¡Pa’ su má! ¡Vengan esos cinco!, como diría aquel. Se quedó corto el empresario xalapeño Andrés Beceiro López cuando no bajó ayer de vagos a los diputados de todos los partidos.

 

“Los partidos políticos no deberían casi de existir, lo único que hacen es ponerse de acuerdo entre ellos para perjudicarnos a nosotros. No hay un solo partido político en el país que se mantenga solo, a todos los mantenemos nosotros y encima de eso nos vienen a perjudicar.

 

 Por eso insisto en que son muchos diputados para la nada que hacen. No tenemos por qué mantener vagos”, dijo el presidente de la Alianza de Empresarios Veracruzanos. Ahora sí, mi dirigente, qué se toma usted.

Según una nota informativa de la reportera Ángeles Godoy Morales, del portal alcalorpolítico.com, el también comerciante se quejó por los elevados salarios que perciben los 500 diputados federales. “Únicamente deberían existir 5, pues el resto sólo cumplen la función de levantar la mano y votar de acuerdo a lo que sus coordinadores de bancada les dicen".

Beceiro, que se ha dejado apapachar por el poder priista y que tiene sus pecadillos como haber obtenido algunos favores en el sexenio pasado, se ve que ya está hasta la madre de que lo sangren como sangra a muchos mexicanos el sostenimiento de los supuestos representantes populares pero también las malas decisiones que toman, reformas que, supuestamente, como el Gatopardo, introducen “cambios” pero sólo para que nada cambie, para que se mantenga el estado de cosas o sea los privilegios de esa bola de vagos como le llama él, aunque siendo justos habría que admitir que uno que otro, contados con los dedos de la mano y sobran, se salva.

“Expresó que el dinero de los contribuyentes debe destinarse a seguridad, educación y salud, «no lo damos para mantener a una partida de gente que lo único que hace es ver a qué ubre de la vaca se acomodan que se llama gobierno e impuestos»”, dijo y remató: “Con los 5 coordinadores tenemos más que suficiente y nos ahorramos 495, además de todos los que nos podemos ahorrar en todos los estados, que son bastantes. No mantendríamos a esas personas”.

Me hubiera gustado que la colega reportera hubiera mencionado en dónde dijo esa declaración o a propósito de qué, pero no dudo que prácticamente toda la  población fuera de los directa o indirectamente beneficiados (los diputados y sus familiares y socios o cómplices) avala las declaraciones de Beceiro porque reflejó lo que piensan, y aunque habló directamente sólo de los diputados federales, es de suponerse que su acusación incluye también a los diputados locales que, igual, no cantan mal las rancheras.

(Por cierto, señor Beceiro, ya que asoma usted la cabeza, ¿y qué de las empresas de su hijo, LABSA, S.A. de C.V. y Especialidades Médicas del Sureste, S.A. de C.V., con las que su hijo Andrés Beceiro Delfín se convirtió de la noche a la mañana, cuando usted empezó a apoyar al anterior gobierno, en proveedor de la Secretaría de Salud estatal  y que presuntamente vendió y está involucrado en el negocio de las medicinas piratas, chafas o caducas contra el cáncer en el que están involucradas autoridades de Salud y otros funcionarios del sexenio pasado? ¿Cuánto les dejó el contrato? ¿Su protesta es para hacer presión y que no le sigan con los intentos de investigación?)

Pero precisamente, el sábado, inesperadamente recibí una llamada telefónica del joven diputado local priista Américo Zúñiga Martínez, quien aparte del saludo y otros comentarios me expresó su preocupación por la muy mala imagen que tienen los diputados y su deseo personal por tratar de mejorarla con decisiones y acciones que muestren a los ciudadanos y electores que son entendidos y atendidos, que están bien representados y que no se equivocaron con su voto, y aprovechó para hacerme saber lo que también hizo público: que sería deseable que ante la próxima comparecencia de los secretarios de despacho con motivo del primer Informe de Gobierno también lo hiciera el ex Procurador General de Justicia Reynaldo Escobar Pérez para que explique e informe sobre su cuestionada actuación al frente de la dependencia.

Lo sentí sincero en su preocupación –en lo personal me cae bien y con el paso de los meses estoy convencido de que hubiera hecho un mejor papel en la alcaldía que Elizabeth Morales García–  y lo remití a su padre Guillermo Héctor Zúñiga Martínez, hoy merecidamente rector de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz, quien dentro y fuera del poder nunca se dejó manipular o se rebeló y protestó contra injusticias, malas decisiones, arbitrariedades o abusos de los poderosos, sufriendo las consecuencias, con lo que le quise decir que ojalá y él lo secunde porque, debo decirlo, conociendo como conozco a prácticamente todos los políticos, su modo de actuar, su psicología, su modus operandi, me cuesta trabajo creerles y nada me decepcionaría más de él que su llamado a que compareciera Escobar Pérez no fuera más que una maniobra para tratar de limpiarle su pasado con miras a que su partido lo postule como candidato precisamente a diputado federal a cambio de que dentro de dos años el ex fiscal lo apoye para que sea el próximo presidente municipal.

Por lo pronto, lo cierto es que tanto Beceiro como Américo coinciden en la percepción del veracruzano, del ciudadano común, en el poco o nulo beneficio que representan los diputados, federales y locales por igual, en que es de mentiritas su autonomía, en que están sometidos sin chistar al Ejecutivo, en que lo que menos les interesa y por lo que menos luchan es por los intereses de quienes votaron por ellos, en que los de la llamada oposición, con sus excepciones verdaderamente excepcionales, hacen como que se oponen y a cambio de eso salen millonarios, etcétera, etcétera.

Pero la explosión que tuvo ayer Andrés Beceiro debiera preocupar a los partidos políticos porque ese ¡ya estoy hasta la madre! bien podría contagiar a los demás ciudadanos y éstos desde ahora agarrarles ojeriza y desquitarse en las urnas el próximo 1 de julio de 2012. Cuidado.

Enrique Peña Nieto entró apenas ayer a la era del twitter –@epn–  y según leí en el portal de Excelsior, aun cuando todavía no tenía ningún tweet, tan pronto abrió su cuenta en poco más de media hora ya tenía 20,000 followers, o sea seguidores, y para la anoche la cifra había subido a 35,000.

 

El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, tiene 228 mil 879; le sigue Andrés Manuel López Obrador, con 106 mil 736 y luego Josefina Vázquez Mota con 76 mil 374 seguidores. A ver en qué tiempo los rebasa el “muñecazo” como le puso el caricaturista Magú ayer en La Jornada.