+ “Hay que sacar a la Suprema Corte de sus oficinas de mármol”: magistrada.
Abrazote para sensei Bernabé, por su reconocimiento en Hidalgo
—Chopenjawer
Esta semana se pudo leer a dos columnistas de peso, muy informados, en el periódico El Universal: Mario Maldonado y Claudio Ochoa Huerta. Ambos hablaron sobre el pesar que ahora tiene el senador Adán Augusto López Hernández en su búsqueda para ser candidato a la Presidencia en 2030, desde su posición privilegiada como el mandamás en el Senado.
Un pequeño contexto: en Veracruz, Adán Augusto tuvo como aliados a un grupo de ex priístas añejos y ya muy quemados que vieron una oportunidad de regresar por sus fueros en el diputado federal Sergio Gutiérrez Luna, al tratar de impulsarlo como candidato a la gubernatura y a Adán como candidato a la Presidencia.
Pero se toparon con la triste situación del priato (ya sea el disfrazado de otro color, infiltrado o el militante): no traen la estructura de antes, no tienen dinero, no tienen maquinaria.
Por ejemplo, Gutiérrez Luna es muy amigo de Jorge Wade Zúñiga, actual dirigente del sindicato petrolero en Minatitlán, mismo que alguna vez controló el Comité Municipal del PRI más fuerte de todo el país. En ese tenor, se suponía que el voto petrolero le hubiese favorecido e incluso lo hubiese puesto casi al borde de convertirse en candidato de Morena a la gubernatura en 2024, en lugar de Rocío Nahle, pero la realidad lo puso en su lugar: Gutiérrez Luna estuvo entre los últimos lugares, superado por Nahle, el actual senador (supuestamente) morenista Manuel Huerta, el ex secretario de Gobierno, Eric Cisneros; entre otros.
En ese sentido, Adán Augusto ni siquiera figuró en Veracruz.
Al polémico presidente de la Junta de Coordinación Política en el Senado también se le conocen dos aliados fuertes en la entidad y ambos son mencionados por los columnistas de El Universal.
El primero es Fernando Padilla, constructor originario de Poza Rica, quien ha tenido grandes contratos con la 4T. Recientemente, al empresario se le ocurrió hacer su fiesta de cumpleaños en la famosa hacienda Zimpizahua, de Coatepec, donde por dos días tiraron la casa por la ventana con artistas de la talla de Julión Álvarez y Grupo Firme. (En la red social X incluso corre una información de que se habrían utilizado helicópteros para el traslado de artistas, los cuales aterrizaron en la parte posterior de dicha hacienda).
En esa ocasión, los “gutierrezlunistas” aprovecharon para soltar rumores de que Adán se había reunido con la gobernadora Rocío Nahle, pero la propia mandataria lo desmintió. Lo que sí fue cierto es que Adán Augusto se paseó en Coatepec y dicen que venía muy bien acompañado, al grado de que no permitieron fotos de los invitados a la fiesta.
A Fernando Padilla también lo señalan de ser el patrocinador de la senadora chihuahuense Andrea Chávez (quien quiere ser gobernadora de ese estado), a quien mencionan como una amiga íntima de Don Adán, y eso lo comenta Claudio Ochoa en su columna del 6 de abril.
“La bola de nieve en la que se metió la senadora de Morena, Andrea Chávez, al confesar sus delitos electorales en la radio nacional terminó por estrellarse en la figura de su principal promotor, Adán Augusto López Hernández. Desde que la chihuahuense aceptó en el programa de Azucena Uresti que las caravanas médicas que circulan con su imagen eran una donación de un empresario cercano al tabasqueño”.
Otro empresario mencionado por Claudio Ochoa y ligado a Adán Augusto es Maclovio Yáñez, radicado en Veracruz pero de origen tabasqueño; en la aldea ha tratado de colocar a su equipo de fútbol como los próximos Tiburones Rojos (marca desaparecida por deudas).
Maclovio fue también de los empresarios que se beneficiaron de contratos federales, especialmente de Petróleos Mexicanos.
En la columna, el analista detalla: “Fuentes al interior de Morena revelan que al término de la campaña interna por ver quién sería el candidato o candidata para la elección presidencial, al entonces presidente de México le llamó la atención que quien más gastó fue su amigo Adán Augusto. Pidió una investigación a las áreas de confianza y desde aquel entonces el resultado arrojó nombres comprometedores. El primero de ellos fue el de Fernando Padilla, el financiero de las caravanas médicas de Chávez, pero también Maclovio Yáñez, quien se presenta como ahijado político de Adán, y Luis Huberto Montaño, dueño de la arrendadora ‘Lumo Financiera del Centro’ y personaje cercano al expresidente Enrique Peña Nieto”.
Prosigue: “Los trabajos de inteligencia encontraron que estos nombres formaron una red de trabajos en obra pública, facturación y venta de medicinas que luego concluyó en el gasto desmedido de la precampaña presidencial de López Hernández”.
