La delegación federal de la Secretaría de Desarrollo Social vuelve a estar en el ojo del huracán, y no hay salida para desmarcarse de lo anterior diciendo que se trata de ataques políticos, porque ni siquiera estamos en tiempos de campaña.
Marcelo Montiel Montiel, aún estando abrumado por las enfermedades degenerativas y propias de su edad, se aferra con todas las garras a lo que representa a la delegación más importante de todas en Veracruz: el manejo de sumas millonarias de dinero.
A la par, sigue sosteniendo su proyecto político apoyando con todo al senador Pepe Yunes Zorrilla a la gubernatura, hasta con redes de tuiteros falsos.
Recientemente, su operador financiero Víctor Rodríguez Gallegos (y según cuentan, galán tropical que se rodea de hermosas mujeres para presumir entre los cuates), fue nombrado como dirigente del Movimiento Territorial en el estado, con miras a saltar a la diputación local o la alcaldía de Coatzacoalcos, donde Marcelo tiene su feudo.
Pero recientemente se le salió de control el gallinero y han estado dándose con todo dos pupilos muy íntimos: Joaquín Caballero Rosiñol, actual presidente municipal, y el ex alcalde Marcos Theurel Cotero. Se acusan de todos los males mutuamente.
Esto a la par de los graves señalamientos que Montiel tiene desde el Altiplano, como el desvío de recursos millonarios en diversos programas sociales que ya es motivo de intervención solicitada a la Auditoría Superior de la Federación.