Se dice, se comenta, que el candidato del PRI a la Presidencia de la República es ya el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. No por nada, hasta los diputados federales veracruzanos lo andan retuiteando y mamaseando en redes.
Es decir, dan como un hecho que el encargado de la política interna del país será el abanderado tricolor para competir contra Andrés Manuel López Obrador, quien seguramente irá por Morena; y por el abanderado que salga del PAN (en posible coalición con el PRD) que estaría entre Margarita Zavala o Ricardo Anaya.
Pero hace unos días trascendió previo a la sesión del Consejo Político Nacional del PRI realizado el 14 de diciembre, que éste tendría una dedicatoria especial al secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña, con miras al 2018.
Hay quienes dicen que ser secretario de Hacienda en realidad no es una posición que sea digna de presumirse, pues es la dependencia que se encarga de la cuestión del dinero… y de recolectarlo entre los mexicanos, algo no muy popular para pedir el voto.
Lo que sí es que Meade pertenece a una élite de políticos que lo ha llevado a ser secretario de Relaciones Exteriores, de Desarrollo Social y de Hacienda en ¡dos sexenios, con diferentes presidentes y de distintos partidos!.
En su paso por Desarrollo Social creó simpatía popular y es cuando más se le vieron a Meade posibilidades de ser candidato a la Presidencia de la República. En el caso de Oaxaca, por ejemplo, cuando la CNTE tuvo cerrados los accesos a la capital y otros caminos --y mientras el secretario de Gobernación se hacía bolas con el engrudo-- Meade dispuso de un trabajo discreto de movilización para llevar insumos a diversas partes de la entidad, sin hacer tanto ruido y andar de noticiero en noticiero.
Decíamos de la sesión del Consejo del PRI, donde según el portal Político.Mx, había tintes para ser “la punta de lanza para definir al candidato presidencial”, y que podría “tener dedicatoria particular para un aspirante como José Antonio Meade”.
Dicho portal subrayó en su texto del martes 13 de diciembre sobre “la propuesta de añadir un punto en los estatutos, que se refiere a la postulación de candidatos a cargos de elección popular donde se abriría la puerta a ‘ciudadanos simpatizantes’ para volverse aspirantes a diputaciones locales y ayuntamientos en 2017”.
Analistas y columnistas como Salvador García Soto y Raymundo Riva Palacio consideraron en su momento que todo esto sería formar un traje a la medida para funcionarios del gabinete como José Antonio Meade: “como ya no es obligatorio que los aspirantes hayan ocupado un puesto de elección popular a través del partido (lo que en determinado momento se buscó reinstaurar de forma infructuosa), el camino a 2018 bien podría volverse una autopista para el actual titular de Hacienda”.
Lo anterior viene a colación porque Meade al parecer sigue siendo un competidor fuerte para Osorio Chong y la lucha ya llegó a Veracruz.
Este viernes, en un patético pleito de declaraciones entre el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares y el senador José Francisco Yunes Zorrilla, el primero se le fue a la yugular al señalar que el peroteño defiende los intereses de su compadre Meade, mientras él defiende los intereses de ocho millones de veracruzanos (Aaawwww, ternurita bebé).
Lo anterior, porque el joven senador priista consideró como “aberrante” la desincorporación fiscal de la Federación (lo que también muchos seriamente consideran como una “jalada”) que ha promovido Yunes Linares porque el Gobierno Federal no le da recursos para “rescatar” a Veracruz, como lo prometió en campaña.
La contestación de Pepeyu a Miyuli se dio minutos después, cuando vía Twitter expresó: “Trabajo para los ocho millones de veracruzanos y, por eso, insisto que descoordinar fiscalmente al Estado sería desastroso para Veracruz… Descalificar tergiversando hechos dista mucho de la templanza con la que se debe gobernar… Lamento profundamente la visceralidad con la que el Gobernador de Ver. @YoconYunes responde a comentarios cuando no coinciden con los suyos.”
El fondo es que al parecer Yunes Linares ya trae entre ceja y ceja al secretario de Hacienda, a quien le ha estado tirando calabaza cada que puede como si fuese Meade el culpable de los males del Veracruz que Miyuli prometió rescatar.
Pero además, hay que recordar que Yunes Linares recibió en campaña todo el apoyo del grupo Hidalgo, que precisamente encabeza Osorio Chong, a quien los une una vieja amistad en la que se unen lazos como Jesús Murillo Karam (un sobrino suyo trabajó en la campaña de Yunes como asesor de seguridad), así como a Enrique Ampudia Mello, el ex secretario de Miyuli, quien supuestamente está peleado con él, pero nadie les creyó (excepto los Duartistas).
Y es que quizás Chong sea el segundo hombre en el gobierno del presidente Peña, pero el que maneja la lana se llama José Antonio Meade y eso tiene “peído” (algo así como muy encabronado) al gobernador de Veracruz.
EPÍLOGO: En este tenor, será interesante ver si Yunes Linares apoyará a su amigo Miguel Ángel Osorio Chong a la Presidencia; y saber si los panistas se lo permiten. Mientras tanto, acá en Xalapa, su líder Ricardo Anaya ya hizo el ridículo cuando lo invitaron los Yunes a fingir que “dormía” en Palacio de Gobierno. Si lo empinaron de manera premeditada o no, ya se sabrá.
@pablojair
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