Anoche no recuerdo qué pasó. Anoche terminé mi trabajo de Godínez y me fui al Sanborns para seguir la costumbre Godínez. Me embriagué.
Mi trabajo es de comunicación, de seguimiento, estar al pendiente de lo que pasa en la ciudad, en el estado, en el país, a veces en el mundo, por lo que esta tarde preferí desconectarme de las noticias, de las redes sociales; sentarme arrinconado en el bar del tío Carlos Slim a pedir muchos “bulls” y ver deportes sin entender nada, sin conocer a los jugadores estrellas, ni quién juega contra quién. Solo, alejado de la revuelta realidad por un ratito.
Llegué en calidad de bulto cementero a la cama, desmayado. Despierto al día siguiente con una terrible agrura, gases insoportables para la nariz de la humanidad, y un dolor de cabeza más parecido a la peor de las migrañas: albañiles trabajando en mi cabeza…
La baba se arrastra por la funda de la almohada y, ni modo, a atorarle a las noticias… Otra vez…
¡No chingues! ¿Qué pasó?... (Haga de cuenta que sentí lo que Rick Grimes cuando despertó en The Walking Dead o cuando Jim finalmente terminó su coma de 28 días: un sentimiento postapocalíptico)
Por la tarde/noche resulta que Veracruz ya era algo así como Oaxaca con la APPO hace unos años: Palacio de Gobierno tomado y convertido en mercado popular, con tacos de perro y toda la cosa. La Casa Veracruz también tomada, por medio del discurso de la violencia, de la intolerancia, del insulto vulgar… (querían darles poder, y ya los irán conociendo).
Las imágenes son de un Xalapa que distaba mucho de ser la tradicional ciudad de las artes y cultura a la que muchos nos acostumbramos a ver. Hoy la capital de las marchas, los bloqueos, las manifestaciones. La rehén de las deudas y de los intereses políticos.
Pero también ya comenzaron los incendios. Que un grupo muy radical de Soledad Atzompa vino a reclamar por un hospital que tiene 10 años sin construirse y ayer, a veintitantos días de que termine el sexenio, se acordó de venir a protestar frente a la Secretaría de Finanzas también de manera violenta, quemando ramas y azuzando con prenderle fuego el inmueble. Así como las escenas más violentas que recuerdan a Oaxaca, a Guerrero… ¿Chingao? ¿Qué le pasó a Xalapa?
Lo peor fue la noticia de lo que hoy tiene 8 columnas: ¡GANÓ DONALD TRUMP!… El xenófobo, el misógino, el racista, el del discurso incendiario, será el nuevo presidente de los Estados Unidos. Se recuerda el mismo instante en que otro loco ganaba (sí, ese que están pensando): “Diosito nos agarre confesados. En fin, cada pueblo tiene el Gobierno que se merece y las masas tienden a equivocarse”.
Pero… No manches… ¿Qué fue de lo que me perdí? ¿En qué momento Estados Unidos apostó a favor de alguien que visiblemente le caía mal al mundo entero? ¿Qué demonios pasó?
La otra noticia es que el dólar ya por fin rebasó los 20 pesos. Hay quienes estiman que podría llegar a los 23. Para variar, me perdí el discurso del secretario que padece vitiligo y el monstruo inmenso ese que dirige el Banco de México, pero el mensaje era el mismo: todos tranquilos, México tiene estabilidad, bla bla bla…
Dicen que a la 1.45 de la mañana, oficialmente Trump ganó con 279 votos electorales y que Hillary le habló para felicitarle.
Los memes a todo lo que da en estos tiempos del internet revolucionario: todos coinciden en que Trump nos echará en cara la construcción del muro fronterizo. Temo más a que cumpla con su palabra de quitar del aire a Saturday Night Live.
El caos también invadió a Canadá: cayó el sitio web donde se informa sobre inmigración y visas para entrar al país de la hoja de maple. Se dice que son muchos los que viven en EEUU los que buscarían irse al país amable, al del presidente guapo que derrite a las mujeres que le gusta la política.
Este miércoles, las planas “sorprenden” también con que el PAN, PRI y PRD son amigos tomados de la mano con la canción “Happy Together” de fondo; que MORENA está en contra de todo y parece no caerle el veinte de la gran oportunidad histórica que tiene en el Congreso de Veracruz, para reducirse a meros diputados sin ruido, sin gas.
Ah, pero la mota ya fue aprobada en California para uso recreacional.
A la 1.53 de la mañana, Trump sale a celebrar su victoria, pero habla ahora en un discurso mesurado. No burlón, sino reconciliador. No obstante, la soberbia se le desborda, peligrosamente.
De las notas, destaca una de Sin Embargo: “El triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos desataría una cadena de acciones en contra de México y sus ciudadanos, que despertarían entre los electores un sentimiento nacionalista que favorecería a Andrés Manuel López Obrador, quien desde hace más de una década mantiene ese discurso”.
Es decir, parece que de aquí, a dos años, el que se enfila a la Presidencia es el hijo pródigo de Macuspana… ¡Aaaay weeeey! Sí… ¡Aaay weeey! ¡Que pinche cruda! ¡Que jodida madrugada! ¿Qué madres pasó?
EPÍLOGO
Hillary tenía mucho para impulsar la campaña de “La Calderona” Zavala. Si una mujer triunfaba en EE.UU., era muy probable que una mujer triunfara en México. Ahora se ve difícil.