No estaba muerto ni andaba de parranda, se podría parafrasear con esta letra de una pegajosa canción que puso de moda en el siglo pasado el famoso grupo musical Los Joao, de Xalapa, acerca de la ubicación del secretario de Finanzas y Planeación del Gobierno del Estado, Tomás Ruiz González, de quien en “Prosa aprisa” del jueves pasado pregunté ¿y dónde está el copiloto?, porque poco o nada se sabe de él, no se le ha visto en público hace un buen rato y menos ha hecho declaraciones ni se han emitido boletines de prensa de su dependencia.

Pero según fuentes bien informadas, Tomy Ruiz ha estado y está trabajando de la forma más callada posible, alejado de los reflectores mediáticos, pero dando grandes y efectivos resultados algunos de los cuales el gobernador Javier Duarte de Ochoa ha estado mencionando ya en los actos públicos que ha encabezado últimamente y otros que seguramente habrá de presumir en su primer Informe de Gobierno dentro de escasos 20 días, que serán la presa fuerte que se ofrecerá a los veracruzanos.

Si bien el economista, financiero y político con origen en Coatzacoalcos mantiene su noviazgo con la actriz también veracruzana Ana de la Reguera, se da tiempo para todo y para nada descuida su principal cometido que es garantizar al gobierno de Duarte de Ochoa salud y solidez financiera que, según los informes recibidos, ya se tienen plenamente garantizados y que permitirán realizar una gran obra material y muchos otros programas sociales el próximo año.

De acuerdo a la información que obtuvimos, en efecto Tomás Ruiz ha estado ausente de Xalapa porque en las últimas fechas se dedicó en cuerpo y alma en la ciudad de México a concretar en los inmejorables términos para el Gobierno del Estado la reestructuración de la deuda aprobada por el Congreso local el pasado 28 de julio y que asciende a 30 mil millones de pesos, 12 mil 600 que se deben a la banca y el resto a contratistas y proveedores.

Si se recuerda, en aquella fecha el titular de la Sefiplan dijo que la reestructuración permitiría que Veracruz tuviera una situación holgada, utilizando solamente un porcentaje mínimo de sus ingresos, alrededor de tres o cuatro por ciento de los ingresos del estado por año para dar servicio a la deuda, lo que permitiría liberar recursos.

 

“Vamos a tener más recursos para invertir en lo que importa a los veracruzanos, que es seguridad pública, desarrollo social, educación, salud e infraestructura productiva, que a su vez generará recuperación económica y empleos”, mencionó entonces, lo que, de acuerdo a la información que poseemos, se logró ya y oportunamente se informará al Congreso.

Como consecuencia de ello, según nos confirmaron algunos asistentes, en días pasados el secretario de Finanzas se reunió con un grupo de alcaldes de los principales ayuntamientos de la entidad para notificarles que, por fin, ahora sí, en los próximos días llegarán los tan anhelados recursos públicos para la realización de obras sobre todo las relacionadas con las afectaciones por las inundaciones habidas en 2010, cuya liberación obstaculizó hasta donde pudo el Gobierno federal. Así que si ve por ahí a alguno de ellos que camina o anda de lado, no lo dude, es que lleva ya la bolsa llena.

Pero no sólo eso. Según, el intenso cabildeo y negociación que ha realizado Tomás Ruiz González en la capital del país permitirá ahora sí al gobierno de Javier Duarte cumplir su ofrecimiento que hizo el pasado 7 de agosto, según informó entonces el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Augusto Zamora Lara, de que sería en plazos de 60 y hasta 120 días cuando el Gobierno del Estado les cubriera las cuentas pendientes de pago tanto a  proveedores como a prestadores de servicios.
El empresario informó en aquella fecha que los dirigentes de cámaras empresariales habían sostenido un diálogo con Tomás Ruíz, quien les dijo que el gobierno  sólo estaba a la espera de que se concretara la contratación de un préstamo por 17 mil 600 millones de pesos autorizados al Ejecutivo del estado como parte de la reestructuración de la deuda, lo que al decir de los bien enterados ya se logró y en cualquier chico momento, más temprano que tarde, incluso tal vez antes del Informe se les llame para, cash, decirles que ahí está su lana, ustedes dispensen, muchas gracias, confíen en nosotros, continúen dándonos servicios y créditos, etcétera.

 

O sea, el Gobierno estatal cumpliría su palabra de pagar en el lapso señalado y la credibilidad de Tomy Ruiz y de la actual administración se iría por las nubes. Así que si también ve a comerciantes, empresarios, industriales, etcétera, con una sonrisa de oreja a oreja, ya ni les pregunte y pídales prestado.

Este rubro, el de la economía, es uno de los grandes y principales renglones que preocupan y ocupan a la administración, según escuché la noche de aquel jueves 13 de octubre al gobernador Duarte de Ochoa en la cena con un grupo de columnistas en la Casa de Gobierno, información que, por cierto, veo que ha estado dando a conocer públicamente en los actos que ha estado presidiendo y sobre lo que se ocupará en forma destacada en su Informe, según adelantó entonces.

Sobre ese particular, de acuerdo a información que obra en poder de “Prosa aprisa”, habrá anuncios de logros importantes  en los rubros de ingresos-egresos; de logros en ingresos propios concretamente en los impuestos sobre nóminas, de fomento a la educación así como sobre tenencia o uso de vehículos más los relacionados con los derechos de control vehicular; sobre el comportamiento de las participaciones federales y respecto a las acciones en la disminución del gasto, incluido lo ahorrado por el programa de retiro voluntario.

Pues sí, ni estaba muerto ni andaba de parranda. Dados los resultados que se tienen, sin duda Tomás Ruiz González seguirá siendo una figura clave y relevante en el actual gobierno y sus servicios serán apreciados sobremanera gracias a sus resultados. Quién duda que antes los apretones que continúe dando para mantener el control y el orden económico y surja la inconformidad entre sus compañeros de gabinete no va a tener todo, el total apoyo del Gobernador. Quién lo duda.

Por lo demás, qué bueno el saldo que se hará de la deuda a acreedores y prestadores de servicios pues sin duda eso reactivará la economía local, las regionales, impedirá despidos, hará que haya más circulante, acaso se abrirán nuevas fuentes de trabajo al tener más inventarios los comerciantes y empresarios con la llegada de la temporada comercial de fin de año, en fin, entre tantas malas noticias, una buena para Veracruz y  los veracruzanos y un buen respiro para el Gobierno del estado. Qué bueno por todos.