+ Coatepec: ola de asaltos.
+ Como en dos años atienden caso Winckler.
+ ORFIS y Contraloría a modo.
¿Otra vez se murió Chachita?
--Chopenjawer
A los panistas veracruzanos les cayó como una patada en las gónadas reproductoras masculinas el que, sin decirles "agua va", les hayan removido a su poderoso fiscal general del estado.
Por eso es entendible la reacción tan violenta que tuvieron ese día cuando quisieron entrar por la fuerza a las instalaciones de la FGE que ya eran resguardadas por policías estatales... pero se la pelaron.
La caída de Winckler debe haber sido mucho más que estrepitosa que la de Yunes cuando perdió la gubernatura prometida para su "Chiquito". El fiscal ya se hacía con el cargo nueve largos años (mucho más que el sexenio del gobernador) lo que le daba un poder enorme por tener recursos propios, autonomía, harto presupuesto para ejercer y hasta cuerpo policiaco propio: casi un minigober.
A lo anterior súmese que Winckler tenía la protección de un grupo político fuerte que lo aceleraba para confrontarse con el gobernador del estado, lo que no había pasado nunca en la historia de Veracruz; el problema fue que estiró la liga demasiado: se burló, rompió con los respetos institucionales y finalmente la inmadurez le terminó reventando en la cara cuando el grupo que lo protegía perdió mucha fuerza en los últimos meses y volvió a su triste realidad: la de un empleado más de las familias ricas de Boca del Río.
Pero el sopetón del exfiscal debe haber sido más contundente porque al menos Yunes ya sabía que no le daban los números para heredar la gubernatura a su "chiquito". Desde el momento en que asumió la derrota y vio que no tenía ni argumento para impugnar, a Yunes Linares no le quedó otra más que administrar el cierre de su bienio, limpiar el changarro, irse a tomar café con el Sugardaddy Téllez y con el Muppet Franco; en resumen, Yunes sabía que le quedaban sólo algunos meses para entregar el poder y tuvo tiempo para lamerse las heridas.
En el caso de Winckler, la situación fue más brusca: por la mañana era fiscal y por la tarde no. Sus amigos, empleados, seguidores, asesores, lame-esos, catadores de flatulencias, etc., tampoco lo podían creer: de un día para otro dejaban de asistir a la Fiscalía General del Estado y ya no percibirían los buenos salarios ni tendrían privilegios. Tuvieron escasas horas para asimilar la situación (algunos, dicen, todavía no les cae el veinte), pues de un "tupazo" inesperado les tumbaron todo.
Hasta el momento al exfiscal no le ha ido muy bien tampoco por la parte legal; le han desechado amparos y no quiere admitir que el poder político no le favorece y lo tiene casi acorralado.
Por algo Winckler anda escondido y no tarda en convertirse en el nuevo "Alex Huerta", huyendo a salto de mata. En la misma situación está el "gurú" Marcos Even Torres Zamudio: el abogado al que todos mamaseaban y respetaban en la universidad como el catedrático duro, pero fregón, hoy prófugo... ¿Pos no que eran muy chuchas cuereras como abogados?
¿Qué tanto le deberá Winckler a Yunes que sacrificará carrera, prestigio, reputación y familia? En un escenario posible, quizás el muy joven abogado pueda entender en el corto plazo que en realidad la bronca no es contra él, sino contra su patroncito: el que lo dejó, lo embarcó, lo subió a la palestra. Que ya pagó una cuota de lealtad aguantando hasta donde pudo todos los embates teniendo el escenario en contra; por ejemplo, su antecesor Luis Ángel Bravo no duró prácticamente nada y luego-luego fue a entregarle la Fiscalía a Yunes Linares aunque tenía 9 años para durar en el cargo que le dio su amigo Javier Duarte.
¿Qué tanto le deberán los diputados panistas a Yunes que ahora buscan por la vía legal que Winckler sea reinstalado? Saben que tampoco el escenario les favorece y la prueba está en que la remoción de Winckler es ya un caso cerrado para MORENA, al grado de que hasta el fiscal general de la república, Alejandro Gertz Manero, ya recibió a la encargada de la FGE, Verónica Hernández Gadiáns, con quien se tomó una foto que seguramente le picó el cicirisco a los fanáticos del Winckler.
Quien parece todavía tener en mente al exfiscal es el gobernador Cuitláhuac, pero éste ya debería --a estas alturas-- de olvidarse de quien hasta hace poco era su único rival de peso. Cuitláhuac ya ganó la partida: le removieron al estorbo. Para él, Winckler ya debería ser cosa del pasado; no valdría ni la pena mencionarlo. Para eso tiene al secretario de Gobierno, que es bueno para las ocurrencias y declaraciones dignas del pitorreo. El gobernador ya debería estar más en una etapa de reconciliación, de empatía, especialmente con las víctimas de hechos tan lamentables como el asesinato la médico odontóloga en Coatepec.