En este sentido, se plantea que estos mismos personajes o algunos de ellos estarían financiando al ex gobernador de Tabasco para ganar terreno en las elecciones federales de 2027 para renovar la Cámara de Diputados y continuar con su plan maestro de ser el candidato a la Presidencia en 2030, compitiendo posiblemente contra Marcelo Ebrard, Omar García Harfuch o el propio Andrés Manuel López Beltrán.
Otros aliados de Adán Augusto en Veracruz para esta aventura en el futuro próximo, son los Yunes Márquez, la familia encabezada por el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
El analista Mario Maldonado, en su columna del 4 de abril, comentó sobre una situación donde el tabasqueño reventó una reunión programada para el 2 de abril a las 9 de la mañana con senadores, para tratar temas de la elección del Poder Judicial.
“Las versiones coinciden en que la situación se dio como resultado de un berrinche, pues se asegura que el tabasqueño, ex secretario de Gobernación, sigue sin poder superar el fracaso que le representó el asunto de la afiliación del senador Miguel Ángel Yunes Márquez a Morena, la cual fue rechazada por la Comisión Nacional de Honor y Justicia”, detalla el columnista.
“Para Adán Augusto era de vital importancia que los Yunes se pusieran la camiseta guinda. Muchos ya veían a Miguel Ángel como su candidato a la gubernatura de Veracruz”, subraya.
De igual manera, asegura que “Yunes Márquez fue rechazado del partido por decisión directa de la presidenta Sheinbaum, y Adán Augusto, en represalia, se negó a participar en la reunión a la que convocó directamente, mediante el chat de los senadores, Luisa María Alcalde”.
Esto no sólo confronta al senador con la Presidenta de la República, sino que también ya tiene en contra a la presidenta del partido e incluso al presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña, con habría tenido reclamos en privado, aderezados por “rencillas con el tabasqueño por la intención que tiene de colocar a Andrea Chávez como presidenta de la Mesa Directiva”.
Luego entonces, para Adán Augusto fue muy dura la derrota que le propinó la gobernadora Rocío Nahle, al no poder afiliar a Miguel como militante de Morena.
Para el senador fue un golpe fulminante porque le arruinan parte de los planes tenebrosos que tiene, ya que sus principales aliados políticos en el estado quedan apestados y casi a la deriva, con un patriarca (Yunes Linares) casi retirado de la vida política. Aparte, no los quieren en el PAN los verdaderos panistas, no los quieren en el PRI los reales priistas, no los quieren en el Partido Verde (franquicia de la familia Herrera, archienemigos de los Yunes), y los de Movimiento Ciudadano se pitorrean del apellido.
Los que les hacían ojitos son los del PT y pareciera que esa sería la única opción de franquicia que les queda a los Yunes para comprar en Veracruz. El problema es que los petistas se pusieron sus moños en la repartición de las candidaturas en lo que iba a ser la alianza Morena-Verde-PT para los ayuntamientos y prefirieron irse solos con resultados muy malos en las encuestas. Ahora están a punto de quedar fuera de la llamada Cuarta Transformación, por lo que tampoco sería algo viable para los Yunes y Adán Augusto.
Otro aliado que ha perdido “power” en Veracruz es el senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara, ya muy metido también con los Yunes y atacando a compañeros de su propio partido. Huerta, al igual que Adán, no entiende que hay jefas políticas a las que se tienen qué reportar: la presidenta Claudia Sheinbaum y la gobernadora Rocío Nahle, aunque les duela su machito corazón.
En Tabasco (que es un estado muy pequeño, de poca votación) Adán Augusto también perdió poder: su gallo a la gubernatura, Raúl Ojeda, quedó en tercer lugar y con el actual mandatario, Javier May, mantiene pleito al grado de que éste lo señala de haber permitido que creciera la delincuencia organizada en el estado natal del ex presidente López Obrador.
Así que, en resumen: Adán no tiene el gran respaldo que en Veracruz buscaba a través de los Yunes (vaya ideota; acá no los quiere nadie); su amigo Sergio Gutiérrez sigue sin tener estructura real en la entidad; a Manuel Huerta ya le desarmaron su andamiaje; y sólo tiene un par de empresarios millonarios en la entidad, que si les rascan en la Unidad de Inteligencia Financiera, lo terminarían dejando solo.
De hecho, por lo que se lee en El Universal, ya le están mandando mensajes al senador “rebelde”.
Pero eso sí, le quedarán los buenos recuerdos de una legendaria peda, con buena compañía, en Coatepec. Ahí en la hacienda donde dicen que llegó desde Cuba la primera mata de café a la América Continental, en tiempos de la Conquista.
ÚNICA NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: Este fin de semana estuvo de visita la magistrada Lorena Josefina Pérez Romo, candidata a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien propuso en su conferencia ante integrantes del Colegio Nacional de Abogados Penalistas A.C., en Boca del Río, que el máximo tribunal del país salga de su zona de confort: “sacarla de esas oficinas de mármol y llevarla a cada comunidad para sesionar frente a la gente”.