay Festival Latinoamérica.
“Evidentemente, se tomó en cuenta el contexto de violencia que se vive en México, pero ninguna de los autores canceló su participación por esa causa. Sí hubo cancelaciones «dos o tres, como ocurre en todos los festivales, pero ninguno se debió al tema de la violencia. Creemos que la conversación que propicia el festival es un acto de tolerancia, de libertad; creo que sentarse a hablar, a discutir, es un acto de civismo también. Hemos tenido temas que van desde la literatura y la poesía a la migración. Estos encuentros sirven para buscar soluciones, creo que es un gran reflejo de lo que se tiene que hacer, creo que conversar es algo fundamental»”.
Qué mejor promoción para Xalapa y para Veracruz. Qué mejor respaldo al esfuerzo de las autoridades en la promoción de la imagen positiva que anunciar que continuará aquí el Festival. Es de pensarse que el gobernador Javier Duarte de Ochoa ofreció todo su respaldo y apoyo y tiene que reconocérsele. Por lo pronto, ayer leí que la alcaldesa Elizabeth Morales ha hecho la petición formal e hizo su ofrecimiento de que el próximo año echará la casa por la ventana. Que así sea.