Por su parte, en el Senado, los panistas andan buscando los reflectores de manera muy adelantada. Por ejemplo, acá en la aldea, el senador Julen Rementería ganó con su aliado Joaquín Guzmán Avilés el Comité Estatal del PAN y eso lo enfila a ser el próximo candidato a la gubernatura por el blanquiazul, pero para eso todavía falta mucho. En contraparte, su compañera de bancada, Indira Rosales (identificada con el grupo del ex gobernador Yunes) prefiere hacerse mejor para la sombrita, sin llamar mucho la atención, especialmente porque ella fue titular de Desarrollo Social en Veracruz, donde siguen las investigaciones por el uso electorero de los programas sociales.
En la realidad, los ataques de los diputados y senadores contra el Gobierno de Veracruz son sólo eso: puro choro mediático. No faltará alguien que les siga la comparsa en algún medio --incluso nacional-- para el golpeteo... Y sí, se ve chido para las redes sociales, para los portales digitales, pero no deja de ser meramente baba de perico.
En los hechos, en la historia, se ve muy difícil que tumben a un gobernador nomás porque les quitaron a su fiscal favorito (el mismo Presidente respaldó la acción); o que le hagan juicio político sin argumentos reales y por pura demagogia. En los hechos, tampoco tienen la fuerza para hacerlo, pues las cámaras las controla MORENA, el partido que respalda a Cuitláhuac.
No por nada el presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal (un viejo lobo de mar con mucho más experiencia que los senadores veracruzanos) ya también amagó con entonces desaparecer el poder en otros estados donde el PAN gobierna, como Guanajuato o Tamaulipas, donde tienen graves problemas de inseguridad.
Tampoco es que sea imposible remover a un gobernador: ha pasado pero en circunstancias muy diferentes y casi extremas, llegando hasta la intervención divina del Presidente. Si no lo creen, pregúntele a Duarte, que ha sido el único gobernador veracruzano removido en la era moderna (por presiones políticas) y eso a 6 meses antes de que terminara su gobierno. Una gran diferencia es que ahora AMLO no es Peña, no hay un Osorio Chong que opere la tenebra, ni tampoco Cuitláhuac es Duarte.
¿En realidad creen que Cuitláhuac se va a ir pronto nomás por los señalamientos mediáticos de sus adversarios políticos? Le apuesto doble contra sencillo que no, por más que incendien las redes sociales, donde MORENA también tiene un nicho muy grande.
NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: Muy lamentable el asesinato de la señora Nora Elvia Ramos Colorado, una conocida profesionista muy apreciada perteneciente a una familia de comerciantes de muchos años en el Pueblo Mágico. Su homicidio fue muy sentido y se espera que las autoridades de la Fiscalía General del Estado de Veracruz se pongan a investigar de inmediato así como ya tomaron posesión de las oficinas. Este caso no debe quedar impune y tiene que haber responsables ya detenidos. Cabe comentar que por años, la zona donde fue asesinada (Campo Viejo) ha sido muy tranquila desde que se instalaron fraccionamientos como La Mata, La Aurora, y más recientemente La Luz. Otros desarrollos como plazas y viviendas han estado creciendo en la zona, donde hay campos cañeros y fincas cafetaleras. Pero recientemente Campo Viejo ha tenido una ola de robos y asaltos a comercios, así como a vehículos, que comenzaron a la par de que empezaron a pavimentar con concreto hidráulico la avenida principal llamada "Libertad", misma que está paralizada y comenzó desde hace meses, pero no se ve para cuando termine. Esto ha ocasionado que Campo Viejo se mantenga aislado, con problemas de acceso y a merced de delincuentes que conocen la zona y aprovechan la situación de vulnerabilidad. La obra paralizada se sabe que es del Gobierno del Estado y no se ve que estén trabajando en el asunto. A ver si ya se aplican...
OTRA NOTA: "Mas o menos en dos años podríamos ver por dónde se pronunciará la Suprema Corte de Justicia de la Nación por el caso Winckler. Así que les decimos a esos diputados panistas inquietos y al exfiscal, que tengan un poco de calma porque la justicia es lenta pero segura"... Lo anterior lo declaró el reconocido abogado Jorge Reyes Peralta en entrevista para RadioMás, al referirse al recurso de inconstitucionalidad que diputados locales interpusieron ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por la separación de Jorge Winckler Ortiz como Fiscal General del Estado.
LA ÚLTIMA PORQUE VOY A QUE ME ARRULLE ALEXA: Que en el Órgano Fiscalizador sigue trabajando gente que estuvo en el bienio del exgobernador Yunes (aka "El Cascarita”) en puestos claves como Finanzas y Contraloría. Según fuentes internas, uno de ellos es Arturo Delgado Ávila, quien estaría en el área de Secretaría Técnica del ORFIS y fue director de Fiscalización Interna en la Contraloría del Estado en la administración de "Cascarita". Según relata la fuente, antes de terminar el bienio yunerasta, el todavía mandatario hizo enroques para mandar gente al ORFIS. Todavía comentan que el actual auditor Lorenzo Portilla ha vendido la idea que el es el único que puede poner la cabeza de Yunes Linares en charola de plata, a pesar de que en los círculos de poder se maneja que la FGE, el ORFIS y el Tribunal Estatal de Justicia Administrativa de Veracruz (TEJAV) son conocidos como "El Triángulo de las Bermudas", porque ahí desaparecen todo.
@pablojair
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