Los políticos deben entender que los medios de comunicación son empresas. Que como tales tienen intereses particulares, así como los políticos.
Los medios de comunicación no están para complacer banalidades: están para señalar, para criticar y a veces para saludar lo que se hace bien, pero sobre todo para informar. Esta tarea la realizamos todos los días miles de medios que hay en el estado de Veracruz, que se dice es la entidad federativa donde más periodistas y empresas de comunicación existen.
Los medios también comercializan espacios y es ahí donde se generan a veces conflictos porque una cosa es anunciarse y otra es querer comprar la línea editorial, cuestión que ya queda a criterio de los dueños.
Pero todos, sin excepción --se insiste-- tienen sus intereses comerciales y políticos.
Uno de estos medios es el Notiver, el popular periódico con base e influencia en la zona de Veracruz-Boca del Río, que cumple 45 años de haberse fundado y se ha convertido en una especie de manzana de la discordia, debido a que ha sido el principal crítico del Gobierno de Veracruz en los recientes años, pero toda la clase política está atenta a su influencia y distribución, que incluso es notable en Xalapa, a 100 kilómetros de distancia.
Sobre este medio, desde el pasado sexenio, el maestro César Vázquez Chagoya ya había dado a conocer irregularidades como la vinculación de los fallecidos periodistas Milo Vela y Yolanda Ordaz con el narcotráfico (lo que es confirmado por varios periodistas del puerto, excepto quienes los usan como bandera política para becas en el extranjero). Desde ese escenario de peligrosidad, fueron varios los reporteros que decidieron abandonar el periódico, pues el Notiver estaba infiltrado por la delincuencia organizada.
Cabe aclarar que no nos consta si Don Alfonso Salces Fernández, su propietario, tenía conocimiento de lo anterior. Si lo sabía, mal; si no lo sabía, peor.
Desde ese punto crítico se puede hablar de un declive en la calidad periodística del Notiver, pues quienes por años formaron parte medular del diario, dejaron la redacción para dedicarse a otros proyectos y prefirieron alejarse de problemas de ese calibre.
Habrá a quienes no les gusta el estilo de Notiver. Que les parezca aberrante la manera en que usan el lenguaje para sus encabezados creativos y exclamativos; o que critiquen la manera en que Salces hace periodismo… Pero el diario ahí está y es referente obligado para todo estudiante de comunicación y periodista profesional.
No son pocos los políticos que también checan su información por su alcance y trascendencia. Dicen por ahí que incluso algunos catedráticos de Comunicaciones usan al Notiver como ejemplo de lo que no debe hacerse en periodismo, pero sí debe leerse.
El gran secreto del diario de Salces Fernández es que ha sabido capturar la esencia del jarocho: no publica noticias a manera de información seria, sino a manera de chismes; con titulares llamativos. Si bien ahora ha perdido esa chispa, Notiver no deja de ser la referencia obligada en la zona Veracruz-Boca del Río, como lo es también XEU y otros medios como El Dictamen, el decano del periodismo en México.
Notiver ha mantenido su línea crítica y peculiar estilo que es del agrado del público jarocho. Tiene un gran proyección, aunque también ha sido notable su favoritismo hacia los intereses de la familia Yunes Márquez, encabezada por su patriarca Miguel Ángel Yunes Linares.
Una fuente nos cuenta una anécdota: en uno de esos días del sexenio del presidente Felipe Calderón, a la oficina de Don Alfonso llegó un Yunes Linares recién nombrado director del ISSSTE; que subió a esa oficina olorosa a cigarro y visitó al conocido español en compañía de su esposa; ahí, según cuenta la fuente, Salces habría cerrado tratos con el choleño.
REITERANDO LA DOLOROSA FAMA DE VERACRUZ
Veracruz tiene tristemente la imagen como el peor estado para los periodistas; y actualmente se vive el sexenio que será más recordado por las atrocidades contra comunicadores.
Notiver podrá tener su línea cuestionable, su cercanía con Yunes Linares, pero al final de cuentas es una empresa privada que tiene sus propios intereses, como también hay medios (todos sabemos quienes y me da hueva decir cuáles son) que fueron creados precisamente con la intención de inflar la imagen del gobernante y, según cuentan, sirven de prestanombres del poder; entre ellos una agencia de noticias cuyo dueño fue “bateado” por confianzudo con la familia del gobernador y otro impreso que debe estar lleno de basura, por aquello de que sólo tiene zopilotes.
Para varios compañeros a quienes se les preguntó el repentino ataque del gobernador Javier Duarte de Ochoa al Notiver, la estrategia del mandatario se les hizo innecesaria… ¿Qué necesidad de confrontarse con un medio de comunicación? ¿O de plano ya le vale que su sexenio, gobierno y legado estén marcados por las agresiones a periodistas?
En nada ayuda que el gobernador sea quien cuestione a un periódico consolidado, quizás mal hecho y ahora muy cuestionado, pues el mandatario, ni ningún político, tiene la autoridad moral para decidir sobre la línea editorial de un medio de comunicación.
Sea como sea, los medios permanecen, los políticos se van. Ahí están decenas de periodistas de la vieja guardia que han visto el paso del tiempo; que han visto como ascienden al poder algunos personajes, cómo se embrutecen y luego andan dando lástima: nadie los pela.
Lo que sí es muy nocivo, es que este grupo que ya se ha incrustado en la historia del poder veracruzano, permanezca con esa idea de combatir a los medios de comunicación no afines, pues entraríamos en un estado totalitario, con una facción autoritaria (por más que nieguen que lo son) que no soporta la manera de hacer periodismo en algunos medios como Notiver.
Pero les tenemos una noticia: esos medios llegaron mucho antes que ustedes al poder y han sobrevivido.
En una reciente comida con el gobernador, éste hacía referencia a que más que la persona, había que ver a las instituciones. El problema es cuando la “institución” personaliza y se deja llevar por lo que considera ataques; se convierte en persona y arremete contra otra institución, en este caso periodística.
¿Nadie le dijo al gobernador que era una mala idea atacar al Notiver?
Curiosamente opinan algunos que quien sale ganando en todo este pleito es el mismo Notiver y Miguel Ángel Yunes Linares; basta viajar al pasado para confirmar lo anterior: como el diario Política, de Xalapa, se consolidó cuando Yunes atacó de frente al periódico propiedad del desaparecido Yayo Gutiérrez; o cuando persiguió a José Pablo Robles Martínez, propietario de Diario del Istmo e Imagen, también con gran peso.
En fin, los medios ahí siguen; y los que se van, van agonizando con el paso del tiempo.
@pablojair