Fueron muy destacadas las movilizaciones de este 8 de marzo con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer. Muchas manifestaciones de apoyo en redes sociales, en las calles, así como también expresiones artísticas como las que se llevaron a cabo en Xalapa y la protesta organizada por mujeres periodistas en Minatitlán.
Este 8 de marzo fue sin duda muy notable y el contexto no es para menos: en los últimos días se han incrementado los asesinatos de mujeres.
Y tales protestas y movilizaciones sí cimbraron, a diferencia de los “menzajez zizeados” de ya-saben-quién: en Xalapa, performance de la conocida creadora plástica y feminista, Wendy López, quien presentó “Embolsadas” en la explanada de la Plaza Lerdo: bolsas negras rellenas de periódicos que representaban los cuerpos de las mujeres que han sido tirados a las calles y envueltos en ese plástico. De ahí marchas y activistas tiradas por las banquetas del primer cuadro de la ciudad, recordando a las muertas.
En Minatitlán, mujeres periodistas convocaron a una marcha por la paz y en contra de los brutales homicidios que se han suscitado en la región, especialmente por el hallazgo de tres mujeres (una niña, una joven y una señora) en una fosa común cercano al CBTIS 213 de aquel municipio. Los asesinatos conmocionaron al municipio, pues no se recuerdan un episodio tan sangriento ni un nivel tan grave de violencia en la petrolera ciudad. A la marcha hacia el Monumento a La Madre, se unieron autoridades municipales y familiares de las víctimas.
Lo que también fue notable en dicha concentración fue una gran cantidad de “espías” que desde patrullas o puntos específicos se ubicaron para tomar fotos con celular. Lo que se le olvida a quienes los mandaron es que Mina es un pueblo chico y se conoce medio mundo, y era más que claro la presencia de “orejas” y policías haciéndole al informador político… ¿para qué? ¿qué necesidad? Era una manifestación pacífica para recordar a las víctimas de una violencia que no cesa y parece ir creciendo en Veracruz.
Y en pleno Día Internacional de la Mujer, uno de los diarios nacionales aliados del gobernador, el periódico REFORMA, sacó en primera plana la nota de que la esposa de Javier Duarte, Karime Macías, era una gastalona con tarjeta de crédito (¿te cae?), lo que en sí sólo fue una noticia mañanera que fue pasando rápidamente a segundo plano por el contexto del día y noticias más relevantes incluso a nivel nacional.
Pero ya se ve cuál podría ser la nueva distracción del Gobierno de Veracruz ahora que el efecto Duarte ya perdió gas.
Ahí están los reclamos al gobernador por los distintos problemas financieros y de seguridad; incluso éste ya agarró la maña de no contestar cuestionamientos, como si todo estuviera bien. No se extrañe si en días por venir, y al calor de las elecciones, se vuelva a retomar el caso Duarte en el discurso político y sea recargado ahora con el nuevo elemento de Karime Macías para “que nadie vea” los problemas que azotan a la entidad. Chido…
Por cierto que entre estos problemas se vuelven a ventilar diferencias entre colaboradores de primer nivel del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
Resulta que el jefe de la Oficina de Programa de Gobierno, Francisco Monfort Guillén dio declaraciones este miércoles a la prensa y una frase que llamó particularmente la atención fue --palabras más, palabras menos-- “que es necesario que Gobierno estatal haga una comunicación social diferente, más efectiva, más de rendición de cuentas que de promoción de resultados”.
El ladrillazo, directo a Elías Assad, el coordinador de Comunicación Social del Gobierno de Veracruz, casanova estatal y “consen” del gobernador Yunes.
Por ahí comentan que trataron de matizar el asunto en los medios, pero el golpe ya estaba dado: Monfort puso el dedo en la llaga. Parece que siguen los problemas internos en el paraíso, que hasta sombrerazos se dan entre ellos.
@pablojair